Un sector de los taxistas de Madrid aprueba vestir uniforme

Los 1.200 taxistas de la centralita de Tele Taxi de Madrid, el 7,6% de los que trabajan en la región, vestirán uniforme a partir del próximo 17 de septiembre. Así lo ha acordado este lunes una asamblea extraordinaria de este colectivo tras una votación a mano alzada celebrada en el Centro de Formación Profesional C.I.F.P. Profesor Raúl Vázquez, en el barrio de Entrevías. De los 212 profesionales que han participado en la votación, el 50% se ha manifestado a favor, el 30% lo ha hecho en contra y un 20% se ha abstenido, según Azucena Cabezas, portavoz de Tele Taxi.

De los 15.800 taxistas que operan en la Comunidad de Madrid, este es el tercer colectivo que adopta el uniforme, tras los asociados a Radioteléfono Independiente, que ya consensuaron el uso de una vestimenta común, con los pantalones o la falda azul marino y la camisa o el polo color azul celeste. También usan uniforme los conductores de Taxi Mercedes. La emisora de Tele Taxi es la segunda con más conductores asociados después de radio Teléfono Taxi.

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Azucena Cabezas ha añadido que, tras este resultado favorable, se cambiarán las normas del régimen interno de funcionamiento de la asociación, y "quienes no las cumplan, serán dados de baja del servicio". Cabezas considera que la uniformidad "es un factor que los clientes valoran positivamente".

No todas las empresas del sector son partidarias del uso del uniforme. Para Emilio Domínguez, secretario técnico de Fedetaxi, es una nimiedad. "Lo importante es ir limpio y cumplir unas normas de decoro", dice. "La ordenanza ya impide ir en bañador o con chanclas", añade. "Además, lo de no llevar uniforme se consiguió hace años y fue una conquista del sector", añade la responsable de prensa de Fedetaxi.

Conseguir eliminar el uniforme fue una lucha del sector. El 26 de julio de 1966, la plaza de Cibeles amaneció llena de cientos de gorras de taxistas que protestaban por el uso de uniforme y sobre todo, de la gorra, que les asfixiaba en verano. La protesta, que recibió el nombre de motín de las gorras, recibió la atención de toda la prensa madrileña. Los taxistas habían elegido esa forma de protesta para obligar. al Ayuntamiento a modificar la ordenanza municipal que les obligaba a llevar, además del uniforme, una gorra de plato. La decisión de uniformar a los taxistas fue durante el franquismo, la vestimenta era de color azul e incluía una gorra que si no llevaban recibían una multa de 250 pesetas".

El debate sobre la unificación de la vestimenta ha ganado importancia en los últimos meses entre el colectivo de taxistas a raíz de la competencia de otros servicios de transporte privado de pasajeros como las plataformas Cabify o Uber, que operan con licencia de alquiler de vehículos con conductor (VTC). En estos casos, el chófer suele acudir a la llamada del cliente vestido con traje o con estilo formal, lo que suele ser bien recibido por los usuarios en las encuestas de satisfacción. En su beligerancia con estos servicios, el sector del taxi cree que la indumentaria y nuevas prestaciones pueden mejorar su competitividad.