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El Canal adjudicó 115 millones a dedo en suministros en ocho años

Un informe de la Cámara de Cuentas denuncia que se troceaban los contratos para evitar el concurso público

Vicente G. Olaya
Sede del Canal de Isabel II, en la calle de Santa Engracia.
Sede del Canal de Isabel II, en la calle de Santa Engracia.santi burgos

El Canal de Isabel II, según el informe que la Cámara de Cuentas ha realizado sobre esta empresa pública de la Comunidad de Madrid, adjudicó sin concurso público más de 115 millones de euros en suministros entre los años 2008 y 2015. Los auditores señalan que este tipo de adjudicaciones carecía de sentido porque se trata, en su mayor parte, de “materiales almacenables (contadores, tuberías o válvulas) que la empresa usa habitualmente, por lo que no resulta lógico adquirirlos por el método de urgencia". Además, para sortear el importe máximo permitido por la ley, se fraccionaban los contratos.

Para los auditores públicos “es significativo” el interés del Canal de Isabel II en realizar compras millonarias sin concurso público, ya que la competencia entre empresas reduce el precio final de los materiales. La Cámara de Cuentas insiste en su informe que la suministradora de agua tenía que saber con “antelación suficiente lo que iba a necesitar, teniendo en cuenta criterios de stock y consumo habitual de cada uno [de los recambios]”. De hecho, los fiscalizadores denuncian que “diversos materiales fueron adquiridos simultánea o sucesivamente mediante contratos mayores [con concurso] y menores [sin él], siendo frecuente la contratación mayoritaria o exclusiva mediante estos últimos durante largos periodos de tiempo”.

En concreto, señalan a “una determinada empresa a la que se le realizaron pedidos de suministro de tuberías, válvulas y piezas especiales con contratos menores y mayores por valor de cinco millones de euros”. Y destacan que a esta sociedad se le adjudicaron a dedo el 84,5% de las compras. Los auditores analizan, uno por uno, los recambios y piezas que fueron adquiridos por el Canal. En el caso de los contadores de agua, como material fácilmente almacenable, “resulta excesivo el elevado número de contratos menores tramitados para su compra, por lo que la contratación menor debería ser residual y limitada a los supuestos de necesidades imprevisibles”.

La Cámara sostiene, además, que “se adquirieron contadores mediante contratos menores, aunque estaba vigente uno mayor que incluía determinado modelo”. Además, se realizaron fraccionamientos en estas compras para no rebasar el límite legal de 18.000 euros que obligaría a convocar un concurso abierto. El volumen de compras a dedo fue tan grande que el “importe de los contadores adquiridos mediante contratación menor supuso un 50,14% del importe de los comprados mediante contratos mayores”.Y dan ejemplos de diferentes modelos de contador adquiridos así. “El 25 de octubre de 2010 se tramitaron seis contratos menores con documento de compra correlativo, cada uno por un importe inferior al de los contratos menores [18.000 euros como máximo] por un total de 57.385 euros”.

En noviembre de ese año se volvió a repetir la operación, pero ya por 157.160 euros, y entre febrero y mayo de 2011 el fraccionamiento alcanzó los 399.449 euros. Los auditores ponen otros seis ejemplos más de fraccionamientos, todos entre 88.000 y los 334.000 euros. Algo parecido pasó con las tuberías, las válvulas y los manguitos. Los fiscalizadores insisten en que el Canal tiene que conocer cuántos de estos repuestos necesita normalmente, “por lo que no se justifica la adquisición habitual mediante contratación menor”.

Todas las puertas de los contadores también se compraron sin concurso entre 2008 y 2015, indica el informe. Además, entre 2011 y 2012, se adquirieron mediante fraccionamientos de menos de 18.000 euros, “pero superando el importe total mensual dicha cantidad”. Así cada año se adquirían puertas de contadores por valor de más de 250.000 euros sin ningún tipo de concurso ni competencia.

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Con las tapas de las calles ocurrió lo mismo. Entre 2009 y 2013, una determinada empresa [no da el nombre] recibió sin concurso 644.480 euros. “Los pedidos realizados se realizaban con una frecuencia casi mensual y en ocasiones el mismo día”. La Cámara hace especial hincapié en el apartado “otros repuestos”, que es “el que representa el mayor importe de gasto”: 4,7 millones en cuatro años. Y señala a una firma que logró 699.894 euros en contratos entre 2010 y 2013. “Las adjudicaciones a esta empresa se producen prácticamente durante todos los meses de cada año”. “Sirva como ejemplo”, continúan, "que el 3 de febrero de 2010 se realizaron 28 pedidos de material informático". En concreto, entre 2010 y 2013 se adjudicaron sin concurso 2,15 millones de euros.

Juez y parte

La Cámara recuerda que en el caso de algunas adjudicaciones efectuadas mediante concurso tampoco los procedimientos fueron transparentes. Pone como ejemplo que el 15 de noviembre de 2001 se adjudicó un contrato de atención a los clientes a una empresa en la que tenía acciones el Canal. De hecho, sus directivos formaban parte de los órganos de dirección y administración de la adjudicataria. En 2009, el contrato vencía, por lo que se abrió un expediente para volver a sacarla a concurso, pero había un riesgo: que la nueva adjudicataria no se quedase con los trabajadores o, si lo hacía, que hubiera problemas a la hora de pasar los empleados de una a otra firma. Finalmente, se decidió dejar todo como estaba. Entre 2009 y 2011 se siguió presentado el servicio “sin cobertura contractual” que ligase al Canal con la primera empresa. Finalmente, se volvió a contratar a la sociedad “pero la mesa de contratación fue presidida” por un directivo del Canal “que en aquellos momentos formaba parte de los órganos de administración de la empresa que resultó contratada”. “Esta circunstancia no debió producirse debido a que dicho director debía haberse abstenido de cualquier participación en el procedimiento de contratación”.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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