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La herencia millonaria de una desconocida

Una anciana de Barcelona deja 8,3 millones de euros a la Universidad de Vic y Cáritas para becas y ayuda a mayores

Cristian Segura
El albacea de la herencia, Ramon Villarrúbia, entre la alcaldesa de Vic, Anna Erra y el obispo Romà Casanova.
El albacea de la herencia, Ramon Villarrúbia, entre la alcaldesa de Vic, Anna Erra y el obispo Romà Casanova.

La sorpresa fue mayúscula para la Universidad de Vic (UVic) y Cáritas cuando recibieron la noticia de que una señora llamada María Victoria Modolell Trias les había dejado en herencia un patrimonio de 8,3 millones de euros. Nunca habían oído hablar de ella. Casualmente, esa misma semana, el pasado 6 de mayo, The New York Times publicó un perfil de Sylvia Bloom, una anónima secretaria de un bufete de abogados de Nueva York que donó en herencia, con su muerte a los 96 años, 8,2 millones de dólares para becas educativas. A las dos mujeres las une el anonimato y que han dejado un legado millonario para el bien común. En el caso de Modolell, tiene que ver con la tradicional discreción de la alta burguesía barcelonesa.

Modolell nació en 1937 en Barcelona y murió con 80 años en octubre de 2017. Su testamento explicita que un patrimonio valorado en 8,3 millones de euros es para la UVic y para la delegación de Cáritas en la capital de Osona. Las dos instituciones deberán gestionar en común estos activos y el beneficio que obtengan, invertirlo en los objetivos detallados por Modolell: becas para estudiantes de estudios superiores de la UVic y ayudas para gente mayor y menores con pocos recursos atendidos por Cáritas. El vínculo de Modolell con Vic era su marido, Carlos Calderó, fallecido seis meses antes que ella. Su legado para la UViC y Cáritas son, según la universidad y sin precisar los porcentajes concretos, inmuebles –sobre todo en Barcelona–, dinero en efectivo y participaciones en empresas. Es la donación más grande que ha recibido la UViC en sus 20 años de existencia. “Lo normal es que las universidades reciban donaciones de un inmueble, un local comercial, o una suma de dinero más modesta, pero nada así”, explica Mònica Jofre, directora de comunicación de la UVic. Un portavoz de Cáritas en España confirma que una donación de este volumen es excepcional y que más allá de esta cifra hay casos aislados como los 20 millones de euros donados por el fundador de Inditex Amancio Ortega.

María Victoria era hija del procurador de tribunales y empresario inmobiliario Josep Maria Modolell, y nieta del industrial Santiago Trias, exconsejero del Banco de España, accionista de grandes compañías como el Banco Urquijo y tesorero de la Exposición Internacional de 1929. Los padres de María Victoria, Josep Maria Modolell y Guillermina Trias, vendieron la histórica masía de Can Trias, en Premià de Mar, al Opus Dei, uno de los centros de receso espiritual más importantes de esta prelatura. Las apariciones de María Victoria en prensa son esporádicas, como esta nota del 1970 de la sección Ecos de Sociedad de La Vanguardia: “La señorita Maria Victòria Modolell Trias reunió a un grupo de amigas y amigos solteros a los que obsequió con un espléndido cóctel”. Entre los asistentes a la fiesta había la marquesa de Cervera, Cuqui Gil de Biedma, Félix Güell de Sentmenat y el historiador Armand de Fluvià. Este todavía recuerda hoy aquel cóctel. De Fluvià destaca que los Modolell Trias son una familia discreta. La familia ha preferido no aportar información en la elaboración de este artículo.

La cita pública más sorprendente de María Victoria Modolell aparece en el libro Cristóbal Colón: incógnitas de su muerte. El libro recoge el acta de la exhumación de un cadáver en 1961 en la cripta de la capilla de Santa Ana de Sevilla. Entre los testimonios de la operación está María Victoria Modolell. En aquel momento se creía que los restos hallados en la cripta eran del descubridor de América, pero años más tarde, con pruebas de ADN, se certificó que se trataba de su hermano Diego.

Modolell no tuvo hijos. Se casó ya mayor con Carlos Calderó Saderra, miembro de un histórico linaje de la comarca de Osona. Calderó era propietario mayoritario de la Casa Calderó, un palacete del siglo XIX patrimonio de Vic. Este edificio no forma parte del legado donado por Modolell. Calderó también fue beneficiario por parte de madre de un importante conjunto de activos inmobiliarios y terrenos en Osona. Esta fortuna fue accidentalmente noticia en 1983: un contencioso por ella entre los hermanos Calderó acabó desembocando en la primera sentencia judicial redactada en catalán de la democracia española.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania como enviado especial. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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