La Fundación Hortensia Herrero trae a València las esculturas del británico Tony Cragg
La exposición se inaugurará el próximo 27 de junio y podrá contemplarse hasta el 14 de octubre de 2018
La Fundación Hortensia Herrero trae a València la obra escultórica del británico Tony Cragg (Liverpool, 1949), que toma el relevo a la exposición del valenciano Manolo Valdés que ha permanecido meses expuesta en la Ciutat de les Arts i les Ciències de la capital valenciana. Cragg es un referente de la escultura británica de los años 80 y uno de los artistas plásticos más laureados del panorama internacional.
La exposición constará de seis esculturas -dos de ellas realizadas expresamente para esta exposición-, que se ubicarán en distintos enclaves del complejo diseñado por Santiago Calatrava. Cuatro de ellas podrán verse sobre el agua en diversos estanques del recinto, algo inédito en el artista.
La exposición se inaugurará el próximo 27 de junio y podrá contemplarse hasta el 14 de octubre de 2018. Al finalizar la exposición, la Fundación Hortensia Herrero adquirirá una de las esculturas que será ubicada en un lugar emblemático de la ciudad de Valencia, tal y como hizo con la exposición dedicada a Manolo Valdés el pasado año.
"En septiembre anuncié que la exposición de Valdés no iba a ser la última que íbamos a traer a València. Aún no teníamos claro el artista, pero sí sabíamos que después de lo alto que había dejado el listón Manolo, teníamos que traer a alguien de nombre internacional. Por eso es un honor poder traer a un artista como Tony Cragg a València", ha explicado Herrero.
Sir Anthony Cragg, con una exposición en marcha en las calles de Nueva York, es uno de los artistas contemporáneos británicos más prestigiosos y ha recibido multitud de galardones internacionales como son el Premio Turner (1988), Caballero de las Artes y las Letras de Francia (1992), Académico de la Royal Academy of Arts de Londres (1993), Académico de la Academia de Bellas Artes de Berlín (2001), Orden del Imperio Británico (2002), Praemium Imperiale Laureate de Escultura de Japón (2007), Rector de la Academia de Bellas Artes de Dusseldorf (2009), Alto Reconocimiento de la Presidencia del Senado de Italia (2011) o la Orden del Mérito de la República de Alemania (2012), entre otros, recoge la fundación en un comunicado.
En 1988, representó a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia y su obra ha sido objeto de exposiciones en museos como el Reina Sofía, la Tate Gallery, el Louvre, el Georges Pompidou, el Hermitage de San Petersburgo, el Stedelijk de Amsterdam, el Museo Nasher de Dallas, la Corcoran Gallery de Washington, la Galería Belvedere de Viena, el MACRO de Roma o el CAFA Museum de Pekín
El escultor británico trabaja con materiales muy variados como son la piedra, la madera, el aluminio, el bronce, el acero o el plástico que transforma en formas orgánicas. Las que formarán parte de la muestra de Valencia estarán realizadas en bronce, el acero o fibra de vidrio. En cuanto a sus dimensiones, algunas sobrepasarán los seis metros de altura y los 4.000 kilogramos de peso.
Tony Gragg vive y trabaja desde 1977 en la ciudad alemana de Wuppertal, donde ha puesto en marcha una fundación que lleva su nombre y que gestiona un parque de esculturas abierto al público en el que organiza exposiciones temporales de su trabajo y del de otros artistas.
La Fundación Hortensia Herrero lleva a cabo una labor de mecenazgo cultural con el objetivo de proteger y promover el patrimonio histórico artístico valenciano, con proyectos ya concluidos como la rehabilitación de la iglesia de San Nicolás o del Colegio del Arte Mayor de la Seda, sus dos actuaciones más destacadas. Hortensia Herrero ya posee dos esculturas de Tony Cragg en su colección.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.