San Fermín no celebra el Open de tenis

Calles cortadas, un bombardeo de cláxones y la imposibilidad de encontrar aparcamiento. Los vecinos de San Fermín, un tranquilo barrio al sur de Madrid, están hartos de que cada vez que la Caja Mágica alberga un acontecimiento, como el Open de tenis estos días, el caos se apodere de sus calles. Como si no tuvieran bastante con que, a pesar de contar con una de las infraestructuras más importantes de la capital, no puedan utilizarla y carezcan de pabellón deportivo.

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“He tardado 45 minutos en aparcar”, se queja Joaquín, un vecino. Critica que el camino de Perales, el acceso a la Caja Mágica por San Fermín, está intransitable desde que comenzó el torneo, el 3 de mayo. “No han tenido bastante con los aparcamientos del estadio y han convertido el aparcamiento público del barrio en aparcamientos vip”, insiste. El recinto, de propiedad municipal y gestionado por Madrid Destino, cuenta con una zona de estacionamiento propia en la otra cara del estadio, con entrada por Embajadores, bordeando el río Manzanares. Las plazas más alejadas son gratuitas, pero las más cercanas cuestan 20 euros al día.

El problema se originó en 2009 con la inauguraron de la Caja Mágica. “Solo pedimos que, durante los grandes eventos, el barrio tenga una reserva de aparcamientos para residentes. El Ayuntamiento nos ha dicho que prepara una ordenanza para contemplarlo”, avanza Víctor Renes, presidente de la Asociación de Vecinos de San Fermín. “Deben pensar más en quienes vivimos aquí. Parece que la prioridad la tienen los de fuera”, se queja Nieves Manzanedo. “Estos eventos solo dejan multas a los vecinos. Los beneficios son para determinados establecimientos, pocos”, explica Renes. Entre esos negocios destaca Bar Justo, con la terraza llena a cualquier hora.

Sin pabellón deportivo

La principal queja de Renes es que los 23.000 vecinos de San Fermín no pueden utilizar las instalaciones de la Caja Mágica. De los siete barrios que forman el distrito de Usera, solo dos carecen de pabellón deportivo. Uno de ellos es el suyo. “No pedimos que construyan uno nuevo, sino utilizar parte de lo que ya existe. Si nos dejan usar la piscina, evitamos que nuestros estudiantes tengan que desplazarse a otro barrio”, insiste Renes.

En marzo, dirigentes municipales les propusieron utilizar diversos espacios del indoor sur del estadio, un compromiso que el Consistorio ya había adquirido en noviembre de 2016, pero que sigue sin ejecutarse. Antes, en 2014, y tras una manifestación convocada por la asociación vecinal, el Ayuntamiento, presidido entonces por Ana Botella, les cedió una pista de baloncesto, pero se encontraba en unas condiciones “deficientes”. De momento, lo único bien aparcado en San Fermín es la práctica deportiva.