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Ciudadanos podría volver a gobernar en Valdemoro, epicentro de la Púnica

La formación de Albert Rivera negocia un pacto con Vox y el PP, algunos de cuyos miembros estuvieron implicados en la trama corrupta

Serafín Faraldos (con el bastón de mando) dialoga con el alcalde saliente de Ciudadanos durante el pleno que aprobó la moción de censura en 2017.
Serafín Faraldos (con el bastón de mando) dialoga con el alcalde saliente de Ciudadanos durante el pleno que aprobó la moción de censura en 2017.Víctor Sáinz

Ciudadanos podría volver a gobernar en Valdemoro, epicentro de la Púnica, una trama corrupta de mordidas en contratos públicos que alcanzó al expresidente Ignacio González (PP) y al exconsejero Francisco Granados (PP). La formación de Albert Rivera negocia en la localidad un pacto con Vox y el PP, algunos de cuyos miembros estuvieron implicados en la trama corrupta, lo que les daría la posibilidad de volver a la alcaldía. El PSOE, que alcanzó el poder en 2017 tras prosperar una moción de censura contra Ciudadanos, ganó las elecciones municipales el pasado 26 de mayo con nueve ediles, pero ese resultado no le garantiza la mayoría absoluta (13 concejales).

En los pasados comicios, los socialistas obtuvieron 4.000 votos y cuatro concejales más que hace cuatro años, cuando fueron tercera fuerza política con cinco ediles. Después de cuatro mandatos ininterrumpidos, el PP se desinfló en 2015 desgastado por la Operación Púnica, una trama corrupta de mordidas en contratos públicos que se extendió desde esta localidad de 73.000 habitantes a toda la Comunidad de Madrid. La situación benefició a un recién llegado, Ciudadanos, que ganó las elecciones. Obtuvo seis concejales de los 25 en juego, solo uno por encima de socialistas y populares.

La alegría duró dos años. Ese fue el tiempo que tardó el socialista Serafín Faraldos en articular una alternativa con otros tres partidos para devolver al PSOE a la alcaldía 18 años después (en 1995 no fue la fuerza más votada, pero gobernó con IU). El acuerdo suscrito por Ganemos, IU y Proyecto TUD (que no entró en el nuevo gobierno) arrebató a Ciudadanos la población más grande de las cuatro que administraba en la región. Faraldos se convirtió en alcalde en julio de 2017, tras prosperar la primera moción de censura en la historia de la localidad. El regidor, ahora en funciones, hace un balance positivo de estos dos años: “Hemos bajado la deuda de 130 millones a 90, resuelto los contratos púnicos, retirado concesiones administrativas fraudulentas y recuperado servicios públicos”.

Negociar alianzas

El candidato del PP, David Conde, no comparte esa visión. En su opinión, el tripartito de izquierdas ha sido “incapaz de remunicipalizar los servicios de los que habla el alcalde” que “llevó la propuesta de urgencia en el último pleno sin un informe preceptivo”. Además, acusa al regidor de no firmar un nuevo contrato de mantenimiento urbano y de no aprobar unos nuevos presupuestos, prorrogados desde 2014. “Por nuestra parte no va a quedar [negociar con Ciudadanos], aunque no nos corresponde iniciar las conversaciones”, indica Conde. Ciudadanos (siete concejales), Vox (cinco) y PP (tres) suman 15 ediles, dos más de los necesarios para la mayoría absoluta, por lo que un pacto de las derechas devolvería el bastón de mando a Ciudadanos.

Faraldos ha ofrecido un acuerdo a aquellos a los que arrebató la alcaldía. Y explica: “Un pacto entre PSOE y Ciudadanos supondría una estabilidad de 16 concejales e impediría la entrada de la ultraderecha en el gobierno. Una alianza con el PP abriría la puerta a los mismos que provocaron la caída del Ayuntamiento, por lo que no se solventaría la herencia de Púnica”. De hecho, los nombres del cabeza de lista del PP, David Conde, y de su número dos, Josefina Nieto, aparecen en un informe de la Unidad Central Operativa como miembros de la Junta de Gobierno que en julio de 2014 resolvió una concesión municipal en favor de La Vid Servicios Hosteleros, empresa vinculada a David Marjaliza, cerebro de la trama corrupta. La Guardia Civil les considera “presuntos autores de un delito de prevaricación administrativa”. En Ciudadanos no dan pistas sobre sus intenciones y se excusan en que aún no han cerrado ningún acuerdo.

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“La venganza es un plato que se sirve frío. Hace dos años comenzamos a hacer un trabajo serio y la izquierda se unió para robarnos la alcaldía. Ahora que está en riesgo, el PSOE no puede hacer como si no hubiese pasado nada”, reconoce un votante de Ciudadanos que prefiere no revelar su identidad. La fragmentación de la izquierda en Valdemoro, donde solo Más Madrid ha conseguido representación (un concejal), supone un lastre para las aspiraciones de Faraldos. Sin embargo, el verdadero hándicap para revalidar la alcaldía está en la irrupción de Vox, que ha logrado cinco concejales y permite sumar a la derecha. El PP no descarta pactar con ellos, pero Ciudadanos no se pronuncia.

Antonio Corrales, candidato de Vox, pretende que el nuevo gobierno realice una auditoría externa y que recupere “un municipio abandonado por completo”. Reconoce estar abierto a cualquier alianza política “que sea buena para la ciudad” pero, en cualquier caso, exige que su formación entre en el Gobierno municipal para apoyar a Cs. Y concluye: “El PSOE realizó una moción para mejorar el pueblo y las cosas han empeorado. Se han pasado dos años haciendo fotos y persiguiendo a los empleados públicos. Han demostrado ser unos irresponsables y nuestros idearios están muy lejos”.

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