Hallados los primeros restos de represaliados en la mayor fosa común de Galicia
Las exhumaciones de la Asociación por la Recuperación de los Desaparecidos en el Franquismo han sido financiadas con donaciones y tras siete años de investigación
Solo un día después de que el Gobierno del socialista Pedro Sánchez haya anunciado que asumirá los trabajos para recuperar los cadáveres de los asesinados por el fascismo, voluntarios de la Asociación por la Recuperación de los Desaparecidos en el Franquismo (ARDF) han hallado en la mayor fosa común de Galicia los primeros restos de represaliados de la Guerra Civil. Los huesos desenterrados en el municipio coruñés de Aranga este jueves, con signos evidentes de ejecución, son el fruto de siete años de investigación y el ejemplo de las dificultades que han padecido los colectivos de recuperación de la memoria histórica durante los gobiernos del PP.
"Ya era hora", responde el presidente de la ARDF, Santiago Carcas, sobre el anuncio del Gobierno, que a él y a sus compañeros ha pillado en plena faena en Aranga. Los restos óseos han sido encontrados en el cementerio de Vilarraso después de diez días de excavación y durante una campaña que ha sido financiada a través de donaciones, ante la falta de ayudas públicas. Los voluntarios han hallado evidencias de que se trata de entre seis y diez personas asesinadas, relata Carcas. "Tienen múltiples fracturas por impacto de proyectil, incluso alguno con dos disparos", ha explicado en conversación teléfonica.
Las investigaciones realizadas por esta organización apuntan a que en esta fosa de Aranga podrían haber sido enterrados 37 represaliados por los franquistas entre 1936 y 1938. Los planes de la ARDF incluyen emprender este verano trabajos de exhumación en otras dos fosas comunes situadas en Aranga y una tercera en Foz (Lugo). Esperan hallar los cadáveres, entre otros, de una maestra republicana, un alcalde socialista y tres maquis, solo una pequeña parte de las 800 víctimas mortales de la Guerra Civil que según los expertos siguen desaparecidas en Galicia.
"Llevamos muchos años intentando recabar ayudas pero ha sido imposible. Al menos ahora tendremos cierta seguridad de que podremos excavar, hacer un estudio antropológico y pruebas de ADN. Y, sobre todo, lo más importante: localizar familiares, eso es lo fundamental", señala Carcas. Durante estos años, la asociación ha localizado a varios parientes de los represaliados que se cree están enterrados en Aranga y que esperan con el corazón encogido los resultados de las exhumaciones.
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