La barandilla de La Concha causa furor

Los 225 tramos de la icónica barandilla de La Concha, uno de los elementos más deseados por los donostiarras, con más de 100 años de historia dominando el enclave más bello de la ciudad, ya tienen dueño. El Ayuntamiento de San Sebastián ha realizado este viernes el sorteo para asignar un pedazo de la historia de la ciudad entre las 7.389 personas -un 4% de los habitantes de la capital- que dieron su nombre para adquirirla. La próxima primavera volverá a entregar una segunda remesa.

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Las autoridades municipales se encontraron ante la disyuntiva de enviar al desguace las barandillas que se van a retirar del paseo de La Concha o ponerlas a disposición de la ciudadanía mediante una subasta o un sorteo. Optaron por esta última solución y en apenas 24 horas recibieron más de un millar de solicitudes. En total fueron 7.389 los interesados, de los que 6.982 eran empadronados en la ciudad y los 407 restantes, nacidos pero no residentes en San Sebastián.

Los agraciados tienen el honor de ser propietarios de un módulo de la simbólica balaustrada donostiarra. Recibirán una pieza de 80 centímetros de ancho y 50 kilos de peso que el Ayuntamiento les entregará tras dividir las cinco secciones que tiene cada uno de los tramos del paseo que va desde el hotel Londres hasta el balneario de La Perla.

La barandilla se instaló por tramos entre los años 1910 y 1920 por toda la calle de los Baños (antiguo nombre del actual Paseo de La Concha), desde el Club Náutico hasta el túnel de El Antiguo, y también en pequeños miradores del paseo de Miraconcha. Eran los años en que la ciudad vivía el apogeo de la Belle Époque y la reina Isabel II acudía a veranear a San Sebastián. El Ayuntamiento decidió renovar todo el frente playero y encargó su diseño al arquitecto municipal en aquella época, Juan Rafael Alday. El rey Alfonso XIII presidió en 1916 la inauguración oficial.

De todo el mobiliario urbano de San Sebastián, la barandilla de La Concha es su elemento ornamental más emblemático. Ha cumplido 100 años asomada al arenal donostiarra y sigue siendo el encuadre perfecto de los miles de fotografías panorámicas que se toman de la costa; también ha sufrido en este tiempo los duros embates del oleaje del Cantábrico.

Para evitar que los particulares hagan negocio con un elemento tan cotizado en sus manos, el Ayuntamiento, poseedor de la propiedad intelectual de la barandilla, les obligará a firmar un documento en el que se comprometen a no comercializarlo y en el caso de que deseen desprenderse del mismo, deberán devolverlo. La cesión es gratuita aunque cada uno de los agraciados deberá desembolsar 145 euros para costear el gasto de dividir en unidades los tramos de la barandilla. Una empresa de Gipuzkoa es la única autorizada para comercializar en Internet paneles de la simbólica barandilla, en aluminio o en hierro fundido, con precios a partir de los 490 euros.

Un tramo de 100 metros de barandilla se ha apartado para cederlo gratuitamente al Ayuntamiento de Lepe (Huelva). Adornará parte del paseo marítimo dela playa de La Antilla y formará parte del museo al aire libre que esta localidad quiere instalar con réplicas de monumentos emblemáticos de algunas ciudades españolas.

Esta misma semana, el pleno municipal ha dado luz verde a la reforma y ampliación del voladizo de La Concha, lo que obligará a cambiar el barandado que va desde La Perla hasta el túnel del Antiguo. El proyecto tiene un presupuesto de 4,1 millones de euros, de los que 1,5 millones irán con cargo a los Presupuestos Generales del Estado de 2018 tras el pacto que el PNV alcanzó con el Gobierno de Rajoy. Esas barandillas volverán a sortearse en la primavera del próximo año, según fuentes municipales.