El pacto de la Mesa que conduce a Cibeles

El pacto de las tres derechas en la Comunidad de Madrid se saldó este martes con cinco de los siete puestos que tiene la Mesa de la Asamblea repartidos entre PP, Vox y Ciudadanos, que logró además la presidencia, el puesto extra que había exigido a los populares. El acuerdo llegó in extremis, tras una reunión a las 10 de la mañana entre Ignacio Aguado (Cs) y Rocío Monasterio (Vox). Pero llegó. Y señaló el camino a sus compañeros hacia el Ayuntamiento de Madrid. Los negociadores tienen solo cuatro días para sentarse y negociar antes del sábado, cuando se constituye la corporación local. Su fracaso supondría la victoria para Manuela Carmena, que repetiría mandato como cabeza de la lista más votada. Ante la posibilidad de que Ciudadanos quiera pujar por la candidatura de Begoña Villacís para la alcaldía en las negociaciones, el líder del PP, Pablo Casado, fue tajante: “Almeida se va a presentar sí o sí y si algún candidato se quiere presentar tendrá que explicarlo [en referencia a Villacís]”.

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Los protagonistas en las conversaciones municipales se dejan ver muy poco estos días. Ni Martínez-Almeida (PP), que aspira a ser el próximo alcalde, ni Villacís (Cs) que apuesta por el mismo puesto, estuvieron este martes en la constitución del Parlamento regional, pero hoy estarán en un pleno municipal para aprobar actas. Sí que fueron Pepu Hernández, el candidato socialista, Rita Maestre e Inés Sabanés, de Más Madrid, y Javier Ortega Smith, el aspirante de la ultraderecha.

Después de un encuentro tenso de los negociadores de PP y Cs el pasado viernes, en la que los populares constataron que no tenían garantizado el apoyo del partido de Rivera para hacer a Almeida alcalde, no ha vuelto a haber encuentros, según los dos partidos. Los días pasan, pero ambos querían resolver primero las negociaciones para la Asamblea.

Ciudadanos consiguió lo que había pedido al PP para la Mesa, incluyendo la presidencia para Juan Trinidad. Lo logró con los votos de Vox y tras reunirse con ellos, pero Ignacio Aguado volvió a extender su cordón sanitario. El candidato de Cs declaró ante la prensa que ninguna de las papeletas de su partido fue para la ultraderecha y que si obtuvo apoyos de ese partido fue en virtud de sus acuerdos con el PP. La segunda cita en tres días con Rocío Monasterio —en la que ella le presentó también un borrador para un pacto, que él rechazó, para dividirse el gobierno de forma proporcional—, la volvió a circunscribir en la “cortesía parlamentaria”. La intermediación del PP entre ambos solventó los desencuentros y facilitó la ingeniería que permitió los resultados que buscaban con la votación.

Para Pepu Hernández, la jornada de este martes “indica que está todo pactado y arreglado”. “Me imagino que no habrá ninguna sorpresa para el Ayuntamiento”, manifestó a este diario el candidato del PSOE. “Pero vamos a esperar de todas formas un par de días a que haya alguna definición”, añadió.

Vías alternativas

¿Consideran otras fórmulas para aislar a Vox, por ejemplo, que PSOE y Más Madrid apoyen a Villacís? “Estamos a la espera de las decisiones que tomen otros grupos, y bueno, todavía hay un margen para llegar a otra solución, pero lo veo complicado”, reconoció Hernández.

Rita Maestre, portavoz de la campaña de Más Madrid, tuiteó desde la tribuna de invitados, donde siguió la votación de la Mesa: “En la Asamblea de Madrid, presidencia para Ciudadanos con los votos de Vox (a cambio de asiento en la Mesa para Vox con los votos de Ciudadanos). Una semana han durado las tajantes declaraciones de Cs: comienza el pacto a la madrileña con la ultraderecha”. En una entrevista por la mañana en Antena 3 dio por hecho que la derecha llegará a un acuerdo equivalente en el Ayuntamiento. “De momento, el acuerdo de la Asamblea no afecta en nada al del Ayuntamiento”, quisieron distanciarse fuentes de la máxima confianza de Villacís.

Antes de llegar a un acuerdo, PP, Cs y Vox deberán resolver los principales escollos de sus negociaciones, aunque todos comparten su afán por superar el mandato de Carmena. El primero es quién ocupará la alcaldía, después de que Ciudadanos haya decidido intentar que sea su candidata, Begoña Villacís. “Todo está abierto”, manifestó el lunes el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, aunque fuentes del partido presentes en la Asamblea reconocieron que es poco probable.

La segunda cuestión tiene que ver con Vox. En concreto, con las relaciones entre Cs y Vox. El partido de ultraderecha no se ha reunido todavía con el PP municipal, con quien sí ha iniciado contactos, y mucho menos con Ciudadanos. Ortega Smith colocó la pelota en el tejado del partido de Albert Rivera. “A ver si se aviene a entender que el Ayuntamiento no puede estar gobernado por la izquierda sectaria”, dijo Smith, también diputado. “Necesitamos que atiendan a razones”, insistió, y continuó que “Ciudadanos tiene que decidir si vota a la izquierda o si está con los que están en contra de la izquierda”.

Después de que Monasterio haya acordado con el PP entrar en el Gobierno regional y de que Ortega Smith lo haya planteado también varias veces, está por ver si será una exigencia también en el Ayuntamiento. Y si Villacís reaccionará como Aguado, que este martes volvió a decir que no habrá acuerdo de investidura si Vox entra en el Ejecutivo. Tienen cuatro días para despejar todas estas dudas.