Romanos bajo los antiguos juzgados de Barcelona
El derribo del edificio por reformas hace aflorar una necrópolis
La existencia de restos romanos bajo el edificio que ocuparon los antiguos juzgados de Barcelona antes de su traslado a la Ciudad de la Justicia de L’Hospitalet de Llobregat era un hecho conocido por algunos responsables políticos. Siendo ya presidente de la Generalitat, entre 2003 y 2006, el exalcalde de Barcelona Pasqual Maragall comentó a una autoridad judicial con ironía: “No se os ocurra excavar nunca bajo los juzgados porque está lleno de restos romanos”. Y no se equivocó porque los trabajos de demolición de los edificios judiciales situados al comienzo del paseo Lluís Companys (iniciados el pasado 14 de junio) habrían detectado restos de una necrópolis romana. Fuentes del Departamento de Justicia que coordinan los trabajos de demolición y las excavaciones no desmienten el hallazgo, si bien remiten a que los detalles se harán públicos la semana próxima. Aun así, los restos que han aflorado “no solo son romanos” y se deduce su importancia porque admiten que “pueden condicionar el resto de trabajos”.
Las obras ya empezaron con un grupo de arqueólogos al lado ante la alta posibilidad de que la zona conservara restos arqueológicos, como así ha sido. Los edificios dieron paso pronto a montañas de escombros que están siendo retirados de forma constante desde entonces. Ayer había tan solo tres obreros: el conductor de una excavadora, el de un camión que recogía los escombros y un operario que controlaba el acceso de vehículos. Pero había más operarios: en concreto, seis arqueólogos que, tras excavar en la esquina de la calle Picasso y paseo de Pujades (sector que se mantiene cubierto con plásticos), trabajaban ahora en el extremo superior del solar, junto a la calle Comerç.
En los trabajos han aparecido restos de la historia de Barcelona, como construcciones vinculadas a la Exposición Universal de 1888, en concreto el Palacio de las Bellas Artes, que acabó derribado para aprovechar sus vigas. Están encima de restos de edificios del barrio de la Ribera de los siglos XIV al XVIII. Y por debajo, los restos romanos, tal y como vaticinó Maragall.
Zona rica en restos
Fuentes del departamento de Justicia no quieren aportar datos sobre la cantidad y la época exacta de los restos hallados, si bien todo apunta a la continuación de la necrópolis tardorromana que se extiende por esa zona.
La arqueología barcelonesa cuenta desde hace unos años con una herramienta excepcional: la Carta Arqueológica de Barcelona, en la que se recoge toda la documentación patrimonial sobre las excavaciones realizadas hasta la fecha en la ciudad, con más de 3.000 puntos de interés. Por eso, a los arqueólogos no les ha extrañado la aparición de restos romanos, parecidos a los que se hallaron en sendas excavaciones en el paseo Pujades, 1 en 1995, antes de construir nuevas dependencias para la Universitat Pompeu Fabra, y en 1997, cuando se llevó a cabo la construcción de 30 viviendas de protección oficial. En total fueron localizadas 38 tumbas del periodo tardorromano datadas entre los siglos VII y IX que presentaban características parecidas como estar cubiertas por losas y los cuerpos de los enterrados orientados en sentido este-oeste, con la cabeza hacia poniente.
También se excavaron muros de época medieval y otros del siglo XVIII, así como cráteres ocasionados por las explosiones realizadas por los técnicos de Felipe V para derribar el millar de casas de la Ribera para poder construir la enorme ciudadela militar, después de 1714.
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