Cuando el hombre se viste de mujer
El documental ‘En Femme’ aborda el ‘cross-dressing’: personas que se expresan en el género contrario al que han nacido
“Va pasando el tiempo y lo que no acabo de llevar bien, de hecho, lo llevo fatal, es encontrármelo por casa vestido…Me encuentro una tieta, mi marido travestido de la manera más extraña. Es que no soporto a esta señora [...] A menudo, pienso que lo mejor que podría pasar es que muriese. Sí, muerto. Qué fuerte pensar eso”, escribió Carme en su diario, poco después de que su marido, tres días antes de su 25 aniversario de casados, le confesase que le gustaba vestirse de mujer. Carme y Xesca, su marida, como la llama, son dos de los protagonistas del documental En Femme, de la antropóloga Alba Barbé.
El trabajo de Barbé se centra en personas como Xesca, cross-dressers, habitualmente hombres heterosexuales, muchos de ellos casados, que se visten de mujer a escondidas. Algunos, un día dan el paso y se lo cuentan a su familia; otros, siguen buscando el momento adecuado para explicarlo, ante el temor de que su vida se desmorone. Han pasado ocho años desde que Carme escribiese en su diario los terribles sentimientos que la desbordaban ante la revelación de su marido. “El tema de la transexualidad, travestismo, cross-dressing o como se quiera llamarlo ya no es lo que hará que sigamos juntos o separados. Será la vida”, concluye en el documental, que se podrá ver el 11 de mayo en el Teatre Lliure.
“Históricamente, el travestismo se ha asociado al transformismo del mundo gay, o a las personas que llegaron de Sudamérica en los años setenta y se dedican al mercado sexual. Entre el travestí gay y el espectáculo no ha habido una identificación”, cuenta Barbé, sobre las personas que forman parte de su documental. Por eso algunos han preferido adaptar el término anglosajón cross-dresser.
“Soy una persona cross-dresser, aquello que toda la vida se ha conocido como un travestí”, cuenta Sofía, que actualmente preside la asociación En Femme, que da nombre al documental. Sofía tardó 15 años en contarle a su pareja que tenía una parte femenina que necesitaba expresar, y que se vestía de mujer. 15 años después, siguen juntas. “Mi chica entiende que si es algo que necesito que lo haga, que siga adelante”, explica en el local de En Femme, en el barrio del Guinardó de Barcelona.
Entre sus cuatro paredes nació todo. Barbé estaba enfrascada en la tesina, acudió al local, conoció a Sofía y al resto de personas que forman parte de la asociación (una veintena de socias en la actualidad que pagan a medias el alquiler) y acabó escribiendo su tesis doctoral sobre cross-dressing, que luego se convirtió en un documental, centrado en la vida de las personas de En Femme. Se preestrenó en junio del año pasado en la Filmoteca de Cataluña, se estrenó en marzo en el Festival de Cine de Guadalajara (México) y ahora arranca una gira por Cataluña, Madrid, Navarra, el País Vasco y las islas Baleares.
En Femme nació en 2006, creció con el boca-oreja e internet hizo el resto. Su finalidad inicial era poder transformarse con tranquilidad, caminar con los tacones por sus 120 metros cuadrados, guardar la ropa en una de sus 20 taquillas. Llegar siendo un hombre, transformarse en mujer, y volver a casa como hombre. Pero, sobre todo, “dejar de estar sola”, explica Sofía. Entre sus socias hay diversidad (cross-dresser, transexuales, travestidos...), “pero el perfil mayoritario son hombres casados con familia”, cuenta Mònica, música de profesión, a quien “salir del armario” le costó el divorcio. “Hay señores que son médicos, albañiles, abogados o panaderos que de vez en cuando se ponen una falda”, afirma. Y se alegra de que las cosas están cambiando: “Antes o te quedabas dentro del armario o te ibas al teatro a hacer la loca o hacer la puta. Ahora esto tiene otras salidas”.
En Femme ha tenido una función esencial en esa evolución.“Gracias a la asociación muchas personas han empezado a decírselo a sus familias, a sus hijos. Han empezado a salir a la calle, han dejado de ocupar ese espacio genérico de polígonos industriales, periferia y bosques, han empezado salir de día por espacios ya no tan anónimos”, asegura Barbé. Sofía, por ejemplo, va a trabajar cada día como Sofía. “Lo hice poco a poco, primero un pañuelo, luego una camisa, luego las uñas pintadas...”
Con el documental, Barbé quiere ayudar a romper el silencio. “El secreto estructura y vertebra la práctica del cross-dressing, y es una de las bases de la transfobia”, explica, sobre uno de los motivos que la impulsaron a llevar a cabo el documental, que ha sido posible “gracias a la familiaridad con ellas”. También ha querido reconocer la labor de En Femme, “una segunda familia, un espacio de calidez y de acompañamiento en la construcción de la identidad” de las personas “en un momento de los más difíciles de su vida”.
El “fenómeno de ida y vuelta en el género”
"Por la mañana te levantas como hombre, te vas a trabajar y cuando tienes un rato, vienes a En Femme, te vistes y te conviertes y te sientes una mujer. Y luego vuelves a casa convertida en un hombre. Es el fenómeno de ida y vuelta en el género, fluctuando entre el hombre y la mujer", resume Sofía, una de las protagonistas del documental En Femme. "El cross-dressing es una experiencia fluida del género, que fomenta romper con las estructuras temporales del género", explica su directora Alba Barbé. "Y muchas personas que lo practican —lamenta— se ven de manera constante cuestionadas y obligadas a explicar si van a hacer un tránsito entero, a orientarse hacia un lugar". "¿No tomar una decisión no es ya una decisión?", plantea la antropóloga.
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