La Cámara denuncia que en 12 años solo se han terminado cinco de las 28 infraestructuras clave
La entidad critica que la falta de coordinación de las administraciones lastra la economía catalana
En el año 2006 la Cámara de Comercio de Barcelona, ya entonces presidida por Miquel Valls, redactó un informe en el que identificaba 28 infraestructuras como las obras clave, tanto en la red viaria como en la ferroviaria, que se deberían llevar a cabo en el área metropolitana de Barcelona para dinamizar la economía. Doce años después, solo cinco de estas 28 infraestructuras clave están en funcionamiento. Valls, en la presentación del balance sobre infraestructuras, ha criticado duramente a todas las administraciones, a las que ha acusado de desinterés, y ha destacado que "la falta de coordinación entre las instituciones lastra el desarrollo de la economía catalana".
Las cinco infraestructuras reivindicadas por la Cámara y que ya están en funcionamiento son: el tercer carril de la autopista C-32, la Ronda Oeste de Sabadell, la prolongación de Rodalies hasta Terrassa y hasta Sabadell, y la ampliación del metro del Baix Llobregat. Valls ha lamentado especialmente la demora en la finalización del llamado cuarto cinturón, la autovía orbital B-40, que solo se ha puesto en marcha en algunos tramos y que debería conectar las dos comarcas del Vallès.
"El área metropolitana representa el 65% del PIB catalán. Nos parece una vergüenza que durante todos estos años esta vía no haya avanzado, un proyecto que debe dinamizar el motor económico de Cataluña", ha aseverado Valls. "Y durante todos estos años han pasado Gobiernos de todos los colores, aquí nadie está libre de culpa y nadie la asume", ha añadido.
Para finalizar el cuarto cinturón sigue pendiente la ejecución completa del tramo que conecta Olesa de Montserrat con Viladecans, y todavía está por hacer el estudio para los 35 kilómetros del tramo que une Terrassa y Granollers. Valls ha puesto como ejemplo de la descoordinación entre administraciones el periplo administrativo por el que ha pasado el proyecto de este tramo: con una inversión estimada de 403 millones de euros, el anuncio de la licitación de un nuevo estudio informativo se hizo en junio de 2016, y su adjudicación, en mayo de 2017, con un plazo de redacción de dos años, "como si no hubiese ninguna prisa, con una lentitud desesperante", ha dicho el presidente de la Cámara. Este estudio informativo, adjudicado por el Ministerio de Fomento, tiene que esperar además a la redacción del Plan Específico de Movilidad del Vallès.
Además del cuarto cinturón, Valls ha destacado otras actuaciones pendientes: el Túnel de Horta, la autovía del margen izquierdo del Besòs, el Túnel de la Conreria (B-500), el Eje del río Ripoll y la Conexión del Eje del Llobregat. En opinión de la cámara, es imprescindible para el desarrollo económico que se amplíe y mejore la red viaria, para que el transporte de mercancías pueda ser más efectivo, mientras que la mejora de la red ferroviaria serviría para trasladar la movilidad de las personas al transporte público.
En la red ferroviaria, los principales incumplimientos identificados por la Cámara son el nuevo túnel Barcelona-Vallès de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC); la prolongación de la plaza Espanya-Gràcia y Plaça Glòries (FGC); y la ampliación de la C-1 (Barcelona-Mataró y Arenys-Blanes), la C-3 (Montcada-Vic) y C-4 (Cerdanyola-Sabadell), así como la nueva línea orbital de Renfe y la nueva línea L12.
Según el estudio, el volumen de pasajeros que usan metro, Ferrocarriles de la Generalitat y autobús va creciendo, pero la demanda de Rodalies de Renfe ha descendido un 7,2% en doce años. Ante esta situación, "es evidente que es necesario afrontar mejoras estructurales en la red de Rodalies, si se quiere que ayude a combatir la congestión de los accesos metropolitanos a Barcelona", por lo que Valls reclama una "planificación previsible, razonada y razonable". Fuentes de Renfe defienden que desde 2014 Rodalies ha registrado un crecimiento de cerca de 10 millones de viajeros, lo que sitúa la entidad en cifras similares a las del inicio de la crisis. En 2014 se registraron 105 millones de viajeros, y este año 2018 se cerrará con 115 millones de pasajeros. Renfe recuerda que la crisis y el socavón de Bellvitge de 2007 hicieron perder cinco millones de viajeros en un año.
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