El gasto de Colau se dispara a un año de las elecciones
La ejecución presupuestaria revela que, de enero a mayo, el incremento ha sido del 9,83% respecto al del año pasado (766 millones de euros frente a 698)
El gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, dispara el gasto corriente (el cotidiano, sin contar inversiones o el financiero) cuando falta solo un año para las elecciones. De enero a mayo, el incremento ha sido del 9,83% respecto al del año pasado (766 millones de euros frente a 698), según revela la ejecución presupuestaria. Entre otros capítulos, aumentan el de compras, personal y las transferencias corrientes, los fondos que los servicios centrales destinan a institutos y empresas municipales y a capítulos como las subvenciones.
En el caso de los ingresos, en lo que va de año han caído un 13%, según alertó ayer el grupo municipal del PSC. El año pasado, entre enero y mayo los ingresos habían sido de 1,1 millones de euros y este ejercicio de 973 millones. La diferencia, de 147 millones, se explica en buena parte por la caída de la recaudación en impuestos como el de Bienes Inmuebles (IBI, que cae un 30%, con 113 millones menos); o el de plusvalías (cae un 23%, 23 millones). La ejecución también indica una drástica caída del impuesto que pagan los propietarios de vados: baja a la mitad.
El jefe de filas de los socialistas y ex socio de Gobierno de Colau, Jaume Collboni, alertó ayer de que el ejecutivo “ha escondido o maquillado datos respecto al nivel de ejecución del presupuesto, la caída de ingresos y las consecuencias que tendrá”. Collboni aseguró que desde varias áreas del Ayuntamiento, técnicas e incluso gerenciales, “hace tiempo que llegan noticias de que la ejecución del presupuesto va mal y que podría ser que a finales de año habrá que hacer recortes”. “Queremos saber la magnitud de la tragedia”, advirtió Collboni, que habló de que se está “rompiendo el equilibrio presupuestario” que caracteriza a uno de los ayuntamientos más saneados.
El gobierno respondió ayer que en el caso del IBI, la drástica caída se explica porque este año no se ha cobrado en mayo sino en junio. También una modificación del calendario fiscal explica la caída de la recaudación por los vados en los diez distritos. Los recibos domiciliados se cobrarán en noviembre y los no domiciliados a partir de julio. Es lógico, pues, que la recaudación haya caído tanto. Sobre la recaudación de las plusvalías (el impuesto que grava las compraventas de viviendas fue tumbado el año pasado por la justicia) el consistorio argumenta que por su “volatilidad” ha provisionado 39 millones.
Las cuentas municipales en mayo
Ingresos corrientes: 147 millones de euros menos entre enero y mayo de 2018, un 13% menos respecto al mismo periodo de 2017
Caídas de ingresos: Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) (30%, 113 millones de euros menos); plusvalía (23%, 23 millones); vados (98%, 16 millones)
Gastos corrientes: 766 millones de euros, un 9,8% más
Aumentos del gasto: personal (3,9%, 5,7 millones de euros más), transferencias corrientes (6,9%, 61 millones de euros más)
Superávit: 207 millones de euros, un 51% menos
Porcentaje de ahorro sobre ingresos: 21% hasta mayo
Fuentes municipales señalaron, en síntesis, que el de Barcelona es un consistorio “solvente, que destina sus recursos a la ciudadanía, prácticamente ha eliminado el superávit, paga a 30 días y es el que más gasto social tiene”. “No se prevé ningún recorte”, zanjaron. Las mismas fuentes aseguran que el año 2018 se cerrará con 4 millones más de recaudación por el IBI (pese a la revisión catastral que beneficia a las rentas más bajas). Y alertaron de las aportaciones del Estado o de la deuda de la Generalitat con las guarderías.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.