Mónica Naranjo da un pregón combativo en Chueca

Combativo y más empoderante que nunca, así fue el pregón del Orgullo 2019 celebrado en la plaza de Pedro Zerolo y que daba el pistoletazo oficial de salida a esta celebración reivindicativa que se prolongará hasta el domingo. La Plexy, maestra de ceremonias, y el coro Voces LGTBI de Madrid amenizaron la fiesta hasta que la pregonera de este año, la cantante Mónica Naranjo, subió al escenario sobre las nueve de la noche anticipando que su discurso sería corto. “Tengo el ansia de la juventud, tengo miedo, lo mismo que tú...”, empezó a cantar Naranjo ante miles de personas que abarrotaban la plaza del barrio de Chueca.

Muchas de las canciones de la pregonera, que este año celebra sus 25 años de carrera, han sido un himno para el colectivo LGTBI, como este Sobreviviré con el que el público se rindió ante la cantante. “Amor, unión, respeto, seamos maestros para todas aquellas personas que no han entendido que el amor es el arma más poderosa de este mundo”, dijo después la cantante.

Esta edición del Orgullo –que coincide con el 50º aniversario del levantamiento del colectivo LGTBI en Stonewall, Nueva York– es de la más políticas que se recuerdan. “Ante las recientes amenazas de ciertos partidos políticos vamos a seguir luchando cada minuto y cada segundo", aseguraba Uge Sangil, presidenta de la FELGTB. "Recordemos a los que lucharon por nuestros derechos”, siguió. “¡Ni un paso atrás!", rugió la plaza.

En España, las primeras manifestaciones en defensa de los derechos LGTBI llegaron hasta una década después de Stonewall. En 1977, entre 4.000 y 6.000 personas marcharon por Las Ramblas de Barcelona, y un año después, más de 7.000 comenzaron la lucha en la capital española con una manifestación que discurrió entonces por las calles de O´Donnell y avenida Menéndez Pelayo hasta llegar a la plaza de Mariano de Cavia. Ambas marchas pedían la abolición de la ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, que convalidaba la homosexualidad y transexualidad con delincuencia y las penaba con cárcel.

Bajo el lema Mayores sin armarios, esta edición del Orgullo de Madrid homenajea a aquellos que pusieron la primera piedra para conseguir que España se convirtiera en el país que es hoy, uno de los más avanzados del mundo en materia de derechos LGTBI. Y así lo hizo la plaza Pedro Zerolo con los mayores de COGAM en representación de toda una generación. "Gracias", gritó el público a estos longevos activistas visiblemente emocionados. "Con la cabeza muy alta seguiremos hacia delante", concluía Pedro Beguería, de COGAM, su intervención sobre el escenario.

 A la eliminación de aquella abominable ley –que no fue derogada en su totalidad hasta 1995– le seguirían hitos como la aprobación del Matrimonio Igualitario en 2005 y la ley de Identidad de Género en 2007, ambas bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque desde el colectivo se reclama ahora una revisión de esta última “en la que se incluya a los menores trans y la despatologización de la transexualidad”.

El Orgullo de Madrid se ha convertido en una de las citas reivindicativas más importantes del mundo y su repercusión también ha servido de motor económico para la ciudad, pese a que el partido ultraderechista Vox quiera trasladar la celebración a la Casa de Campo. “Madrid es Orgullo y de aquí no nos mueve nadie”, decían Sonia y Arantxa, dos jóvenes madrileñas.

Banderolas

A los comentarios LGTBifóbicos de los ultraderechistas, se ha sumado también la censura de parte de la campaña del Orgullo –elaborada en su recta final por el antiguo gobierno municipal de la izquierdista Manuela Carmena–. El nuevo consistorio liderado por el conservador José Luis Martínez-Almeida (PP) decidió eliminar de las banderolas que colgaban por la ciudad mensajes reivindicativos que debían acompañar al lema Nuestro Mayor Orgullo, y que se mostraron sobre el escenario durante el pregón.

“El Ayuntamiento de la Revancha se equivoca, Madrid es una ciudad de libertad porque así lo quieren la inmensa mayoría de los madrileños”, comentaba Iñigo Errejón, diputado por Más Madrid en la Asamblea de Madrid, también presente en la cita. “No podemos dejar de reivindicar ni un solo día; hay demasiadas mentalidades retrogradas”, añadía Pepu Hernández, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid. “¡Qué vuelva Carmena!”, gritaban los asistentes en la plaza Pedro Zerolo.

Pepe Aniorte, delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social (Ciudadanos) y José Fernández Sánchez, concejal de la Junta de Distrito Centro (PP) asistieron al pregón, aunque sus formaciones han sido vetadas por las asociaciones organizadoras del Orgullo para participar en la manifestación de este sábado en respuesta a su pacto con los ultraderechistas de Vox.

Ese pacto se podría repetir también en la Comunidad de Madrid, lo que pondría en peligro las dos leyes LGTBI aprobadas por la Asamblea en 2016, otros dos grandes logros del colectivo. “Si finalmente se produce ese gobierno de PP, Ciudadanos y Vox existe un peligro de retroceder en derechos conquistados, pero desde aquí quiero tranquilizar al colectivo porque vamos a dar la cara tanto en la calle como en las instituciones para que eso no suceda", apuntaba Isabel Serra, diputada por Podemos Madrid en la Asamblea.

“Si retrocedemos que sea para coger impulso”, se despidió Mónica Naranjo después de recibir el premio MADO 2019 por parte de la organización. “Os quiero, familia, porque no olvidéis que eso es lo que somos, una gran familia”. Y con su despedida comenzó a sonar otro himno, A quién le importa. La plaza de Pedro Zerolo vibró orgullosa. Por delante cuatro días más de celebración y reivindicación.