El albergue San Isidro para personas sin hogar sufre una plaga de chinches
Cuatro habitaciones del centro, donde pernoctan unas 300 personas, han tenido que ser clausuradas
El albergue San Isidro para personas sin hogar sufre una plaga de chinches que ha obligado a clausurar cuatro habitaciones de sus instalaciones, en las que pernoctan unas 300 personas. Fuentes del centro señalan que la situación ha obligado a realojar a muchos de quienes duermen allí e incluso a habilitar camas portátiles en una sala de televisión. Un portavoz del Ayuntamiento de Madrid confirma que hay un problema por este motivo, pero añade que "se actúa en cuanto se detecta".
"Tenemos el temor de llevarnos chinches a casa", se quejan los trabajadores del albergue, que señalan que las habitaciones clausuradas "están completamente infectadas" por estos insectos. Dicen que las estancias clausuradas ascienden a seis. Según estas fuentes, cuando se han ido detectando los chinches no se han ido haciendo los protocolos de forma adecuada, es decir, que pueden pasar varios días hasta que se toman medidas. "Hay dejadez con el mantenimiento y falta de personal", añaden.
Una vez que se pone en marcha el tratamiento de desinfección, las habitaciones pueden pasar hasta un mes cerradas, en ocasiones con las pertenencias de los usuarios dentro. Esta situación, dicen los trabajadores, supone que haya un mayor hacinamiento de las personas que duermen allí, además de impedir que se les preste un servicio público de calidad.
Un portavoz del Ayuntamiento de Madrid reconoce que hay un problema con los chinches, pero niega que se retrasen las actuaciones para paliarlo. "Se actúa en cuanto se detecta, se cierran las estancias que están afectadas y se sigue el procedimiento que marca Vectores, la entidad de control de plagas de Madrid Salud [un organismo municipal], señala. "Se detectaron primero en una habitación y luego en las otras, por lo que los trabajos de desinfección llevan ritmos diferentes", añade.
Según los datos municipales, la instalación de San Isidro tiene 114 habitaciones, mientras que la plaga actual tan solo afecta a cuatro. "Se ha habilitado una sala de convivencia con televisión para que se duerma allí. Esto es normal y se hace para que evitar en lo posible traslados, que acarrean más molestias para las personas alojadas", explica el portavoz municipal.
El tratamiento para este tipo de plagas suele durar unas tres semanas, por lo que en unos 15 días se espera que la incidencia esté totalmente controlada. Además, a finales de agosto hubo otra de estas plagas en la central de Samur Social y todavía continúa cerrada a la espera de que la situación esté controlada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.