Alcalá restaura su cofre del tesoro

Europa se convirtió durante la Edad Media en un avispero. Las guerras y los cambios de fronteras se sucedían y, en ese contexto, surgieron mercenarios que vendían sus servicios al mejor postor. Para transportar sus bienes utilizaban cofres con sofisticados cierres de hierro. Las arcas se propagaron por los municipios y entre los nobles de todo el continente para proteger sus tesoros. A finales del siglo XVI, el concejo de Alcalá de Henares se hizo con una para guardar monedas y documentos. El Ayuntamiento de la ciudad acaba de restaurarla, convirtiéndola en la pieza de este tipo mejor conservada de España.

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Estas particulares cajas fuertes se introdujeron en la Península a mediados del siglo XVI gracias al avance de la forja. La incorporación de la cerradura de pasadores múltiples consolidó definitivamente su seguridad. Los cofres cuentan con un sistema de cierre semejante al de las modernas puertas de seguridad. Fue inventado por un cerrajero de Nüremberg, la ciudad alemana que marcó las directrices en la construcción de estas piezas. La aparatosa cerradura se acopla en el interior de la tapa del cofre y se activa gracias a una llave que desplaza, de forma simultánea, todos los pasadores. En el caso del arca de Alcalá, son 14 en total.

En España existen otros cofres similares, pero, aunque están restaurados, ninguno mantiene en uso el sistema de cierre. El Ayuntamiento de Alcalá se planteó la reparación del suyo en octubre del año pasado, al comprobar su deterioro. El restaurador realizó previamente un registro patológico para conocer las alteraciones que sufría. Lo acompañó de una analítica con rayos ultravioleta para resaltar los detalles decorativos y ahí descubrió la existencia de una rica policromía, lo que llevó a la rehabilitación integral de la pieza, de 47 centímetros de alto y 93 de ancho. El italiano Mario Danzé ha liderado la restauración, que ha durado dos meses, y ha supuesto una inversión de 11.400 euros.

Una obra de arte

“Se fue una pieza muy importante y ha vuelto una auténtica obra de arte”, sostiene Vicente Pérez, técnico de Patrimonio Histórico en la ciudad complutense. De momento, el arca retornará a la estancia en la que se encontraba, la sala de juntas del Consistorio, donde se exhiben otros objetos históricos y los bustos de los personajes más importantes de la ciudad, entre ellos los de Cervantes y Azaña. El Consistorio está estudiando una nueva ubicación para exhibir la pieza.

El cofre fue presentado el jueves en sociedad en un acto multitudinario. Pérez se encargó de relatar cómo se había desarrollado su rehabilitación. Hizo especial hincapié en la restitución de la decoración floral de la caja mediante la técnica de rigatino, un método de reintegración cromática. El colorido del cofre (fondo gris y pinturas de tonos cobre y rojo) contrastó con los guantes blancos que se pusieron Danzé y Pérez para abrirlo. Lo hicieron gracias a una enorme llave metálica, copia de la original, con la que desbloquearon el mecanismo de barras y palancas. La cerradura se encuentra en la tapa, pero oculta por una pletina. Incorpora cierres falsos y dos candados laterales para dificultar la tarea a los ladrones. “Los pagos eran actos oficiales. Eran necesarias tres personas para abrir el arca de caudales: el comendador y dos claveros”.

“La tradición ha llegado hasta hoy. Ahora las órdenes de pago las da el alcalde (o un concejal en su nombre) y luego el interventor y el tesorero dan el visto bueno”, explica el técnico municipal. De momento, el arca seguirá vacía, por lo que las autoridades municipales tendrán que seguir litigando con el ministro de Hacienda.