En Cataluña se denuncian 12 desapariciones al día
Los Mossos tienen sobre la mesa cinco casos abiertos que investigan como homicidios
En Cataluña se denuncian 12 desapariciones al día. La mayor parte de las personas (99%) son localizadas, y casi todas regresan a casa o las encuentran los Mossos como máximo en una semana (86%). La policía tiene sobre la mesa cinco casos abiertos que investiga como posibles homicidios, aunque la cifra total de personas que no se han encontrado desde 2010 asciende a 163. En el día internacional de los desaparecidos que se celebra hoy, la policía catalana recuerda que es fundamental denunciar cuanto antes.
El año pasado se presentaron 4.447 denuncias por desapariciones en las comisarías catalanas (1% más que en 2017). Como colectivo, los jóvenes son los que más desaparecen (34%, entre 13 y 17 años) y el resto son adultos, hasta los 65 (58%) y ancianos. “No hay que aguardar 24 horas para denunciar”, insiste el portavoz de Mossos, el inspector Albert Oliva, sobre el mito de esperar y subraya que los primeros momentos son fundamentales para esclarecer lo ocurrido.
En esas horas iniciales, los Mossos realizan comprobaciones básicas para descartar que se trata de un delito y, en los últimos tiempos, activan también la difusión a través de las redes sociales. “La última palabra la tienen siempre las familias”, explica Oliva, sobre colgar la foto del desaparecido en el Twitter y el Facebook de Mossos. La acción tiene la parte positiva de una amplia difusión, y la negativa de que una vez hallada la persona, y aunque se borre la imagen de las cuentas oficiales, es difícil que su rastro en la Red desaparezca.
Un análisis cualitativo revela que seis de cada diez desaparecidos son hombres, la mitad (52%) sufre algún tipo de enfermedad mental, y siete de cada diez son reincidentes. En más de la mitad de los casos (58%), las personas viven con su familia. La mayor parte de las desapariciones tienen lugar en la provincia de Barcelona (70%).
La otra cara de la moneda son los crímenes o secuestros. Desde 2010, los Mossos han investigado 19 homicidios con ocultación de cadáver y 3 detenciones ilegales de matrimonios forzados de origen pakistaní. Cinco de los homicidios siguen sin resolver. Los Mossos no facilitan qué casos son, alegando que deben preservar la investigación. Estas son algunas de las desapariciones en las que nunca ha regresado la persona ni se ha encontrado su cadáver:
Caroline del Valle. Tenía 14 años cuando desapareció. La menor se esfumó el 14 de marzo de 2015 en Sabadell, cuando estaba en la zona hermética con un grupo de amigos. Los Mossos siempre han sospechado que la menor está muerta y han apuntado al entorno que la acompañaba aquella noche. El caso se ha encallado varias veces, con archivos y reaperturas judiciales. La familia denuncia que no se han puesto todos los medios para encontrar a su hija.
Tarek Domínguez. Tenía 37 años cuando desapareció. Los familiares acudieron a los Mossos en enero de 2014. El hombre, imputado por narcotráfico en el caso bautizado como Macedonia, está muerto, según las sospechas de los Mossos, que apuntaron a posibles rivales como los autores. La Policía Nacional, sin embargo, en una investigación paralela, afirmó que podía estar huido, viviendo en Londres, con el objetivo de evitar ser juzgado.
Cristina Bergua. Tenía 16 años cuando desapareció. Su familia la vio por última vez el 9 de marzo de 1997 en Cornellà. La joven salió un domingo para ver a su novio, a las diez debía regresar a casa, pero nunca lo hizo. La policía siempre ha sospechado que fue asesinada y su cuerpo ocultado, pero la investigación no ha logrado acreditarlo. El día de su desaparición ha sido elegido como el día internacional de los desaparecidos por el trabajo incansable de sus padres.
Romain Lannuzel. Tenía 20 años cuando desapareció. El joven era un estudiante de Erasmus de filología inglesa en la ciudad de Barcelona. Su último rastro es una llamada y una extracción de dinero que hizo el 13 de noviembre de 2007. Su familia incluso contrató a un detective privado, pero por ahora no se sabe nada de su paradero. Cada año, en el aniversario de su desaparición, viajan a Barcelona y se reúnen con los Mossos.
La policía catalana ha redoblado sus esfuerzos para mejorar la investigación de las desapariciones. Desde 2010, cuentan con una unidad central de personas desaparecidas que se encargan de los casos de alto riesgo. Además, desde 2014, una oficina específica de atención a las familias mantiene un canal abierto con el entorno para informarles de todo y “rebajar" su "grado de angustia”.
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