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Una ola gigante por el autismo surcará toda la costa guipuzcoana

El proyecto solidario Marea Urdina nadará desde Mutriku hasta Hondarribia en apoyo a las personas con necesidades especiales

Mikel Ormazabal
Mil niños de Zumaia forman un corazón para el videoclip del proyecto solidario Mareaurdina.
Mil niños de Zumaia forman un corazón para el videoclip del proyecto solidario Mareaurdina.

"Somos la ola, la ola", dice la canción que anuncia la llegada de la marea azul que este próximo fin de semana cruzará toda la costa de Gipuzkoa. El proyecto solidario Marea Urdina (marea azul) quiere hacer realidad un reto que hace nueve meses arrancó con el propósito de dar visibilidad a las personas con autismo y ahora ha alcanzado unas dimensiones que sus impulsores no habían imaginado. 80 nadadores y cientos de bañistas voluntarios formarán este sábado y domingo una ola gigante que cubrirá a nado las 34 millas (63 kilómetros) que separan Saturraran (Mutriku) de Hondarribia.

Cuatro amigos de Azkoitia y Azpeitia se marcaron en octubre pasado el objetivo de "hacer un poco de ruido" para agitar las conciencias, sensibilizar a la población sobre las necesidades de las personas con TEA (Trastorno del Espectro Autista) y otras discapacidades especiales. Pablo Domínguez, Julen Esteban, Leire Ceciaga y Aritz Orbegozo, aficionados a la natación y con alguna persona con autismo en sus familias, decidieron poner en marcha la iniciativa solidaria Mera Urdina. Necesitaban reunir a 15 o 20 nadadores dispuestos a realizar en etapas y por relevos todo el litoral guipuzcoano.

La respuesta que recibieron desbordó todos los cálculos que habían previsto. Aritz Orbegozo, padre del azkoitiarra Luken, un niño con autismo de 10 años, reconoce que Marea Urdina nació en un ámbito local pero ahora "se ha extendido a toda Gipuzkoa y ha traspasado muchas fronteras": "No habíamos imaginado que tanta gente se fuese a sumar a nuestra marea. Esto ya es un éxito antes de celebrarse la travesía. Hemos conseguido que muchas personas conozcan mejor el autismo", afirma. El 5% de la sociedad tiene algún tipo de discapacidad y un el 1% tiene autismo (unas 1.500 personas en Gipuzkoa), aseguran en su página web.

Necesitaban 2.500 euros para costear los gastos de esta aventura. Abrieron una línea de crowdfunding (micromecenazgo) para recibir fondos que en muy poco tiempo había cubierto el 100% del presupuesto. "Ya hemos conseguido el doble de lo que pedíamos", apunta Orbegozo. Todo el dinero sobrante después de pagar los permisos, seguros, las dotaciones de salvamento, el barco que acompañará a los nadadores... se donará a una asociación benéfica. Dieron la opción de adquirir cada una de las millas náuticas de la travesía guipuzcoana, una suerte de fila cero que se agotó en un santiamén.

Si querían contar con una veintena de nadadores, ya son 80 los que han comprometido su participación en la aventura a nado entre Mutriku y Hondarribia. El sábado realizarán los 27 kilómetros que distan Saturraran de la playa de Orio, un trayecto que está dividido en ocho etapas de algo más de dos kilómetros cada una y que esperan realizar a un ritmo de 3,5 kilómetros por hora. Al día siguiente, los 36 kilómetros entre Orio y Hondarribia, estos más exigentes al contar con escalas más largas, como los 11,7 kilómetros que hay desde Orio hasta San Sebastián y los últimos 16 kilómetros desde Pasaia hasta la llegada a Hondarribia.

"El objetivo no es llegar rápido, sino llegar lejos", asegura Julen Esteban, uno de los organizadores. El espíritu de Marea Urdina es dar cabida "a todas las personas que quieran involucrarse en esta experiencia", aunque son conscientes de que un reto de este tipo no está al alcance de cualquiera. Por eso, explica Orbegozo, se han organizado cuatro travesías populares a las que podrá sumarse "cualquiera". Estos nadadores populares se sumarán en las playas de Deba, Zumaia, Zarautz y San Sebastián a la comitiva oficial. Un barco de 15 metros seguirá a esta a lo largo de todo el recorrido y un grupo con animación les acompañará por tierra siguiendo a la ola azul.

Los nadadores irán relevándose para portar una boya durante toda la travesía. Al término de la primera etapa, en Orio, un grupo de personas de la asociación local Berdin-Berdinak, que trabaja por la inclusión social de las personas con discapacidad, recibirá a los nadadores y recogerá el testigo para cubrir los últimos 200 metros a nado. Un recibimiento similar se prevé cuando la marea llegue el domingo a Hondarribia y será la antesala de una gran fiesta que Gautena (Asociación Guipuzcoana de Autismo) organizará en la villa fronteriza.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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