Lleida alquila pisos para paliar la escasez de médicos

El colegio de Médicos de Lleida se ha marcado como reto poner freno a la fuga de médicos en la zona. La entidad ha inaugurado este jueves una nueva sede con una peculiaridad: incorpora 36 apartamentos amueblados para acoger a sanitarios. La iniciativa pretende, con alquileres con precios por debajo de mercado, seducir a más médicos y que Lleida salga del listado de destinos pocos atractivos para los sanitarios. La gran extensión de la provincia, la cantidad de municipios rurales y con población envejecida dentro de la Cataluña vaciada y la presencia de destinos más atractivos (Barcelona, Girona y Tarragona) hacen que en Lleida cueste mucho cubrir las plazas de médicos y sanitarios.

Kenza Jinat tiene 25 años y en mayo comenzará su vida laboral como médico interno residente (MIR) especialista en aparato digestivo en el Hospital Arnau de Vilanova de Lleida. “Soy de Madrid y mis primeras opciones fueron en mi ciudad y Valencia. No lo conseguí”, admite Jinat. La joven consiguió plaza en Lleida y no entiende que la ciudad sea tan poco atractiva para sus compañeros, ya que permite desplazarse en AVE a otros puntos de España. “Siempre he vivido en grandes ciudades donde todo está a más de una hora. Ahora estoy pendiente de poder alquilar un piso del colegio de médicos e ir andando a mi trabajo”, explica.

A finales del pasado agosto, el sindicato Metges de Catalunya denunciaba que una decena de sanitarios se habían marchado del hospital Santa Maria y que algunos centros hospitalarios de Lleida estaban pagando cantidades desorbitadas para que los especialistas se trasladasen unas horas hasta esta ciudad catalana unos pocos días a la semana. A todo ello, se suma la fuga de médicos que se sienten atraídos por las mejores condiciones laborales de otras comunidades.

Ante estas dificultades, el Colegios de Médicos ha decidido construir apartamentos para acoger a los ansiados sanitarios. “Los colegios profesionales representamos, ordenamos y regulamos la profesión. Pero también vigilamos que la profesión se haga en condiciones”, asegura su presidente, Ramon Mur, quien admite que hace ocho años tuvo la idea de los apartamentos. Era un momento en que la antigua sede del colegio se quedaba pequeña y los colegiados localizaron un solar frente al Hospital Santa Maria, a pocos metros del Hospital Arnau de Vilanova. “Con viviendas se lo pondríamos más fácil al ginecólogo de Vielha que solo va unos días allí y podría vivir en nuestros apartamentos”, ejemplifica.

Al final, después de una inversión de siete millones de euros —pagada por colegiados y algunas ayudas públicas— se ha construido un edificio que es sede y vivienda. Mutual Médica es quien gestiona los 36 apartamentos, de 30 metros cuadrados cada uno de ellos. Los sanitarios alquilarán estos pisos amueblados y con electrodomésticos, situados en la zona alta de Lleida, por un precio que oscila entre los 600 y 700 euros. Pero, además, vivir en el colegio tendrá muchos más beneficios. “Tenemos salas de formación, un casal del Médico, cuidadores para personas mayores y niños, gestión de limpieza e, incluso, la posibilidad de reservar menús para que los médicos se dediquen a ser médicos y no tengan ni que cocinar en casa”, destaca Mur. “No me consta una iniciativa igual en todo el territorio español”, concluye.

“El médico que va a Lleida porque es un Mir, quiere estudiar, es especialista… ya no tendrá problemas de vivienda”, defiende Lluis A. Morales, presidente de Mutual Medica. “El precio estará por debajo de mercado pero, aun así, tendremos rentabilidad. Este jueves han venido representantes de 40 de los 52 colegios que hay en España para comprobar cómo es esta iniciativa. Algo así debe replicarse en más ciudades porque este año han quedado más de 500 plazas Mir desiertas y hay verdaderos problemas para cubrir plazas en Ibiza o Menorca, donde los médicos también son necesarios”, añade.

El consejero de Salud, Manel Balcells, ha pedido este jueves “tranquilidad” a seis alcaldes leridanos de la zona del Baix Segre que denuncian la falta de facultativos. Los primeros ediles de Aitona, la Granja d’Escarp, Almatret, Massalcoreig, Maials y Seròs han asegurado que, de los siete médicos del Área Básica de Salud (ABS) de Seròs, dos están en permiso de maternidad, otro obtendrá el permiso en agosto y una doctora trabaja media jornada tras haber sido madre recientemente. Hay un facultativo que está a punto de jubilarse y otro que no puede desplazarse por los municipios por lo que los primeros ediles han alertado a Salud que en puertas de la campaña de la fruta la situación es crítica. Balcells ha admitido “bajas puntuales que a veces cuesta cubrir”, pero ha garantizado la presencia de profesionales.

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