La investigación no halla pruebas de los intentos de secuestro en varios colegios

El primer caso que se registró en la región fue el de un estudiante del colegio Logos, en la urbanización Molino de la Hoz, en Las Rozas. El joven aseguró que un hombre le agarró de un brazo e intentó subirle a una furgoneta roja el pasado 8 de marzo. El alumno ya había entrado en el centro educativo pero volvió a salir porque su madre había ido a recoger un libro que se le había olvidado en casa.

Los agentes de Policía Judicial de Las Rozas, junto con la Policía Local, iniciaron una investigación para ver si realmente se había producido un intento de secuestro. Al día siguiente pararon a todo aquel que se movía por la urbanización roceña. “A algunos les hemos parado hasta en siete ocasiones, por lo que se han enfadado”, reconocen fuentes policiales. Los encargados de las pesquisas han visionado las grabaciones de las cámaras e interrogado a testigos. Hasta el momento no han logrado esclarecer si hubo o no tentativa de secuestro.

Las Rozas tiene otra de las cinco denuncias por tentativa de rapto, pero el caso no guarda ninguna similitud con el primero. En esta ocasión, se trata de un joven de 17 años que estaba esperando el autobús en una parada alrededor de las dos de la madrugada. Según la versión de este joven, se le acercó un coche y desde el interior le invitaron a subir al vehículo. En las proximidades no hay ningún centro escolar. La Guardia Civil también lo está investigando.

Un caso en Pinto

El instituto armado tiene otro caso en Pinto. Un hombre intentó secuestrar a un alumno de 12 años del colegio Europa, según la denuncia que interpuso su madre en la casa cuartel. Pretendió agarrarle de los hombros y amenazó con matarlo si gritaba. Eso sí, logró escapar. La Policía Local y la Guardia Civil aumentaron la presencia policial en los centros educativos.

En la capital solo se ha registrado una denuncia. Una niña de 11 años estaba esperando el pasado miércoles a una compañera en la puerta de su colegio, el Sagrada Familia, en el número 165 de la calle de Jorge Juan, en el distrito de Salamanca. Supuestamente, un hombre de unos 55 años quiso introducirla por la fuerza en un coche. No lo logró y huyó del lugar, según consta en la denuncia. La niña no consiguió dar más detalles.

La Guardia Civil y la Policía Nacional han hecho un llamamiento a “la cautela y la prudencia”. Están pendientes de confirmar y comprobar si se han producido los hechos denunciados. “Los agentes están investigando y ahora mismo resulta un atrevimiento decir si se produjeron o por el contrario no hubo nada”, reconocen fuentes de ambos cuerpos. “Está todo en proceso”, concluyen.

Lo que llama la atención a los especialistas es que en ningún caso coincide ni el vehículo, ni la zona, ni la descripción ni la forma de actuar. Las franjas horarias tampoco son similares. Este conjunto de detalles hace descartar ya de entrada que se trate de la misma persona. Tampoco ha sido localizada la furgoneta roja del primer caso en Las Rozas, pese a haber transcurrido ya diez días desde la denuncia.

La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, también ha pedido tranquilidad a los padres. “Debemos estar vigilantes pero tampoco llevar las cosas más allá. Creo que los éxitos y el esclarecimiento de casos que tiene la Guardia Civil y la Policía Nacional nos tiene que dar la tranquilidad necesaria para, tomando las precauciones necesarias, no estar preocupados”, afirmó el pasado miércoles a preguntas de los periodistas.