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“Los garbanzos se cuecen en Europa y aquí nos los comemos”

En Requena dicen que son valencianos con mentalidad castellana, recuerdan cómo la UE modernizó su vino y si se habla de independentismo, piensan en su pedanía de San Antonio

Ferran Bono
Una votante en el colegio del Museo de Requena.
Una votante en el colegio del Museo de Requena.Mònica Torres

En Requena se dice que son valencianos pero con mentalidad castellana. "Somos más ásperos, más serios, no somos tan explosivos ni alegres", dice Félix Cuartero a las puertas del colegio electoral del Museo Municipal de la población vitivinícola, la puerta de entrada a la meseta desde Valencia, distante 68 kilómetros. "Históricamente sí, fuimos de Cuenca, pero ya en 1851 entramos a formar parte de Valencia. Y siempre hemos tenido mucha relación con Valencia y su puerto", apunta Pepe García, sentado en una terraza de la avenida del Arrabal, disfrutando de una espléndida mañana primaveral.

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La tierra de la vid ya reverdecida reluce de un rojo tan intenso que parece el pigmento de la cochinilla que empleaban Tintoretto o Van Gogh para sus pinturas. Requena es uno de los municipios más extensos de España, con una superficie de 814 kilómetros cuadrados de los cuales alrededor de 18.000 hectáreas están dedicadas al cultivo de la uva.

"Yo mismo bajo de madrugada todos los días a por el pescado a Mercavalencia", añade el pescadero. "Es que aquí también hay buen pescado, eh, gracias a Pepe, además de embutido y vino", interviene a su lado Fran, el vendedor de la ONCE a quien todo el mundo saluda y que repartió una vez el cuponazo. "Este es un pueblo tranquilo y la gente vota más por el candidato que por el partido", opina. Ahora gobierna en minoría el socialista Mariano Sánchez.

En las recientes elecciones generales, Vox obtuvo 1.406 votos en una población de 20.227 habitantes, según el censo de 2018, acostumbrada a convivir sin apenas problemas con la inmigración que acudía a la vendimia. "Antes venían más inmigrantes, ahora las máquinas esas lo hacen todo", apostilla Pepe.

"Yo tengo claro el voto y desde luego no será a Vox. Tanto en las municipales como en las europeas. Muchas de las cosas que pensamos que se hacen aquí, es allí donde se deciden. No somos conscientes", dice en una mesa contigua David Fortea, de 33 años, que trabaja en una empresa de climatización. Él es de la población de Benaguasil, igual que sus amigos, con los que ha ido este domingo a Requena para disfrutar de una cata de vinos que incluye algunos caldos compuestos solo por la variedad de bobal, antes tan estigmatizada y ahora reivindicada.

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"Yo digo siempre que los garbanzos se cuecen en Europa y aquí nos lo comemos", sostiene Félix Cuartero, apoderado del PSOE y conocido enólogo. Profesor de la Escuela de Viticultura de Requena, explica que cuando España entró en el entonces Mercado Común Europeo en los ochenta se prohibió la mezcla de la uva del vino blanco con la del tinto, por la que se pagaba muy poco, y se aceleró la modernización del vino en la zona, que ha posibilitado que la denominación de origen Utiel-Requena sea conocida también por la excelencia de sus caldos y no solo por su gran producción. Vino que en el 55% de su producción se destina a la exportación desde el puerto de Valencia. "Yo trabajo en una empresa de la construcción y es Europa quien marca nuestra normativa también, incluso para hacer los áridos", señala Paco Valero, apoderado del PP, que se ha unido a la conversación en el luminoso Museo Municipal, donde la gente no deja de entrar a votar. 

Votación en el colegio de la aldea de San Antonio de Requena.
Votación en el colegio de la aldea de San Antonio de Requena.Mònica Torres (EL PAÍS)

Ambos están de acuerdo en que hablan de manera más parecida a los castellanos que a los valencianos. Históricamente nunca se habló valenciano, lengua cooficial de la Comunidad Valenciana. "Pero la exención en la educación de la asignatura de valenciano es un error, porque luego tal vez hará falta para el currículo y conocerla no hace daño a nadie", indica Juan García, cabeza de lista de Podemos y también apoderado, que se suma al debate.

Cuando se pregunta por una cuestión que centra el debate político de España, como el independentismo en Cataluña, numerosos vecinos consultados contestan que no es un asunto que preocupe mucho en Requena, aunque la campaña contra el cava catalán benefició hace unos años a la producción autóctona. De hecho, se suele asociar el independentismo al intento de la aldea de San Antonio de separarse hace unos años.

San Antonio es una de las 25 pedanías de Requena, a seis kilómetros del núcleo urbano. Allí, de camino a la escuela para votar, la joven Nerea explica que "en San Antonio, la aldea más grande de Europa con 2.500 habitantes, no se entiende que no sea un pueblo independiente". "Tal vez la razón es que muchas pedanías tendrían que unirse a nosotros. Y los manantiales del agua San Benedetto o Fuente Primavera o la misma estación del AVE están en San Antonio", añade. El alcalde pedáneo, José Martínez, independiente en el PSOE, quita hierro al asunto. Recuerda que dejó de ser pueblo hace mucho tiempo y que ahora se han mejorado muchos servicios y dotaciones, el camino a seguir para contentar a sus vecinos.  

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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