La oposición carga contra los recortes y las privatizaciones en la sanidad
En Marea, PSdeG y BNG echan en cara a Feijóo en el debate sobre el estado de la autonomía la muerte de un paciente por falta de médico en el PAC de A Estrada o que gran parte del área de Vigo dependa del concierto con Povisa
Povisa, Galaria, el desamparo de una familia en el PAC de A Estrada o los pacientes fallecidos por la Hepatitis C que Feijóo todavía no ha logrado "enterrar" porque los recortes en su tratamiento son objeto de una investigación judicial. El turno de réplica en el debate del estado de la autonomía lo han usado los grupos de la oposición para afear, sobre todo, los tijeretazos del Sergas en materia sanitaria, un ámbito en el que, precisamente, se pusieron de acuerdo la semana pasada En Marea, PSdeG y BNG para impulsar una comisión de investigación en la Cámara autonómica.
Además, el turno también le ha servido al portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, para responder al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que es una "honra sentir su desprecio", después de que el mandatario autonómico descalificase su intervención y se negase a responder ante su "indignidad". Por la tarde, Villares había hilado un discurso implacable en el que repasaba los últimos hitos del Gobierno gallego, desde el desembalaje del cuadro de Castelao A derradeira leición do mestre (en el que Feijóo evitaba citar a Alexandre Bóveda y explicar que el lienzo representaba a un republicano fusilado), hasta el incendio forestal de Mondariz, que obligó a evacuar viviendas y quemó al menos 160 hectáreas. También había citado con su nombre y apellidos al hombre que murió entre vómitos y ante su familia este verano en el Punto de Atención Continuada de A Estrada, sin que hubiese para atenderlo ningún médico. O, de forma más genérica, a los gallegos que se suicidaron en los últimos años ahogados por la crisis económica y la falta de ayudas. Y entre otras muchas cosas, citando al narco Marcial Dorado, había reprochado al presidente de la Xunta que se quedase en Galicia en vez de postularse para dirigir el PP tras la marcha de Rajoy: "Si el PP no se merece tenerlo como presidente, Galicia tampoco se lo merece".
"Después de despreciar a Galicia, de su afonía (ante Madrid), es una honra sentir su desprecio, ser despreciado por su Gobierno", ha contestado Villares a Feijóo después de que este lo declaró indigno y hasta pidió que le encuadernasen el diario de sesiones con su intervención y se lo diesen como regalo de "despedida". "Usted falta a la dignidad de la Cámara y yo no voy a caer en esa indignidad", le espetó Núñez Feijóo al líder de En Marea, que esta tarde, al final de su discurso, propuso un gran "pacto social" que garantice a todos los gallegos las necesidades básicas.
Sobre sanidad, Villares y Feijóo de nuevo protagonizaron un rifirrafe. El portavoz de En Marea denunció que el hombre fallecido en el Punto de Atención Continuada (PAC) de A Estrada estuvo más de "una hora sin atender", a lo que el presidente autonómico había dicho previamente que era una "mentira" porque habían sido "10 minutos" desde que había sufrido el episodio que le provocó la muerte. A ello le volvió a responder Villares, asegurando que el hombre estuvo con una "indisposición" más de una hora, ya que en el tiempo que permaneció en el PAC cuando no había médico "vomitó, aspiró su vómito" y después sufrió, como consecuencia, la parada cardiorrespiratoria. Ahí, dijo el portavoz de En Marea, pasaron los 10 minutos hasta que llegó el equipo médico del PAC: "Vergüenza e indignidad por ahorrar 300 euros", que sería lo que costaría el un equipo médico de refuerzo aquella tarde de sábado. Villares responsabilizó al presidente de la Xunta de tratar la sanidad pública como si se tratara de una empresa y a los gallegos como "mercancía".
"¿Acude a la sanidad pública?", le preguntó, por su parte, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, quien ya le había recomendado en la primera intervención que se "bajase del coche oficial" y conociese los problemas de los ciudadanos. Pontón lamentó en su turno la "desfachatez de frivolizar" con el fallecimiento de una persona en los pasillos del PAC. "Es un auténtico escándalo", clamó la diputada nacionalista, quien también, como los portavoces de los otros dos partidos de la oposición, se refirió a Vigo, de actualidad por la situación de preconcurso de Povisa. La ciudad "tiene derecho a una sanidad de primera", defendió.
Pedro Puy (PP) trató de defender a su grupo, acorralado por la tragedia de A Estrada, los recortes y las privatizaciones y le preguntó a Villares si quería "firmar ya el voto particular a la comisión" de investigación sobre la muerte en el PAC. "Parece que tiene acceso a un expediente médico y él ya sabe por qué murió una persona", ha lamentado ante la Cámara, antes de advertir de que "con la sanidad hay que tener cuidado".
Por su parte, el portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, le reprochó a Feijóo esta tarde la "incapacidad para reconocer los problemas que hay". Leiceaga hizo un profundo repaso económico a las cifras de paro y precariedad laboral, en especial en el caso de las mujeres, "con suelo de barro y techo de cristal", y recriminó que el Gobierno gallego destaque la subida de las pensiones como si fuese un logro. Se debe, recordó, a la incorporación de jubilados con mejores salarios en su vida laboral. En materia sanitaria, cargó contra las largas listas de espera; y en política fiscal o social, repasó la política impositiva, los recortes y la pobreza que impide a numerosas familias gallegas comer a diario pescado, carne o pollo.
Ana Pontón le respondió a Alberto Núñez Feijóo que ni ella ni ningún grupo le había recriminado los cuatro gallegos muertos en los incendios forestales del año pasado, sino que los habían "nombrado" al repasar la política en materia de prevención y gestión de los fuegos. La líder del Bloque aprovechó para recriminarle al presidente de la Xunta que fue él quien "con una manguerita" dijo que con el PP "no moría gente en los incendios", cuando se produjo la gran oleada de fuegos de 2006. Para Leiceaga, la política contraincendios de la Xunta hoy en día consiste en "esperar a que llueva".
También, como ocurrió a lo largo del día, los grupos de la oposición pidieron a Feijóo que censurase al alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, tras decir que la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, es la "chacha para todo" del regidor de Vigo, Abel Caballero. "Ni una sola desautorización de los alcaldes machirulos que tiene por el país", criticó Villares la falta de reacciones en el seno del PP.
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