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Las olvidadas pioneras del punk

Un ciclo de la Cineteca recupera la memoria de las bandas de mujeres que hicieron historia en el género

Fotograma del documental Autosuficientes, que relata la historia de Parálisis Permanente.
Fotograma del documental Autosuficientes, que relata la historia de Parálisis Permanente.

Si tuviéramos que nombrar alguna banda de punk, la mayoría pensaríamos inmediatamente en Los Ramones, en The Clash o en los Sex Pistols, pero nos costaría mucho más mencionar alguna banda que contara con mujeres entre sus componentes. Y las hubo, pero gozaron de una visibilidad mucho menor que la de las bandas masculinas. Esta invisibilización ha llegado hasta hoy, aunque por suerte, hay quien trata de hacerle justicia a estas artistas, dando a conocer su trabajo y su legado.

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Nuria Triana Toribio y Cristina Garrigós González son dos de estas personas. Ambas son catedráticas —la primera en la Universidad de Kent y la segunda en la UNED— y amigas desde hace mucho tiempo. Se conocieron estando de Erasmus en Sheffield; cuando Cristina entró en la habitación de Nuria y vio un póster de Johnny Thunders, fue la señal definitiva para sellar su amistad. Las dos llevan años investigando y publicando trabajos sobre el punk a nivel académico. Además, están preparando un libro de entrevistas sobre mujeres pioneras del punk que se titulará God Save the Queens y que saldrá después del verano en la editorial 66 rpm. 

Es gracias a su trabajo en torno a las mujeres que hicieron historia en este movimiento contracultural, que la Cineteca les propuso organizar un ciclo de cine que, además, profundizara en la historia del punk. “En los últimos años parece que ha habido un enorme interés por un fenómeno que, en principio, era algo bastante marginal. El punk tuvo repercusión en multitud de países, ha logrado pervivir a lo largo de los años y va más allá de la música; es inclusivo y dentro de él encontramos también cine, literatura, fotografía o publicaciones”, explica Cristina Garrigós.

A pesar de definirlo como un movimiento inclusivo, a las mujeres del punk siempre les ha costado más darse a conocer y recibir la atención de los medios de comunicación. Para las organizadoras del ciclo, es sobre todo una cuestión de visibilidad. “Las mujeres en el punk estaban participando igual que los hombres, pero no se les daba la misma importancia, y la industria discográfica siempre promocionó mucho más los grupos de hombres que los de mujeres”. Garrigós también destaca que, aunque la escena punk sí que era bastante igualitaria, en muchos aspectos le quedaba mucho por hacer, igual que a la sociedad de la época.

Para la selección de los títulos que forman parte del ciclo Mujeres hechas de punk, que se extenderá hasta el próximo 1 de julio, han tratado de mantener un equilibrio entre las historias de las bandas nacionales e internacionales. “Gran parte de nuestro trabajo se centra en ver qué conexiones existían entre lo que se hacía en Estados Unidos y Reino Unido y lo que estaba ocurriendo en España”. El documental The Decline of Western Civilization es el único del ciclo que fue rodado en el momento en que el punk eclosionaba y retrata la escena de Los Ángeles entre el 1979 y el 1980. Los demás títulos son más recientes, casi todos de los últimos años. Cabe destacar Here to be Heard: The Story of The Slits (2017) —sobre la salvaje formación femenina británica—, y en el ámbito local, El peor Dios (2013) —sobre la trágica y desafortunada historia de Desechables— y Autosuficientes (2016) —que relata la historia de Parálisis Permanente; su cantante, Ana Curra, estará en el coloquio posterior a la proyección del 29 de junio—.

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Aparte de las conexiones entre las escenas femeninas anglosajona y española, este ciclo también explora las particularidades del punk español. En un país con larga tradición católica, una de las señas de identidad fue el uso de la iconografía religiosa como elemento provocador; no hay más que ver el Quiero ser santa de Parálisis Permanente o la portada del disco Buen servicio de Desechables. Por otro lado, España acababa de salir de una dictadura, por lo que el deseo de ruptura era aún más fuerte. Uno de los documentales más interesantes en este sentido es el de la directora Beatriz Alonso Aranzábal, De un tiempo libre a esta parte (2015), que habla sobre las bandas que se formaron a principios de los ochenta en la capital y que darían origen a La Movida.

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