Los Mossos hallan el cadáver de una mujer en la casa del detenido por la desaparición de Mònica Borràs
El arrestado, expareja de la mujer, convivía con ella en un domicilio en Terrassa
Los Mossos han detenido este miércoles a un hombre por la desaparición de Mònica Borràs, una mujer de 49 años a la que se vio por última vez el 7 de agosto del año pasado en Terrassa (Barcelona). El arrestado, Jaume Badiella, de 54 años, fue pareja de Borràs, según fuentes conocedoras de la investigación. La policía catalana ha encontrado el cadáver de una mujer en el domicilio que ambos compartían en la ciudad catalana. La autopsia confirmará si pertenece a Borràs, como sospechan los investigadores.
Los Mossos han informado de manera escueta a través de Twitter de la detención del sospechoso a media mañana: "Practicamos la detención de una persona en relación a la desaparición, presuntamente criminal, de Mònica Borràs. Esta desaparición se denunció en Terrassa el mes de agosto de 2018, y la causa está en secreto de actuaciones", según ha informado del cuerpo policial.
La Unidad Central de Personas Desaparecidas de los Mossos busca a Borràs desde hace casi un año, sin que haya habido señales de vida de la mujer. Borràs convivía con el ahora detenido en Terrassa y fue este quien presentó la denuncia ante los Mossos, acompañado de la madre de Borràs. Él mismo relató al diario El Punt Avui que el día de la desaparición habían tenido una discusión sin importancia.
Fuentes del caso aseguran que el hombre, que declaró ante la policía catalana como testigo, dio una versión de los sucedido que no cuadra con las investigaciones posteriores para reconstruir las últimas horas de Borràs. A las 10 de la mañana de este miércoles los Mossos han iniciado la excavación en el patio de la casa que la desaparecida y el detenido -que estaba presente- compartían. El caso lo lleva el juzgado de violencia machista número 1 de Terrassa.
Justo este miércoles se ha alcanzado la cifra de 1.000 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas desde 2003, cuando se empezaron a contar oficialmente las víctimas de esta lacra. Ana Lucía da Silva es la víctima número 1.000, después de que la Delegación de Gobierno en Andalucía asegurase que la mató su pareja. De confirmarse, el asesinato de Borràs sería un nuevo caso de violencia machista.
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