El concejal del PP en El Molar que dijo “no hay cunetas suficientes” se pasa a Vox
López Canencia sigue el camino que ya emprendieron Carmen Balfagón, Beatriz Tejero y otros militantes de base
El portavoz del PP en El Molar, Óscar López Canencia, se pasa a Vox, aunque mantendrá el acta como concejal no adscrito. El movimiento se produjo solo días después de que publicara en sus redes sociales una invitación al acto de presentación del partido de ultraderecha en El Molar y Pedrezuela, celebrado el 21 de diciembre. López Canencia tomó el acta hace nueve meses. Ya había sido concejal durante la anterior legislatura, en la que afirmó que en España “no hay cunetas suficientes”. Su decisión sigue el camino emprendido por figuras destacadas del PP de Madrid como Beatriz Tejero y Carmen Balfagón, pero también por otros militantes de base.
López Canencia ha rehusado explicar a EL PAÍS las razones que le han llevado a cambiar de partido. En las elecciones municipales de 2015 ocupó el puesto número cinco de la candidatura del PP en El Molar, que obtuvo cuatro ediles, los mismos que Ciudadanos, que fue la fuerza más votada y gobierna la localidad, de 8.200 habitantes. La dimisión de María José Domenech en marzo le llevó de nuevo al Consistorio. Esta vez como portavoz de su grupo. La decisión levantó polémica entre sus propios compañeros. El concejal Borja Díaz aseguró que se había “mentido” a los votantes del PP, que se comprometió a no admitirle en caso de resultar electo. López Canencia reconoció que utilizó una expresión “inadecuada”, pero no se arrepintió de su “postulado ideológico”.
No es el único caso mediático que abandona el PP de Madrid para engrosar las filas de Vox. La pionera fue Beatriz Tejero, exsecretaria general del partido en Leganés y primera teniente de alcalde entre 2011 y 2015. Su traspaso se hizo efectivo en febrero de 2017. Le acompañaron otros 34 militantes populares. “Nos hemos ido porque no queríamos dar la batalla en un partido donde la cúpula ha perdido el rumbo. Dejó de defender los principios y valores por los que nos afiliamos al PP”, subrayó entonces Tejero, ahora coordinadora de Vox en Leganés.
Cambiar de partido
Hace unas semanas siguió sus pasos Carmen Balfagón, que durante el Gobierno de Mariano Rajoy dirigió el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso). Balfagón también ocupó cargos relevantes en Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid. Vox la ha nombrado vicesecretaria regional de Derechos Sociales y Dignidad. Un grupo de 24 militantes críticos, liderados por Rubén Olmeda, tomó la misma decisión en noviembre, tras varios meses demandando un congreso extraordinario que eligiera un nuevo líder tras la dimisión de Cristina Cifuentes. Fuentes del PP admiten que su formación ha perdido músculo, pero que no existen datos oficiales.
“Me llaman antiguos compañeros a menudo para saber cómo es Vox. Sopesan la idea de cambiar de partido, pero algunos aún no pueden hacerlo porque ocupan cargos de responsabilidad”, admite un miembro de Vox que ya dio el salto y que prefiere mantener su anonimato. Asegura que el goteo de militantes del PP que se cambian de formación es “constante”. “Solo suponen un 20% del total. También vienen de Ciudadanos y de otros partidos locales, pero la mayoría de los nuevos afiliados nunca ha estado en política”, subraya Javier Pérez, secretario de Vox en Madrid. En su opinión lo hacen porque el PP “ha dejado de representarles”. Los militantes pagan una cuota mensual “voluntaria” a partir de los 9 euros.
Vox se fundó en 2014, pero no ha dado el estirón hasta este año. En diciembre de 2016 apenas contaba con 800 afiliados, un año después alcanzó los 1.500 y ha cerrado 2018 con más de 5.500. Cuenta con infraestructura en un centenar de localidades madrileñas (existen 172) y en las elecciones municipales esperan presentar candidatura en todas ellas. “Comenzamos a ser conocidos tras el acto de Vistalegre, pero el mayor pico de afiliación se produjo tras la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la presidencia”, reconoce Pérez, que huye de “etiquetar” a su partido como la ultraderecha. Y continúa: “Madrid es la provincia española en la que más crecemos. Le sigue Barcelona, posiblemente por el clima de independentismo”.
Alcaldes tránsfugas y otros fichajes nacionales
El trasvase de cargos públicos del PP a Vox comenzó en mayo, cuando Vicente Robisco, regidor de Navares de las Cuevas (Segovia) desde 1999, abandonó el partido por "la impasibilidad con la que el Gobierno de Rajoy tolera los ataques a los cristianos y a la familia". No es el único alcalde tránsfuga. La llegada de Pablo Casado a la presidencia nacional del PP en julio motivó la salida de Antonio Pozo, alcalde de Guadiana del Caudillo (Badajoz) desde 2007. Le acompañó Juan Antonio Morales, exsecretario general de los populares en Badajoz. Su razón: las "discrepancias ideológicas" con la dirección nacional. A pesar del cambio decidió mantener su acta de diputado en la Asamblea de Extremadura. Estos días también ha dado el salto el exdiputado Carlos Bedia, expulsado del PP hace un año debido a la división interna en Cantabria.
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