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El Ayuntamiento gastó en 2017 el 33% de las inversiones prometidas

Los peores datos de ejecución desde 2009 elevan el superávit municipal hasta más de 1.000 millones

Solar en la calle Fúcar de Madrid donde está previsto construir un polideportivo.
Solar en la calle Fúcar de Madrid donde está previsto construir un polideportivo. Jaime Villanueva

El Ayuntamiento de Madrid, dirigido por Manuela Carmena, cerró en 2017 el peor año en ejecución de inversiones públicas desde, al menos, 2009. El Consistorio se comprometió en los presupuestos del año pasado a invertir 670 millones en obras en escuelas, bibliotecas o polideportivos, pero solo gastó 225: el 33%. El Ayuntamiento niega estos números y replica que gastó el 42%. Pero, aún así, seguiría siendo el peor dato de la década. La ejecución presupuestaria nunca ha sido inferior al 50%, y en 2014 alcanzó el 81%. Debido a este bajo gasto, el dinero sobrante ha sido desviado a pagar deuda: más de 1.000 millones.

El dinero que el Ayuntamiento no pudo, no quiso o no supo gastar alcanzó los 440 millones, según los datos oficiales de liquidación presupuestaria de 2017. Esto significa que aproximadamente dos de cada tres euros previstos para inversiones se quedaron en las arcas municipales.

La serie histórica revela que 2017 fue el peor año desde, al menos, 2009. Entonces, el Ayuntamiento gastó el 51% del dinero previsto (668 millones sobre 1.300 millones). El año siguiente, el porcentaje ascendió al 72% (903 millones), y en 2011 alcanzó el 81% (415 millones). Sin embargo, en 2014, durante el gobierno de Ana Botella (PP), fue cuando el Consistorio tocó su tope de ejecución: el 81%, hasta los 232 millones. En 2015 y 2016, los dos primeros años del mandato de Ahora Madrid —la coalición formada por Podemos, IU, Equo y Ganemos— la ejecución cayó al 60% y 73%, respectivamente.

Escuelas, bibliotecas y centros deportivos

Proyecto de cambio. El gobierno de Ahora Madrid lanzó en la campaña electoral de 2015 su plan para "regenerar y recuperar el espacio urbano", incluyendo la "reorganización de edificios y equipamientos públicos municipales". Para llevar a cabo esta política, Manuela Carmena presupuestó 560 millones de euros en 2016 y otros 670 en 2017. Sin embargo, las obras van con retraso.

Centros culturales. En 11 centros culturales y bibliotecas prometidos en Usera, Vicálvaro, Ciudad Lineal, Puente de Vallecas, entre otras, el Consistorio no ha gastado lo que esperaba: de un total de 1,3 millones previstos, solo ha invertido el año pasado algo más de 100.000 euros.

Escuelas y deporte. También las obras de 16 nuevas escuelas infantiles sufren retrasos. En seis casos, el Ayuntamiento no ha invertido nada. Mientras que en siete proyectos cumplió con al menos el 50% del desembolso previsto. Los peores datos son los de los polideportivos. De los más de 30 proyectos de nuevas instalaciones y mejoras, casi la mitad de ellos no recibieron ni un euro. De los casi ocho millones previstos, el gasto real fue de 1,4: un 80% menos.

El Ayuntamiento anunció el jueves que el porcentaje de inversiones era el 42%, aunque no concretó su cálculo. Ayer, sostuvo que este porcentaje era el resultado del ajuste sobre las inversiones previstas y los recortes acordados entre la alcaldesa y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para cumplir la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Este método de cálculo, sin embargo, no es el oficial que usa Hacienda con todos los ayuntamientos. De hecho, al reducir los créditos de inversiones previstos (de 670 a 549 millones), el gobierno de Carmena mejora su porcentaje de cumplimiento. Aun así, con una ejecución al 42%, el dato se mantendría como el peor desde hace una década.

1.000 millones de superávit

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Para ejecutar inversiones es clave la rapidez y la eficacia de la administración pública. De hecho, la parte que no se ejecuta se tiene que dedicar a reducir la deuda con los bancos. Este superávit, a causa de la falta del gasto comprometido, volvió, al igual que el año 2016, a superar los 1.000 millones de euros. No obstante, el gobierno de Carmena mantiene que estos números reflejan la “estabilidad financiera” y destaca la caída de la deuda municipal, que también depende de la ejecución del gasto.

