_
_
_
_

Junts per Catalunya salva los muebles pero no evita perder la hegemonía

Los neoconvergentes obtienen siete diputados en el Congreso, uno menos que en 2016

Josep Catà
Laura Borràs, candidata de Junts per Catalunya, votando en el colegio de los Salesianes.
Laura Borràs, candidata de Junts per Catalunya, votando en el colegio de los Salesianes.Massimiliano Minocri

Consulta aquí todos los resultados de las Elecciones.

Junts per Catalunya (JxCAT) ha conseguido este domingo anteponerse a la caída que vaticinaban las encuestas y solo ha perdido un escaño. Con el 99% escrutado, la formación perdía solo una décima de votos respecto a 2016, pero la jornada ha servido para que los neoconvergentes cedieran la hegemonía del nacionalismo a ERC. JxCat pasa así de la tercera a la cuarta fuerza catalana en el Congreso, por detrás de ERC, el PSC y En Comú Podem, un castigo para su estrategia próxima al unilateralismo y el bloqueo que preconizaban para la actividad en el Congreso.

Más información
Elecciones generales en directo
La jornada de las elecciones generales en España, en imágenes
Así votan los políticos en las elecciones generales en España

Junts per Catalunya, una formación dirigida desde Bruselas por el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, ha ofrecido una nueva demostración de su capacidad de resistencia. Las encuestas pronosticaban un muy mal resultado para la lista encabezada por Jordi Sànchez, pero el partido ha conseguido evitar el desastre que esperaba. Los neoconvergentes han obtenido tres diputados por Barcelona, dos por Girona, uno por Lleida y uno por Tarragona, pero no vencen en ninguna de las provincias, en las que se imponen ERC y el PSC. Con los resultados en la mano, JxCat continúa sin opciones de tener grupo propio en el Congreso.

El pulso entre los partidos independentistas para hacerse con la hegemonía explicaba las caras de resignación en el hotel desde el que JxCat seguía la noche electoral. La formación ya perdió contra ERC en las dos últimas elecciones generales, aunque en 2015 y 2016 la diferencia fue de pocos votos. Los neoconvergentes confiaban además en el tirón electoral que representa el expresident Puigdemont, que consiguió darle la vuelta a las encuestas en las elecciones al Parlament de 2017, cuando ganó contra todo pronóstico a ERC. “Hemos mantenido el resultado, felicitamos a ERC, la conclusión es que el país, que es lo que importa, ha obtenido un muy buen resultado”, ha dicho la número dos de JxCAT, Laura Borràs.

La intensa participación de Puigdemont en la campaña, así como las intervenciones de los presos de JxCat por videoconferencia, solo han servido para taponar una herida que amenazaba con una sangría mucho mayor. Los cerca de medio millón de votos que les separan de los republicanos, que se disparan con 15 diputados y ganan por primera vez las elecciones generales en Cataluña, certifican la pérdida del liderazgo de JxCat. Muestran, además, la pérdida de peso del PDeCAT, formación damnificada por la estrategia de Puigdemont. A la espera de la estrategia que siga la formación con los tres candidatos presos (Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull), la formación surgida de Convergència solo tendrá dos diputados en el Congreso, ya que Borràs y Jaume Alonso Cuevillas, el abogado de Puigdemont, se presentaban como independientes. En el Senado, la formación tendrá dos escaños, entre ellos Josep Maria Matamala, empresario y amigo de Carles Puigdemont, al que acompaña en su estancia en Bruselas.

Con este resultado, la voz de Puigdemont, que impuso una candidatura de allegados suyos al Congreso y abrió una crisis en el PDeCAT, puede dejar de ser tan decisiva. De hecho, el sector más pragmático del PDeCAT —entre los que están la excoordinadora general, Marta Pascal, o el exportavoz en el Congreso, Carles Campuzano, que no repite en estos comicios— plantea ya la necesidad de crear un nuevo partido independentista más pragmático.

Los electores han premiado la llamada al diálogo que lanzó ERC durante la campaña y Junts per Catalunya no ha podido seducir a nuevos votantes con un discurso que en ocasiones, durante la campaña, ha parecido contradictorio. Mientras que los presos pedían enterrar las líneas rojas y abrir vías de diálogo, el partido seguía poniendo la celebración de un referéndum como condición a un posible pacto de investidura.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Josep Catà
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_