Los Mossos detectan robos cada vez más violentos en Barcelona

Los Mossos d’Esquadra detectan que los robos son cada vez más violentos en Barcelona. Con un incremento del 30 % en lo que va de año y una media de 40 casos al día, es el principal problema en el centro de la ciudad que vive un verano negro. Solo en la calle, se han cometido 5.331 robos violentos. Es el delito que más “sensación de inseguridad” genera, admiten fuentes policiales. A pesar de eso, los Mossos no logran que los ladrones ingresen en prisión preventiva. De los 1.529 detenidos este año, han entrado en la cárcel como medida cautelar 165 (un 10,7%), según datos de la policía catalana.

Los Mossos han comprobado como los ladrones pasan del hurto, en el que no media violencia, al robo violento, usando en algunos casos armas blancas para intimidar o agredir a la víctima. Los datos —analizados por la policía catalana este miércoles en una reunión de trabajo en la que participó el comisario jefe, Eduard Sallent, y el director de los Mossos, Andreu Joan Martínez— revelan que este año se han producido 100 incidentes con arma blanca en Barcelona, entre peleas, agresiones, robos violentos, intentos de homicidio y homicidios. Los Mossos estudian si supone un aumento respecto a años anteriores, pero no se han incautado de más armas blancas en los controles que llevan a cabo. 

La seguridad en Barcelona es un tema a debate en las últimas semanas, después de la acumulación de episodios violentos en un mes y medio. Los Mossos admiten estar preocupados, pero sostienen que los datos “no son ni alarmantes ni excepcionales”, en un contexto de “fase de crecimiento del delito” que tiene una respuesta policial, con el incremento de un 80% de las detenciones en robos violentos. Los Mossos lamentan, sin embargo, que no logran apartar a los ladrones de la calle porque apenas se dictan prisiones preventivas. Este año solo ha ingresado el 10,7% de los arrestados, una cifra similar a la de todo el año anterior (159 de los 1.627 arrestados). La policía asume que se debe a la aplicación de código penal y piden un endurecimiento del mismo.

Barcelona vive un periodo de crecimiento de la delincuencia desde el año pasado, cuando cerró con un 17% más de criminalidad. Desde entonces, los Mossos han aumentado su presencia en la ciudad, con el objetivo de “intensificar el control del espacio público”. “Más visibilidad de la policía”, resumen, con la que esperan “reducir la percepción de la degradación de la seguridad”. El primer semestre, los malos datos siguen creciendo, pero a un menor ritmo (9% más). La mitad de todos los delitos son hurtos.

En cuanto a los homicidios, los Mossos aseguran que 8 de los 12 cometidos en 2019 se deben a conflictos por tráfico de drogas, sin que estén relacionados entre sí (cinco casos ya están resueltos). Y aseguran que las estadísticas a largo plazo, en delitos con unas cifras absolutas pequeñas, no indican que la ciudad esté en su peor momento. En 2010, por ejemplo, Barcelona registró 23 homicidios.

La policía catalana niega un “contexto de excepcionalidad” en la ciudad de Barcelona, donde consideran que hay cierta amplificación de lo que ocurre en sus calles. Ciutat Vella es el distrito que más sufre la delincuencia, con la mitad de todos los robos violentos y los tirones. Los homicidios se concentran en Sant Martí (5), seguido de Ciutat Vella (3), Eixample (3) y Sarrià-Sant Gervasi (1).

El debate de la seguridad en la capital catalana se ha agravado este verano.Entre julio y agosto, se han cometido de 7 de los 12 homicidios. A ello, se ha sumado la sucesión de acuchillamientos en peleas y robos. El responsable de Seguridad del Ayuntamiento, Albert Batlle, se refirió a una “crisis de seguridad”. La alcaldesa, Ada Colau, lo matizó a los dos días para definir Barcelona como una “ciudad segura con algunos problemas de seguridad”.