La oposición en bloque exige el cese de Javier Barbero
El concejal de Ahora Madrid insiste en denunciar "chantaje" e "interes personales" de la cúpula dimitida
Javier Barbero, concejal de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, ha sido el protagonista de un pleno extraordinario consagrado a pedir su cese este martes. PP, PSOE y Ciudadanos exigieron a la alcaldesa la suspensión inmediata del responsable del Cuerpo de Bomberos por la conflictividad que ha generado la dimisión en bloque de la jefatura. El concejal de Ahora Madrid insistió en su versión: que la crisis está motivada por los “intentos de chantaje de la cúpula” y por sus “intereses personales”.
La oposición tuvo dos oportunidades para desarrollar las razones por las que exigen el despido de Barbero, la primera en el pleno ordinario, por una proposición del PSOE, y al final de la jornada en el extraordinario, celebrado a instancias del PP. El Partido Popular alegó que Barbero ha sido protagonista de “capítulos de agravios, insultos, desprecios a los cuerpos” y le recriminó “la nefasta gestión frente a los recursos”. Ciudadanos le acusó de “gobernar dando bandazos” y de “implantar una ideología sectaria y conflictividad laboral”. El PSOE añadió que además, el concejal “mintió” en la comisión del ramo el pasado 19 de febrero, y que de su área han salido dosieres sobre los bomberos. “Cuando un Gobierno fabrica dosieres, pierde legitimidad”, señaló Ramón Silva.
El conflicto en el cuerpo de bomberos, tras el anuncio de dimisión el pasado 13 de febrero, fue el detonante de la solicitud, pero Barbero ya fue reprobado por el pleno en 2018 por la gestión de la crisis en Lavapiés tras la muerte del vendedor ambulante Mame Mbaye. El concejal también ha tenido en sus cuatro años de mandato fuertes enfrentamientos con la Policía Municipal, por la negociación del convenio pero también, porque algunos sectores se han sentido cuestionados por los intentos de modernizar el cuerpo y hacerlo más respetuoso con los derechos humanos.
El choque del concejal con la jefatura del cuerpo de bomberos tenía como base, supuestamente, la puesta en marcha de la jornada de 35 horas, pero detrás hay también una lucha de poder que quedó patente cuando ambas partes se acusaron mutuamente de chantaje y de mentir.
Barbero insistió en la versión que dio en la comisión. Según el concejal, los 12 jefes de la escala técnica que anunciaron su dimisión tras el cese de Ignacio Becerril, director general de Emergencias, y Juan José García, el jefe de bomberos, lo hicieron tras varios “intentos de chantaje”.
Ese grupo aseguró al dejar sus cargos que lo hacían porque el Ayuntamiento pretendía aplicar las 35 horas a coste cero, para lo cual, según su versión, estaba previsto cerrar parques de bomberos y reducir las dotaciones que acuden a las emergencias. Así se desprendía, insistieron, de un email que García recibió de Becerril, que hablaba supuestamente en nombre del Consistorio.
Subida de categoría
Barbero sostiene que en 2018 la cúpula planteó un cambio orgánico que Eugenio Amores, entonces jefe del Cuerpo, rechazó porque suponía “un aumento injustificado de la estructura y del gasto”. Según el concejal, el cambio suponía 160.000 euros más al año para personas que ya cobran más de 90.000 euros. “Se presionó al jefe de bomberos [que se iba a jubilar] para hacer una transición y no una ruptura” tras su marcha, señaló. Es decir, para que les dejase colocados antes de retirarse.
El concejal aseguró que estas personas, ascendidas antes por Amores, “se ensañaron con su valedor” y exigieron su cese. Barbero nombró a García “con idea de hacer una transición”. Es entonces, aseguró, cuando los jefes del Cuerpo empezaron a hablar de las 35 horas y, siempre según su versión, distribuyeron “un email falso” (el de Becerril a García). “No habrá paz social” —contó que le advirtieron—, si no aceptaba sus presiones: primero el cese de Amores y, muerto el padre, la reestructuración de la cúpula con la mejora de sus condiciones.
En un comunicado, los 12 aludidos acusaron a Barbero de “manipular y tergiversar hechos” motivado por “intereses espurios o por justificar decisiones tomadas desde la inconsciencia más temeraria”. Amenazaron además con llevar al concejal ante la justicia.
Respecto a las 35 horas, Barbero reconoció el déficit estructural de personal, pero en las negociaciones en curso ofreció cinco guardias voluntarias más para cubrir las necesidades del servicio. CC OO pone en duda la oferta y recuerda que pasan meses hasta que cobran las productividades.
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