Los alcaldes exigen más ‘mossos’ tras siete años sin nuevos agentes

Los alcaldes quieren más Mossos d’Esquadra, y así se lo han hecho saber al consejero del Interior, Miquel Buch, cada vez que han tenido la oportunidad. Las grandes ciudades, con Barcelona a la cabeza, han sido las más activas reclamando el incremento. Pero el Departamento no accede a sus peticiones porque, insisten, mossos tiene un déficit estructural en su plantilla debido a los años de crisis. El lunes está previsto que Barcelona ponga de nuevo el problema sobre la mesa en la junta local de seguridad. Cataluña tiene una ratio por encima de la media europea, con 4,4 policías por mil habitantes, e inferior a la media española (5,1).

“Que los alcaldes pidan más mossos es algo recurrente", explica el coordinador en materia de seguridad de la Federación de Municipios de Cataluña. En la entidad, tienen constancia de que los municipios más grandes son los que exigen más policías. "En los pequeños, no hemos notado una mayor demanda en ese sentido", indica. Barcelona abandera la causa, después de que la inseguridad se haya convertido en un problema para la alcaldesa Ada Colau antes de las elecciones municipales.

"La petición es coherente con el esfuerzo que estamos haciendo para poner más Guardia Urbana en la calle. Hay que contribuir para garantizar la seguridad ciudadana", indica el comisionado de seguridad municipal, Amadeu Recasens, que hasta ahora siempre ha topado con la negativa de Interior. A pesar de eso, encara con "buenas expectativas" la junta de seguridad del lunes, donde espera que alcancen un acuerdo. La alcaldesa Colau se ha reunido tres veces con Buch sin conseguirlo.

Mataró es otro de los municipios que exigen más mossos a Interior. Su alcalde, David Bote (PSC), se encontró también con el no rotundo del consejero Buch en la junta local de seguridad. Considera que la ciudad necesita más mossos porque, según explica, al anterior director de la policía, Albert Batlle, se le "escapó" que Mataró tiene una ratio de agentes por habitante inferior a otros municipios. También porque la seguridad es fundamental para los vecinos y porque quiere que Interior "asuma sus competencias" en seguridad ciudadana para que la policía local pueda dedicarse a las tareas de "proximidad". Bote esperaba de Buch "como mínimo un compromiso a medio plazo", algo que no ha ocurrido, y la revisión del convenio con la policía local.

Interior alega que todavía está estudiando cómo repartirá los 500 nuevos mossos que saldrán de la academia por primera vez en siete años, después de que con la crisis el Gobierno central paralizase nuevas promociones. Las previsiones del despliegue de Mossos en Cataluña contemplaban llegar a los 18.000 agentes para responder a las demandas de todo el territorio. Cuando salgan los nuevos policías de la academia, el déficit será de casi un millar de profesionales (en la actualidad hay 16.600 mossos).

Badalona espera que parte de esos nuevos policías acabe patrullando por sus calles. "El director de la policía [Joan Andreu Martínez] nos dijo que era su apuesta para el próximo año", explica el alcalde Álex Pastor (PSC). El municipio está preocupado por el incremento de delitos (6,7%) y la disminución de las detenciones (1,2%). "Estamos haciendo un análisis interno para definir un modelo de reorganización, pero he pedido ya una reunión con Buch. Necesitamos que el consejero se comprometa con el envío de más efectivos", pide Pastor.

Como él, otros tantos municipios acorralan a Interior con sus demandas. Sant Cugat es una de las ciudades que más insiste desde hace dos años en la necesidad de más policías. Los robos con fuerza en domicilio han provocado inseguridad en la zona. Pero no son los únicos, las poblaciones del Maresme también quieren más presencia policial, como Pineda de Mar. Tarragona, por ejemplo, solicita más mossos para la seguridad vial.

En la última Junta de Seguridad de Cataluña, celebrada con el ministro Fernando Grande Marlaska, Buch pidió dos nuevas promociones de Mossos, con 750 agentes cada una de ellas. Y aunque Marlaska dijo estar de acuerdo, la última palabra la tiene Hacienda. Así, consideran todos los implicados, se podría garantizar mejor la seguridad en Cataluña. Aunque las Naciones Unidas, en un documento sobre la prevención de la criminalidad, advierten: "No parece haber correlación entre los índices de personal policial y sospechosos por cada 100.000 habitantes, lo que sugiere que el incremento del número de oficiales de policía no redunda forzosamente en el aumento de las tasas de delitos esclarecidos".