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La acampada independentista no abandonará Sant Jaume durante la Mercè

Los acampados acuerdan reducir el número de tiendas pero no dejarán de la plaza para que no haya manifestaciones contrarias a la independencia

Alfonso L. Congostrina
Acampada indipendentista en la Plaza Sant Jaume.
Acampada indipendentista en la Plaza Sant Jaume. Massimiliano Minocri (EL PAÍS)

Los integrantes de la acampada independentista que permanece desde el 11 de septiembre en la plaza de Sant Jaume y que se ha puesto como fecha final de la protesta el día en que se “proclame la república catalana” no abandonará la plaza durante las fiestas de la Mercè. Los acampados han precisado que después de haber mantenido diversas conversaciones con cargos políticos y con entidades culturales colaborarán “facilitando el desarrollo de las actividades previstas” durante las fiestas. Los independentistas conceden reducir el número de tiendas pero no a perder su posición en la plaza ya que la intención, a corto plazo, es evitar que puedan acceder a Sant Jaume cualquier protesta que reivindique la unidad de España, exija el español en la escuela u homenajee a la Policía Nacional o la Guardia Civil.

Las fiestas de la Mercè comienzan el viernes y la plaza Sant Jaume es uno de los escenarios principales de la celebración. Si la acampada seguía como hasta ahora, ocupando gran parte de la plaza, la Guàrdia Urbana podría desalojarla amparándose en que la protesta podría representar un riesgo para la seguridad de los que participen en los actos de la Mercè. Un desalojo que no interesaba ni al equipo de gobierno ni a los propios acampados. Estos últimos consideran que es el momento de preservar e impedir que colectivos contrarios a la independencia ejerzan su derecho a la manifestación dentro de la plaza. De hecho, el pasado domingo los campistas junto con miembros de los CDR y otros militantes y simpatizantes independentistas evitaron que accediera a la plaza una manifestación a favor del español en las escuelas catalanas. El próximo 29 de septiembre tienen previsto concentrarse en la plaza un grupo de Guardias Civiles y Policías Nacionales dispuestos a homenajear a sus compañeros que el pasado 1 de octubre intentaron que no se celebrara el referéndum. La acampada independentista considera que no puede perder la posición durante las fiestas de la Mercè y así estar preparados para que los agentes no puedan acceder a la plaza el día 29.

El equipo de Ada Colau lleva desde el pasado lunes negociando con los campistas. Este miércoles, el tercer teniente de alcalde, Jaume Asens, aseguró: “Hemos hablado con los integrantes de la protesta y les hemos expresado que la acampada, ahora mismo, es incompatible con las celebraciones de la Mercè. Hemos encontrado buena disposición por parte de ellos y esperamos que en las próximas horas la protesta pueda modificarse en términos compatibles con las fiestas”.

Desde la acampada aseguran haber recibido varias visitas como la del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, del exalcade Xavier Trias o del diputado de la CUP, Carles Riera. Asens admitió que la acampada preocupa hasta tal punto al equipo de gobierno que él mismo junto con la alcaldesa, Ada Colau, estuvieron hablando de la protesta el pasado martes y este miércoles con el president Quim Torra.

“Nos costa que los acampados están debatiendo cómo reducir a la mínima expresión la protesta durante la fiesta. Nosotros solo tenemos que hacer un llamamiento a la responsabilidad y aclarar que las concentraciones son competencia de la Genralitat”, sostiene Asens.

Miembros de la acampada aseguran que una de las opciones que les plantearon los técnicos del Ayuntamiento era el traslado a la plaza de Sant Miquel. Un traslado que desecharon ya que consideraban que desde allí no podrían regresar a Sant Jaume para impedir la manifestación policial del 29 de septiembre. Todo apunta a que durante las fiestas de la Mercè la protesta vuelva a quedar reducida a tres tiendas de campaña y, a partir de la próxima semana, volver a crecer.

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El presidente del grupo municipal del PSC, Jaume Collboni, ha exigido este jueves a la alcaldesa Ada Colau que no permita la politización del espacio público y desaloje la acampada. “Colau debe velar porque el espacio público sea neutral”, ha dicho y ha asegurado que el gobierno municipal dispensa un “trato preferente a los independentistas”, con quien ha mediado, mientras el sábado pasado, ha recordado, mil vecinos se manifestaron contra su gestión y no les recibió.

El presidente del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, ha reclamado "despolitizar" las fiestas de la Mercè "para que sean de todos". Para Fernández Díaz, "unas fiestas de la Mercè despolitizadas no es consentir al independentismo una barra libre de infracción de normas y ordenanzas, ya que pueden enganchar carteles, colocar pancartas, celebrar actos sin licencias, ni permiso, sin pagar tasas o hasta acampadas irregulares, infringiendo la ordenanza de paisaje urbano en la misma Plaza Sant Jaume". Fernández Díaz ha pedido también el desalojo inmediato. 

Por su parte, la líder de Ciudadanos, Carina Mejías, ha requerido también formalmente a Colau que desaloje "de forma inmediata" la acampada porque "las fiestas de La Mercè "son una oportunidad para unir y no para dividir". Mejías ha escrito una carta a la alcaldesa para que garantice el uso del espacio público "por parte de todos los ciudadanos" y para que haga "cumplir las ordenanzas". 

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