Los manteros de Barcelona acusan ahora al turista de agredirles
Una semana después de la pelea que acabó con un visitante en el hospital, los vendedores ambulantes se defienden
Los vendedores ambulantes ilegales de Barcelona han denunciado esta mañana ser víctimas de una persecución y han asegurado que la crisis política surgida tras la agresión de un turista por parte de manteros tiene una explicación: “Los manteros se defendían de una agresión previa”.
Lamine Sarr, uno de los portavoces del llamado Sindicato Mantero, ha convocado esta mañana una rueda de prensa para aclarar los hechos que tuvieron lugar hace una semana cuando un vendedor ambulante abrió la cabeza a un turista con la hebilla de un cinturón. Unos hechos que la oposición a Colau utilizó para convocar una comisión extraordinaria donde denunciaban la inseguridad en el distrito barcelonés de Ciutat Vella y que concluyó con una nueva reprobación a la alcaldesa, en esta ocasión, como responsable de seguridad.
Los miembros del Sindicato Mantero estaban arropados esta mañana por otras entidades afines como Tras la Manta, El Espacio del Inmigrante o el colectivo del Raval Putas Indignadas. Pretendían también cuestionar la labor de los medios de comunicación y antes – durante y después- de la rueda de prensa estuvieron insultando a los periodistas por, supuestamente, no contar toda la verdad sobre lo sucedido.
Sarr, micrófono en mano, criticó que la versión de los manteros no ha aparecido publicada. Comenzó su intervención defendiendo: “La mayoría de manteros tienen sus propios oficios, pero no pueden ejercerlos por las leyes de extranjería y por el racismo que destroza nuestras vidas”.
Tras recordar casos mediáticos como la muerte del mantero Mor Sylla en Salou o la de Mame Mbay en Madrid, Sarr dio la versión de los vendedores sobre la agresión del pasado 1 de agosto. “Unos hombres borrachos estaban regateando con un mantero. Estos hombres llevaban una botella de cerveza en su mano, insistieron pagar un precio por un bolso que el mantero no podía aceptar. Los hombres borrachos comenzaron a tratar de tontos a los manteros y los vendedores les dijeron que se fueran”, asegura el portavoz. Según el Sindicato Mantero, estos individuos rompieron la botella que llevaban y cortaron con los vidrios a un mantero lo que supuso que varios vendedores ambulantes acudieran en su ayuda y todo desembocara una pelea. Fue en ese momento cuando apareció el turista agredido. Según Sarr el turista estaba en la terraza de un bar y se unió a la pelea en el transcurso de la cual resultó herido.
Los manteros han pedido que aparezcan más imágenes para esclarecer lo sucedido pero no han presentado ningún tipo de denuncia por las heridas que sufrió uno de los vendedores. El portavoz del sindicato es rotundo al afirmar que la versión que dio el agredido en la que aseguraba que fue a socorrer a una mujer con un carrito increpada por los manteros es “falsa”. Aún así, el portavoz reiteró: “Lamentamos mucho lo ocurrido” y pido disculpas.
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