Los docentes denunciados por humillar a hijos de guardias en Sant Andreu de la Barca piden el traslado

Ocho de los nueve docentes del instituto El Palau de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) denunciados por la fiscalía por humillar presuntamente a hijos de guardias civiles tras el referéndum del 1 de octubre han pedido el traslado de centro. Fuentes consultadas aseguran que los acontecimientos vividos en el instituto, donde un juez mantiene abierta la causa por un delito de odio contra alguno de los docentes, han precipitado, además, que otra veintena de profesores estudien también el cambio de centro para el curso que viene.

En total, cerca de un tercio de los docentes de El Palau (hay unos 115) han formalizado o manifestado su decisión de abandonar el centro, que cuenta con unos 1.200 alumnos matriculados. Las fuentes consultadas insisten en que, pese a la desbandada de profesores, la tensión de los últimos meses en el instituto no ha pasado factura a la matriculación, que se ha mantenido estable.

La Fiscalía denunció el pasado abril a varios profesores del centro por presuntos delitos de discriminación y contra la integridad moral después de que varias familias de guardias civiles le trasladasen los presuntos comentarios discriminatorios vertidos en el aula por parte de los docentes. En su denuncia, el fiscal recogió la versión de los menores sobre lo que vivieron ese día. “Estarás contento con lo que hizo tu padre”, dijo una profesora a una menor de 12 años, según la acusación del fiscal. En otros comentarios, los docentes tildaron supuestamente de “animales” y “bestias” a los guardias por las cargas policiales del 1 de octubre.

El magistrado del juzgado de instrucción número 7 de Martorell, sin embargo, no ha visto indicios de delito en cinco de los profesores del instituto denunciados. Mantiene, no obstante, las diligencias abiertas contra otros tres profesores, que se unen a la investigación abierta por el juzgado de instrucción número 3 de Martorell contra otro docente de El Palau por pedir, el 20 de octubre, a los alumnos hijos de guardias civiles que “levantaran la mano” en clase.