La Fura dels Baus lleva su hedonista y fallera ‘Carmina burana’ a Valencia

Es el espectáculo que le va como anillo al dedo. Música atronadora, hedonismo a raudales, ritmo frenético, letras que cantan a los placeres de la vida, agua, fuego. No en vano, Carmina burana es el espectáculo más representado de La Fura dels Baus, una compañía catalana con múltiples frentes (espectáculos) abiertos. Ya lleva casi 10 años en cartel y hoy se estrena en Valencia, en el Teatro Olympia.  

La letra de la popular obra de Carl Orff (1895-1982) procede de una serie de poemas o cantos de los goliardos de los siglos XII y XIIX, que mezclaban el latín vulgar con el protoalemán o el francés vernáculo. Los goliardos, antiguos clérigos y estudiantes de vida errante, los cantaban en fiestas y tabernas. Con esos textos un tanto inconexos, Orff compuso una trepidante cantata entre 1935 y 1936 y logró que los nazis la sacaran de su hoguera del arte degenerado para convertirla en una pieza célebre. Después consiguió salvarse de las acusaciones de colaboracionista e inventó un sistema de enseñanza musical para niños que cosechó buenos resultados. Además, el compositor alemán dejó una anotación que no le pasó desapercibida a la Fura.

"El propio Carl Orff dejó escrito al final del texto de su partitura que esta obra debía ser representada con imágenes mágicas, esto es lo que buscamos", explicó este miércoles el productor del espectáculo, Francesc Prat, durante la presentación de la función, que se representará del 30 de mayo al 9 de junio. Hay una gran demanda de entradas, cuyos precios oscilan entre los 53 y los 68 euros. El montaje cuenta con música en directo en una versión no sinfónica, pero también creada por Orff, que en Valencia incluye dos pianos, timbales y otros instrumentos.

El productor del espectáculo, que calificó la propuesta visual de La Fura dels Baus como un "espectáculo emocional", dirigido por Carlus Padrissa. La compañía ha querido "aprovechar la tensión y el ritmo que define la música de Carmina Burana para unir los textos que están inconexos entre sí" y crear "la más perfecta y ensamblada obra entre puesta de escena y música clásica que ha hecho" la compañía. Ha sido vista por más de 160.000 espectadores en tres de los cinco continentes.

"En este espectáculo los intérpretes bajan al patio de butacas para hacer partícipes al público de la obra, que de hecho ven de muy cerca la grúa que se usa", explicó Francesc Prat sobre la ruptura de la cuarta pared que ha definido la forma de trabajar de esta compañía, redefiniendo el papel del espectador.

Todas las obras clásicas que se modifican o se interpretan tienen sus detractores y, según ha explicado, "hay gente que opina que esto no se debe hacer, y de hecho cuando fuimos a Potes, la iglesia nos intentó censurar y finalmente, gracias al revuelo, hicimos dos funciones".