Colau advierte de que sin tranvía quedará en el aire la reforma de la Diagonal
Pere Macias exhibe el proyecto " que Barcelona se perderá" si ERC no lo apoya
Al gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, le quedan ocho días para convencer a ERC (o a la CUP, más difícil todavía) de que apoye la primera fase de la unión de los tranvías: desde Glòries hasta Verdaguer. La votación definitiva será en el pleno del viernes 23. La ofensiva del equipo del área de Ecología, Urbanismo y Movilidad en las redes sociales ha arreciado en las últimas 24 horas, desde que PDeCAT, Ciutadans el PP y ERC tumbaron el proyecto ayer en comisión. En un paso más, el gobierno ha exhibido este jueves el proyecto: con una presentación y mostrando dos de los siete tomos donde se detalla hasta la última baldosa de las obras que se podrían hacer para prolongar el tranvía pero también para adecentar la Diagonal. Si no se hacen la prolongación, quedará en el aire la mejora del tramo que falta por pacificar de la principal calle de la ciudad: aceras más anchas, coches fuera del tramo central para dar paso al tranvía y relegados a los laterales, carril bici ancho y bidireccional...
Ha sido el director de estrategia del Tranvía, Pere Macias, quien ha explicado el proyecto. "Los contrarios al tranvía deben saber que su 'no' también condiciona la urbanización, que depende de la compleja tramitación de un proyecto en el que desde el punto de vista técnico está todo previsto". Macias, fichado por Colau pese a exconsejero convergente por sus conocimientos en la materia, no ha escatimado en épica. "La ciudad perderá una transformación radical, ya no es el tranvía sino un cambio en la concepción de la ciudad". "La ciudadanía debe saber que el trabajo está hecho". "La gente debe saber lo que nos jugamos".
La prolongación hasta Verdaguer está dividida en cuatro proyectos. El mayor (34 millones) es el que dibuja como sería la urbanización de la Diagonal entre Girona y Castillejos si se alargara el tranvía. Iría por el centro y sortearía el cruce con el paseo de Sant Joan por el lado mar del monumento a Mossèn Cinto Verdaguer.
De este trozo del trazado, el punto álgido de pacificación sería uno de los mayores festivales de asfalto que tiene la ciudad: el cruce entre Sardenya, Aragó y Diagonal. Aquí, se eliminarían los nueve carriles de la Diagonal que pasan por encima de la escuela Ramon Llull y el tráfico se desviaría desde Marina hacia Aragó. También el director de Modelo Urbano, Ton Salvadó, ha dado mano de la grandilocuencia expresiva: "Es un tramo que por justicia pide a gritos un acto de reparación de agravios históricos, domesticamos y celebramos la nueva Diagonal". "Es la oportunidad para explicar todo lo que queremos que pase en Barcelona en un solo punto", ha zanjado.
Sorteado este cruce, a partir de Lepanto y hasta Castillejos el trazado del tranvía se bifurcaría dejando como ahora una rambla en medio. Debajo pasa un túnel de Renfe y reforzarlo sería muy complicado, ha explicado Macias. En este tramo el carril bici doble se pegaría al lado montaña y los coches pasarían solo por el lado mar, con un vial de plataforma única.
El segundo proyecto es la construcción propiamente dicha de la infraestructura ferroviaria, que corresponde a la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), aunque el Ayuntamiento adelantaría los 43,4 millones que cuesta. El tercer proyecto es la construcción de un colector de aguas pluviales en el subsuelo de la Diagonal, entre Girona y paseo de Sant Joan (ocho millones).
Y el cuarto proyecto es la parte de la obra que corresponde a la plaza de les Glòries, donde la estación de enlace entre las distintas líneas del tranvía se situaría ante el museo del Diseño (13 millones). A pocos metros se ubicaría otra parada para los buses que cruzan la ciudad o que van y vienen del Maresme. Desde el edificio de la Grapadora, los tranvías que vienen de la Gran Via o la Diagonal, subiría por Cartagena hasta tomar de nuevo la Diagonal.
Pero nada de esto se hará sin el sí de ERC. De ahí el uso de verbos en condicional. La teniente de alcalde Janet Sanz ofreció el miércoles a los republicanos una reunión con la ATM para concretar la gestión del tranvía hasta 2032, cuando vence la concesión con la empresa TRAM. Los republicanos consideran que el protocolo que se votará en el pleno y que prevé aumentar la participación de las administraciones es "papel mojado", porque no se habla de cifras. Como ayer, los republicanos han sugerido este jueves retirar el punto del tranvía del pleno y seguir negociando más allá. Sanz avisó en la comisión de que "no se aplazará el debate".
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