Los taxistas de Madrid plantean tarifas fijas, ‘búhos’ y unificar su vestimenta
El sector trata de mejorar la percepción del servicio, que alcanza un 7,5 de media en el último estudio del Ayuntamiento
El sector del taxi de Madrid, en lucha desde hace años contra servicios de alquiler de vehículos con conductor (VTC) como Cabify o Uber, ha identificado varias vías de mejora del servicio para hacerlo más competitivo y acercarlo a las necesidades de los usuarios. La presentación de un estudio sobre la valoración y características de la flota de taxis de la capital fue el marco en el que el presidente de la Federación Profesional del Taxi, Julio Sanz, planteó este martes una batería de propuestas sobre nuevos servicios, tarifas y atención al cliente. La Asociación Gremial del Taxi, que se quejó de no ser invitada al acto, va incluso va más allá.
Las novedades que se plantean desde el sector (la Federación Profesional del Taxi y la Gremial representan a más del 80% de los taxistas de Madrid) inciden en dos aspectos que han hecho despegar a los servicios de alquiler con conductor: las tarifas y la mejora de la atención al cliente. El Estudio del servicio del taxi,realizado en abril de 2017 por la empresa Vectio a instancias del Ayuntamiento de Madrid sobre 1.078 encuestas, arroja una valoración media de 7,5 sobre 10, pero señala las mismas debilidades, especialmente en el capítulo de los precios, donde la puntuación no llega al seis.
Las tarifas del taxi, sometidas a la regulación municipal, podrían abrirse a nuevas modalidades si la legislación autonómica y municipal acaba incorporando las fórmulas verbalizadas el martes por portavoces de las principales agrupaciones profesionales. En rueda de prensa, Julio Sanz, de la federación, destacó por ejemplo la creación de una tarifa ecológica que abarate el precio de la carrera en días con picos de contaminación y restricciones de tráfico en Madrid, así como “bonos sociales” para colectivos desfavorecidos.
Otra de sus propuestas fue la implantación de tarifas fijas en determinados recorridos durante las horas nocturnas, una adaptación del servicio de búhos para taxis que podría conectar algunos intercambiadores de transporte con municipios de la periferia como Pozuelo o Leganés. El Ayuntamiento de Leganés, destacó Sanz, estaría dispuesto a poner en marcha un proyecto piloto de “lanzaderas” desde plaza Elíptica para grupos de tres o cuatro personas. Esta misma fórmula ya se ensayó en Rivas-Vaciamadrid, pero la Comunidad lo paralizó porque se aplicaba un cobro individual, y no por la totalidad del servicio.
Desde la Gremial del Taxi, en conversación con EL PAÍS, su presidente, Miguel Ángel Leal, amplió esta propuesta de uso compartido a “cualquier trayecto solicitado a través de la emisora o de la aplicación para teléfonos móviles”. La precontratación de un desplazamiento sobre una tarifa máxima, principal baza de los servicios VTC, es otra de las medidas con las que desde esta organización se pretende dotar al taxi de una mayor competitividad. Así se recoge en las alegaciones que esta asociación ha trasladado a la Comunidad con la vista puesta en la modificación del reglamento que rige los servicios de transporte público en turismos. Los usuarios podrían así conocer de forma anticipada el precio cerrado de un trayecto cuando pidan un taxi.
Además de incorporar flexibilidad en la forma en la que el taxi factura sus servicios, el sector quiere mejorar la imagen que ofrecen los conductores. Es, de hecho, otro de los aspectos en los que el estudio del Ayuntamiento muestra oportunidades de mejora. “Nuestra imagen nos preocupa”, apuntó Sanz, poniendo voz al deseo también expresado por otras asociaciones profesionales de “uniformizar, que no llevar uniforme”, la vestimenta de los conductores, de modo que todos “cumplan con unos mínimos para mantener estándares de imagen que mejoren la percepción ante el usuario”. La definición de esos estándares, eso sí, quedará en manos de cada asociación.
Desde la Asociación Madrileña del Taxi, Román García consideró que tanto la calidad de la atención como la del vehículo son fundamentales para competir con los servicios VTC “desde la calidad”.
Más eurotaxis
En lo referido a los coches en servicio, la radiografía del sector apunta a que aún no se ha llegado al 5% obligatorio de vehículos adaptados para personas con discapacidad. Según el presidente de la federación, “en los próximos días” se incorporarán los eurotaxis que faltan para alcanzar ese cupo.
El rejuvenecimiento de la flota (la media es de 4,5 años) y la obligatoriedad de que los nuevos vehículos tengan el distintivo CERO (eléctricos) o ECO (gas licuado, gas comprimido, híbridos) es otra de las virtudes que los taxistas quieren destacar frente a la competencia. El estado de los coches se valora por encima del 8, según el estudio, pero persiste la voluntad de “ir mejorando las características de la flota” con más inspecciones en paradas y en calles que corrijan deficiencias.
Se trata, coinciden todos los portavoces, de que la gente se vuelva a subir al taxi.
Menos del 14% de mujeres al volante
El análisis del perfil de los taxistas de Madrid revela que el ritmo de incorporación de la mujer a este sector es mucho más lento que en otras profesiones. El porcentaje de hombres al volante en la capital es abrumador: 86,05% frente al 13,95% de conductoras de sexo femenino. También es mayoritario el perfil masculino entre los clientes del taxi, aunque el equilibrio es mayor: 52,71% de hombres y 47,29% de mujeres.
En lo que respecta a la edad media de los profesionales, el grupo más numeroso es el de quienes tienen edades comprendidas entre los 45 y los 55 años (con un 40,69%), lo que contrasta con la edad mayoritaria de la clientela (un 57% por debajo de 45 años).
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