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Los taxistas aumentan la tensión por la decisión sobre el reglamento contra las VTC

Cabify defiende su modelo y asegura que ya tiene más de un millón de usuarios registrados en Barcelona

Josep Catà
Protesta de taxistas en la Autoridad Catalana de la Competencia.
Protesta de taxistas en la Autoridad Catalana de la Competencia. Albert Garcia

Una treintena de taxistas han ocupado este jueves la sede de la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) y la han rociado de billetes falsos de 500 euros para protestar contra el posicionamiento favorable a Uber y Cabify que ha adoptado Competencia ante el conflicto entre el sector del taxi y las empresas que operan con licencias de coche de alquiler con conductor, las llamadas VTC. El escrache de los taxistas aumenta la tensión a falta de un día para que la Generalitat decida este viernes, en el Consejo del Taxi, cómo será el reglamento que regule la actividad de las VTC, y si incluye la precontratación con horas de antelación, tal como piden los taxistas. Las empresas alertan de que una medida así puede acabar con su negocio, y avisan de que quien pierde es el usuario. En un encuentro con periodistas, Cabify ha alegado que ya tiene casi un millón de usuarios registrados en Barcelona y cercanías.

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El portavoz de Élite Taxi, Alberto 'Tito' Álvarez, ha ironizado, antes de la acción contra la ACCO, con que "el lobby del taxi" iba "a comprar los servicios de Competencia". Los taxistas han mostrado así su enojo hacia una entidad que ha emitido una consideración en la que tacha de "discriminatorio y restrictivo" imponer a las VTC la obligación de precontratar los servicios con varias horas de antelación. Competencia también advierte de que, si finalmente se hace, emprenderá acciones para defender la competencia.

Este nuevo escrache, que se suma al que le hicieron al presidente de la patronal Unauto-VTC la semana pasada, aumenta la crispación a falta de un día para que la Generalitat tome una decisión sobre el reglamento que prepara junto con el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Cataluña es de momento la única comunidad autónoma que ya prepara una regulación específica después de que el el Gobierno traspasase las competencias en materia de gestión de licencias VTC mediante el Real Decreto Ley 13/2018, aprobado en septiembre.

Los taxistas, que amenazaron con bloquear el Mobile World Congress mediante una huelga si no se aceptaban sus demandas en el nuevo reglamento, aseguran que la Generalitat ve con buenos ojos la precontratación con horas de antelación que pide el sector. Fuentes de la negociación, sin embargo, explican que la Generalitat, que ya aplazó la semana pasada la decisión, todavía no tiene claro hasta donde puede llegar en este punto ni si el decreto permite obligar a establecer una antelación de horas antes de pedir un Uber o un Cabify.

Las empresas temen por la supervivencia de su negocio si se establece cualquier tipo de contratación con antelación. En un encuentro con algunos medios de comunicación, el presidente de Cabify en Europa, Mariano Silveyra, expresó su confianza en la Administración y recordó que en ningún país existe este tipo de precontratación. "Todas las opciones pueden convivir, y el usuario de Barcelona necesita más alternativas de movilidad", dijo. Silveyra afirmó que la regulación que prevé la Generalitat "es claramente una expropiación", y dijo que corresponderá a la administración catalana pagar la indemnización, que sube a 1.200 millones en Cataluña. 

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El responsable de Cabify sacó pecho de la gestión de su empresa y de la buena aceptación que tiene. "Estamos cerca del millón de usuarios registrados, la demanda de viajes ha crecido un 112% en un año y el empleo un 150%", ha explicado. 

Sobre la firma

Josep Catà
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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