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Los no lugares donde ocurre la vida

Al artista ‘millennial’ le gustan los espacios de tránsito en los que no pasa nada especial, como una estación de autobuses o un vagón de metro

El artista Putochinomaricón en el bar Anticafé.
El artista Putochinomaricón en el bar Anticafé.Inma Flores

1. Hall del Real Conservatorio Superior de Música. Estudié allí cuatro años, entré cuando tenía 16. Sabía que era gay desde pequeño, pero en mi colegio no podía explorar nada, te encasillaban. Allí descubrí que podían gustarme hombres sin sentirme mal, pero me abrumó. El hall era un espacio donde podía desaparecer. Sentía paz por estar alejado del resto, pero a la vez dentro. Me curaban.

2. Intercambiador de Avenida de América. Me encantan los espacios de tránsito, porque lo más valioso de la vida pasa cuando no haces nada en especial. Yo pasaba por la estación cuando estudiaba arquitectura en Alcalá de Henares. Me fijaba en mis compañeros, con caras de no haber dormido para acabar un proyecto, otros trabajando con los ordenadores en las piernas... Esto era inspirador. Veía el sacrificio por el buen trabajo. Estos espacios compartidos son maravillosos.

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3. Bar Barajas. En este local de Usera di un concierto en el Año Nuevo chino. Una semana antes me acosaron en el barrio. Un señor me dijo “maricón de mierda”. El día del concierto vino mucha gente. Canté Marica pica pica con Mariano, el dueño. Que esto pase en un local de barrio, con el mensaje tan provocador de mis canciones, es muy transformador. Además, los pinchos están riquísimos súper baratos. (Teniente Compaired, 27)

4. Vagones del metro. Puedes descansar, dejar tu personaje. Existes pero no estás activo, desconectas. A mí y a otros nos están empezando a categorizar como el resurgir de la Movida. La gente te quiere poner una etiqueta, por eso valoro tanto estos espacios de tránsito.

5. Antiguo Mercado de Fuencarral. El primer sitio cool que conocí. Cuando paso me río por no llorar. Antes iba allí vestido de gótico. Era un espacio donde liberarme. Repartían gratis la revista Shangayy me ayudó a acercarme a mi disidencia sexual. Ahora ¿dónde van los jóvenes que quieran encontrarse? Creo que la opción es refugiarse en Internet.

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6. Almacenes de Cobo Calleja. Voy cada fin de semana. La última vez compré un montón de cabezas de maniquíes. Me gusta coleccionar estos objetos que son feos pero guays, son un poco como yo y mi música.

7. Puerta del Sol. Donde empiezan las protestas. El 15M, las manifestaciones antiracistas, donde comenzó la huelga feminista. Yo actué ahí en el Orgullo Gay. A través de Instagram hice una llamada para que fueran a mi actuación todos los que no se sintieran representados en esta fiesta, como las mujeres lesbianas, transexuales, personas queer, migrantes. El Orgullo está muy enfocado en el hombre gay, blanco, de clase media.

8. Anticafé. Es una cafetería al lado de Ópera, pero está aislada del ruido, del turismo, es un refugio. Me siento seguro, me concentro. Aquí terminé mi trabajo de fin de carrera. Es como una pieza de lo mejor de Malasaña pero en este barrio. La tarta vegana de chocolate está buenísima y el trato es muy humano, algo que se está perdiendo. (Unión, 2)

Canción protesta en Instagram

Chenta Tsai (Taipei, 1990) cantante y compositor de origen asiático, criado en Madrid y homosexual. Ha transformado el acoso y los insultos en su álter ego, Putochinomaricón, para empoderarse. Hoy actúa en el Ochoymedio (Barceló, 11).

9. Traficantes de Sueños. He ido mucho a las conferencias de esta librería. El año pasado hubo cantidad de debates sobre urbanismo, sobre la polémica del edificio de Plaza de España. (Duque de Alba, 13)

10. Maravillas. Recomiendo un evento que organizan en esta sala, Tsunami Genderfluid. Es una fiesta que sirve de punto de encuentro para personas que hayan sido oprimidas por el género o por su sexualidad. También está la sesión Domigueras, que pone el foco sobre las mujeres. Es un club donde las chicas DJ son mayoría (San Vicente Ferrer, 33).

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