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Muere un narco gallego sin cumplir la condena que llevó a su familia a la cárcel

Juan Carlos González, 'Culebras', fue condenado a seis años de prisión y multa de 56 millones por crear la mayor red de blanqueo en torno al ladrillo en Vigo

Juicio a Culebras (segundo por la izquierda) en Vigo.
Juicio a Culebras (segundo por la izquierda) en Vigo.SALVADOR SAS (EFE)

Doce años después de que fuera descubierta en el sur de Pontevedra la mayor red de blanqueo que operaba a través del sector inmobiliario que permitió incautar más de 20 millones en bienes y dinero, su cabecilla, el narcotraficante de hachís Juan Carlos González Martín, apodado Culebras, fallecía el pasado viernes sin llegar a cumplir la condena de seis años y multa de 56 millones confirmada por el Tribunal Supremo.

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Culebras, a punto de cumplir 80 años, tenía que ingresar en prisión a finales de 2016 pero alegó desde entonces problemas de salud, una circunstancia que se fue aplazando a base de recursos de sus abogados. Sin embargo, los cuatro miembros de su familia están en la cárcel desde hace más de un año. Los primeros en ingresar en prisión fueron uno de sus hijos y otros siete testaferros de Culebras, pero su mujer y su hija lo hicieron después tras ser arrestadas en febrero de 2017 con una orden de búsqueda y captura, cuando tenían el equipaje preparado para supuestamente darse a la fuga.

El famoso traficante, uno de los pioneros del negocio del hachís en Galicia, intentó eludir la prisión y salvar todo su patrimonio intervenido, alegando todo tipo de excusas durante el juicio que se celebró en la Audiencia de Pontevedra. Pero la sentencia fue abrumadora para toda la familia y los empresarios que dieron cobertura a los negocios del narcotraficante después de que uno de ellos se prestase a colaborar con la justicia.

El fallo consideró injustificado el patrimonio que movió González Martín desde 1989, año al que se remontó su abogado en su intento por justificar que el dinero procedía de negocios lícitos. “Se puede decir, emulando a los clásicos, que el ritmo de creación de sociedades y la cadencia contractual, convertía a las sociedades en entes generadores de transacciones y contratos que aparecían y desaparecían, como en una agitada trama teatral”, dijo la sentencia.

Culebras se defendió con la compra de varios bingos en Portugal con los que dijo haber ganado más de 15 millones de euros, pero nunca pudo acreditarlo porque no tributó por ellos, según consta en documentación de la Hacienda portuguesa. Tampoco pudo acreditar el origen de los 4,5 millones que ingresó en un banco luso el mismo día a nombre de su familia.

Juan Carlos González Martín fue condenado en firme en 1999 a la pena de cuatro años, dos meses y un día de prisión, y multa de 51.000 millones de pesetas, cuando se le intervinieron 880 kilogramos de hachís. Él reconoció que participó en aquella operación y dijo que en aquel momento tenía un crédito impagado y los deudores le propusieron saldar la deuda con la droga a lo que él aceptó. Pero la sentencia consideró que “tenía la capacidad de almacenar y distribuir la droga para obtener el dinero correspondiente, toda vez que la cantidad de droga que se le incautó más la que reconoció que ya había vendido supone tener unos contactos importantes con las redes de narcotráfico existentes en Galicia y norte de Portugal, que no son precisamente escasas”, concluyó el tribunal.

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