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La agresión con un machete en el Raval agrava la crisis de seguridad

Un vecino graba una pelea con arma blanca y la achacan a una pelea por cuestión de drogas

Alfonso L. Congostrina
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Machete attack in Barcelona’s Raval neighborhood caught on camera

El escalofriante vídeo de una agresión con un enorme machete esta mañana en el Raval de Barcelona ha agravado la crisis de la seguridad que vive la capital catalana. En las imágenes, registradas desde un balcón de la calle de Carretes, un joven con el torso desnudo y los pies descalzos ataca con un cuchillo de grandes dimensiones a otro que permanece indefenso y herido en el suelo llorando y rodeado de abundante sangre. El gobierno de la alcaldesa Ada Colau reconoció ayer que está preocupado, que la agresión no es un hecho aislado y volvió a exigir al Govern que despliegue más dotaciones de mossos en la zona.

El incidente ocurrió pocas horas antes. Tras recibir el aviso, los agentes de la policía autonómica se personaron en la calle Carretes junto con una ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas (SEM). En el suelo estaba el herido, un joven de unos 25 años, conocía al agresor y fue trasladado hasta el Hospital del Mar. La víctima era un viejo conocido de los agentes y pronto identificaron al agresor y localizaron el machete a pocos metros del incidente. Los mossos abrieron una investigación para intentar detener al agresor. Todo apunta a que la disputa entre los dos individuos esté relacionada con el tráfico de drogas.

Un vecino de la calle Carretes captó, poco después de las 8.00 de la mañana, con su móvil, escondido tras las ventanas de un inmueble, las imágenes de la agresión. La grabación tuvo un impacto en la sesión plenaria del Ayuntamiento de Barcelona donde la oposición, a raíz de una proposición de Esquerra Republicana, reprochó al gobierno municipal la “degradación que están sufriendo los barrios”.

La propia alcaldesa tuvo que responder a una pregunta de Ciudadanos sobre qué piensa hacer para rebajar las cifras de criminalidad. “Estoy preocupada. Los vecinos tienen razón”, respondió la primera edil, que aseguró que la Guardia Urbana ha aumentado un 15% las detenciones, e insistió al Govern de Quim Torra que destine a la zona más agentes de los mossos.

Durante el pleno, el concejal de ERC Jordi Coronas admitió que faltan efectivos, pero lamentó que la situación es de “emergencia". “El papel lo aguanta todo, pero la calle no”, afirmó. Jaume Ciurana, del PDeCAT se mostró escandalizado de que hace unas semanas los vecinos pidieran al manifestarse “que la situación no empeore”. Desde Ciudadanos el concejal Paco Sierra hizo referencia a las imágenes del “machete de la jungla” y aseguró que Barcelona es la ciudad más insegura de España y que la gestión de Colau “está haciendo que algunos barrios sean un infierno”.

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“Vienen del activismo pero ahora no solo no resuelven sino que no escuchan porque no quieren oír a vecinos que viven al límite”, afirmó la socialista Carmen Andrés. Desde el PP Alberto Vilagrasa aseguró que en la ciudad “es un chollo delinquir”. Solo desde la CUP Maria Rovira llamó a rechazar “un escenario de caos y apocalipsis que estigmatiza los barrios”.

El número dos de Colau, Gerardo Pisarello, respondió a las acusaciones enumerando las medidas tomadas para acabar pidiendo la implicación de otras administraciones. El comisionado de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Amadeu Recasens, admitió que la agresión no es un “hecho aislado”. “Hemos hablado varias veces con Interior y creemos que debe haber más agentes en las calles”. Recasens recordó que el Consistorio está “hablado con judicatura y la fiscalía para conseguir sentencias más rápidas y contundentes”. Recasens concluyó: “Barcelona no tolerará este tipo de hechos. No habrá impunidad en nuestra ciudad”.

Solo unos minutos más tarde del suceso, un grupo de vecinos de la calle Riera Baixa denunció los problemas de inseguridad que les impiden, según afirmaron, poder llevar “una vida digna”, con peleas, robos y “ataques machistas diarios”. La denominada asamblea de auto-organización vecinal de Riera Baixa aseguró que desde hace un tiempo “se han traspasado las líneas rojas” de convivencia, ya que vecinos se han tenido que enfrentar con ladrones y “otros asiduos de nuestra esquina con la calle Hospital”.

“Las vecinas no podemos caminar tranquilas por nuestra calle sin sufrir ataques machistas, amenazan con cuchillos a los comerciantes y vecinos”, denunció esta plataforma, que calificó la situación de “insostenible y de emergencia”. Según los vecinos, las administraciones, tanto el gobierno municipal como la oposición, la Generalitat y la policía “son plenamente conscientes de los problemas que sufrimos y vemos con preocupación que hasta ahora no han solucionado la conflictividad”.

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