La policía desaloja el ‘top manta’ tras las críticas por la inacción
Ayuntamiento y Generalitat se acusan mutuamente de no acabar con la venta ilegal
La Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra, con la colaboración de los vigilantes de TMB y RENFE, desalojaron la tarde de ayer a los manteros que se instalan desde hace meses en el intercambiador subterráneo de la estación de Renfe y Metro de la plaza Catalunya. A las 16.00, los agentes accedieron al subsuelo. La sola presencia policial hizo que los manteros abandonaran el vestíbulo y el exterior de la plaza. La actuación policial se produce en medio de un cruce de críticas entre Ayuntamiento y Generalitat que se acusan mutuamente de ser responsables de la lucha contra la venta ilegal en Barcelona.
El vestíbulo de la estación de Renfe y Metro de plaza de Cataluña ya hace meses que a media mañana se convierte en un zoco de venta ambulante de productos falsificados. Un mercadillo que impide que los usuarios circulen con normalidad. Con la llegada de las fiestas de Navidad, el problema de seguridad en el intercambiador se multiplicó. El tráfico de personas por la zona aumentó y, paralelamente, Mossos dejó de intervenir en el lugar, alegando que la amenaza terrorista en fechas navideñas les obliga dedicar todos sus efectivos a prevenirla.
Ayuntamiento y Generalitat se acusan mutuamente de estar eludiendo sus obligaciones. Al tratarse de una infraestructura ferroviaria situada en el subsuelo ningún cuerpo policial —ni Guardia Urbana ni Mossos d’Esquadra— se considera exclusivamente responsable del desmantelamiento de los mercados ambulantes que se forman en ella.
El Ayuntamiento de Ada Colau reclamó en octubre a los Mossos d’Esquadra una actuación para acabar con el zoco. Fuentes municipales aseguran que, “aunque es competencia de Mossos la gestión de los espacios ferroviarios, el Ayuntamiento tomó la iniciativa y mantuvo contactos y reuniones con las partes implicadas —entre ellas TMB y Renfe— para diseñar una estrategia conjunta”. Por su parte, la policía autonómica asegura que la responsabilidad en venta ambulante ilegal es de la Guardia Urbana de Barcelona. La disputa competencial beneficia hasta ahora a las personas que sobreviven con el top manta, que han logrado seguir en las calles y en el subsuelo de Barcelona.
Desde el pasado noviembre, dos veces por semana, agentes de ambos cuerpos bajaban al intercambiador y “de forma rutinaria” desmantelaban el mercadillo ilegal. Al día siguiente los manteros volvían a colocarse. Ayer se retomó la actuación bisemanal, interrumpida durante dos semanas por la Navidad y los operativos antiterroristas. Los agentes intervinieron más de 900 piezas falsificadas, en un operativo que llega tras las críticas por la situación en el intercambiador.
Fuentes de la policía catalana insisten en que el problema no es solo plaza de Catalunya, y señalan como ejemplo de la dejación de funciones municipales el bautizado como mercado de la misera, en Glorias. El Ayuntamiento reclama una mayor implicación de los Mossos d’Esquadra.
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