Se busca hogar para rebaño maltratado
AnimaNaturalis abre una colecta para encontrar una parcela para ovejas y cabras rescatadas por los Mossos
La organización animalista AnimaNaturalis ha abierto un proceso de colaboración popular para recaudar 5.000 euros que ayuden a habilitar un espacio donde pueda vivir el rebaño que los Mossos d'Esquadra decomisaron a un pastor de Lliçà d’Amunt (Vallès Oriental). Tras rescatar a 700 cabezas de ganado, básicamente ovejas y cabras, que vivían entre excrementos y con evidentes signos de desnutrición, AnimaNaturalis informa de que los animales se encuentran ahora “en un lugar seguro y cómodo” pero provisional y, por tanto, urge encontrarles una parcela donde puedan pacer de manera estable. “Estamos pidiendo colaboración económica para hacer frente a los gastos”, explica Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis. Además, anuncia que se van a personar como acusación popular en las diligencias judiciales abiertas por un presunto delito de maltrato animal, y también pedirán responsabilidades al Ayuntamiento de Lliçà d’Amunt. “Esta granja acumulaba decenas de denuncias a lo largo de los últimos años, el ayuntamiento conocía el caso y nunca hizo nada”, concluye Gascón.
AnimaNaturalis supo del mal estado en el que se hallaban los animales en diciembre pasado. Unos vecinos dieron aviso de las pésimas condiciones de salubridad que padecía la finca. En el exterior de la granja, supuestamente, se acumulaban 200 metros cúbicos de excrementos mezclados con esqueletos y animales muertos en descomposición.
Un equipo de la organización acudió al lugar y se encontró “un panorama desolador”. Cientos de ovejas y cabras hacinadas, viviendo entre cadáveres y entre montañas de barro y excrementos. “Había animales heridos sin ningún tipo de atención veterinaria”, denuncia la entidad. Añade que otros “sufrían problemas de cojera” provocados por la falta de higiene de las instalaciones, así como afecciones cutáneas provocadas por enfermedades parasitarias o una mala alimentación.
AnimaNaturalis logró grabar el mal estado en el que vivían los animales y, además, tomó imágenes donde se ve al pastor que custodiaba al ganado matando a varios ejemplares en la misma granja, sin presencia de veterinarios ni aturdimiento previo. Luego, vendía las piezas ya muertas y “sin ningún tipo de control sanitario” a particulares que llegaban en coche hasta la finca.
El colectivo contactó con los Mossos y con el departamento de Agricultura. Les facilitó filmaciones y documentos gráficos que han servido como método de prueba. La incautación de los animales fue ordenada por el juez el 6 de marzo y conllevó la detención del propietario y de su padre. En la operación, en la que participaron más de 30 agentes de los Mossos, se intervinieron ovejas, corderos, cabras, tres perros y dos ponis. Durante la inspección, se encontraron 40 cadáveres de ovejas y cabras en diferentes grados de descomposición, algunos enterrados bajo montañas de purines.
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