Un día negro para Colau
La oposición consigue sepultar dos de las medidas estrellas de la alcaldesa de Barcelona: la unión del tranvía por la Diagonal y la multiconsulta
El no al tranvía se lo esperaban. El revés fuerte, casi por sorpresa, fue que la oposición tumbara la multiconsulta, el pseudoreferéndum que pretendía preguntar a la ciudadanía sobre la municipalización del agua —entre otras cuestiones— para las que se habían recogido más de 40.000 firmas de vecinos de Barcelona. El gobierno de Ada Colau se enfrentó ayer al peor día de sus tres años de mandato.
A un año de las elecciones, la oposición zanjó dos de sus grandes promesas electorales, en las que Colau ha invertido mucho esfuerzo y dinero. La alcaldesa sabía que está aislada con 11 concejales en un consistorio de 41. Y que, hasta las elecciones de mayo de 2019, le costará conseguir apoyos. Pero, por el tono de las intervenciones del resto de partidos, quedó claro que se enfrenta a un viacrucis. Hasta los que defendían la consulta y la unión las redes del tranvía le dieron la espalda.
Colau tomó la palabra al final de los dos debates y fue contundente. En el caso de la multiconsulta, reprochó a la CUP que vetara la pregunta sobre la remunicipalización del agua que apoyan decenas de entidades desde hace años y criticó duramente a Agbar: “Se ha gastado millones de euros en una publicidad vergonzosa para intentar boicotear la consulta. Hoy, gran parte de los grupos se han alineado con una multinacional a costa de especular con un bien como es el agua”. La CUP votó ‘no’ a la pregunta con el argumento de que Colau ya consiguió el apoyo de los antisistema y de ERC para realizarlo y no veían conveniente someterlo a una consulta. Las redes sociales ardieron en críticas por la decisión de los anticapitalistas.
En el caso de la unión del tranvía por la Diagonal, un proyecto gafado, que ya se llevó por delante al alcalde Jordi Hereu (PSC), el guión fue el previsto: el gobierno tuvo el apoyo del PSC y el concejal no adscrito, y ERC volvió a escudarse en la gestión del tranvía privada para rechazar la unión de las dos redes. Por su parte, Colau volvió a lamentar que los últimos plenos se hayan convertido en “una batalla en clave electoralista”. Los republicanos acusaron al equipo de gobierno de “engañar al hacer una inversión de 200 millones para enriquecer a un operador privado”. Palabras del concejal Jordi Coronas, que mantuvo un duro rifirrafe con la teniente de alcalde Janet Sanz. Tanto Sanz como Colau lamentaron una negativa “a luchar contra la contaminación, a la voluntad de las bases de ERC” y al apoyo mostrado por universidades, entidades vecinales, de movilidad, ecologistas o colegios profesionales. “Barcelona tendrá tranvía metropolitano”, advirtió Sanz.
Pese a los reveses contra el proceso de participación, Colau sentenció que el equipo de gobierno no da por “cancelada la multiconsulta”.
La alcaldesa lamentó que “los partidos estén en contra” de que se pregunte a los barceloneses y atribuyó los votos en contra a la “mala calidad democrática”. “Seré muy clara, no se debatía la gestión del agua, se debatía el tipo de democracia que queremos en Barcelona”, concluyó.
Ayer, BComú, previendo que el pleno de la multiconsulta se iba a convertir en un todos contra uno retiró, antes del debate, las dos preguntas que quería incluir el gobierno en la papeleta del multireferéndum. En la consulta solo se preguntaría por las dos iniciativas ciudadanas: Una por la remunicipalización del agua y la otra para cambiar el nombre de la plaza Antonio López por el de Idrissa Diallo.
El reglamento que se había aprobado para la celebración de la multiconsulta destacaba que los grupos solo podían votar en contra de una iniciativa ciudadana si esta “contraviene el ordenamiento jurídico”. Pese a la normativa interna, todos los grupos, salvo BComú y ERC, votaron en contra de preguntar a la ciudadanía sobre la remunicipalización del agua. Preguntar por el cambio de nombre de la plaza Antonio López solo recibió el apoyo del equipo de Colau, los republicanos y la CUP. Ayer los servicios jurídicos municipales comenzaron a estudiar si debía celebrarse, o no, una multiconsulta que no apoya el pleno del Consistorio.
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