El año pasado, según el Consistorio, la deuda se redujo en 450 millones y lleva ya amortizando más de 2.000 millones. El gobierno municipal continúa así rebajando su ratio del endeudamiento y marca un verdadero récord nacional en cuanto a devolución de la deuda.

La oposición, no obstante, señala los errores que han llevado a este bajo gasto público. La socialista Erika Rodríguez habló ayer de “falta de gestión”, aunque recordó las dificultades derivadas de los requerimientos de Montoro. Íñigo Henríquez de Luna, del PP, fue más contundente en su crítica. El edil cree que la ejecución de inversiones al 33% “no tiene precedentes” en Madrid, y tachó de “pésima” la gestión del gobierno de Carmena. Por su parte, Miguel Ángel Redondo, de Ciudadanos, cree que a la coalición de Ahora Madrid “se le hace muy grande” el gobierno de la capital. “No se entienden entre ellos y gastan más tiempo en sus luchas internas y batallas ideológicas que en gestionar”, afirma Redondo.

Obras con retraso

Entre los proyectos que el gobierno municipal no ejecutó el año pasado están 200.000 euros previstos para un polideportivo y centro dotacional en la calle de Fúcar del distrito Centro —donde ahora queda un solar vació tras el derribo de un edificio del siglo XIX—, 100.000 euros para una piscina cubierta en Chamberí, y centenares de miles de euros en pistas de atletismo, tenis y campos de fútbol en Hortaleza, Vallecas y Arganzuela, además de más de dos millones para nuevas escuelas infantiles, bibliotecas y centros culturales en varios distritos.

Los problemas del gobierno de Ahora Madrid para cumplir con sus promesas también emergieron en 2016. Aquel año, el Área de Economía, liderada por el concejal Carlos Sánchez Mato ajustó in extremis (a finales de diciembre) los números comprando un edificio por 104 millones. Con esta operación logró reflotar los datos, hasta acabar con un 73% de cumplimiento, pero sin realizar muchas obras públicas prometidas.

A estas dificultades, el año pasado el Ayuntamiento tuvo que enfrentarse a los requerimientos del Ministerio de Hacienda para que ajustatr su gasto a la Ley de estabilidad. Carmena cuestionó duramente esta ley, pero a finales de 2017 alcanzó un acuerdo con Montoro. Tuvo que acometer recortes por valor de 500 millones, entre ellos muchos de inversiones, si bien el Ayuntamiento dijo que se referían a proyectos que estaban en un grado de ejecución “igual a cero”.

De hecho, a finales de septiembre de 2017, el ritmo de ejecución de inversiones rozaba el 20% (114 millones). Y ahora, con un escenario presupuestario en el que todavía no han sido aprobadas las cuentas de este año, Ahora Madrid debe pisar el acelerador si quiere evitar que muchas promesas electorales queden incumplidas.

Carmena habla de estabilidad y la oposición de mala gestión

El Ayuntamiento de Madrid lanzó el jueves una nota —sin cuadros explicativos— sobre la liquidación del presupuesto de 2017 y la lectura del gobierno de Manuela Carmena de los datos. Para Ahora Madrid, la reducción de la deuda y el superávit por encima de los 1.000 millones reflejan la "garantía" de la "estabilidad financiera del Ayuntamiento". El gobierno también subrayó el incremento del "gasto social" de 567 millones, pero sin detallar las partidas concretas utilizadas para los cálculos. A la vez, en redes sociales, miembros del ejecutivo presumieron de estos datos, sin incidir en los problemas encontrados en la ejecución de las inversiones.

Los ediles de la oposición sí comentaron estas cifras. Íñigo Henríquez de Luna (PP) habló de "pésima gestión" y de que "los madrileños no merecen un gobierno que desatienda a sus necesidades". "De nada vale el victimismo culpando a Montoro", añadió el edil. Por su parte, Erika Rodríguez (PSOE) habló de "lentitud" y "gestión claramente mejorable". Pero la socialista criticó las decisiones del Ministerio de Hacienda: "Fue un año excepcional, por las medidas cautelares y los recortes, que debilitaron la gestión. Aun así, el gobierno tiene un problema de gestión y han caído en un Ayuntamiento hecho a imagen y semejanza del PP, que no facilita las cosas". En cambio, Miguel Ángel Redondo, de Ciudadanos, sostuvo que el bajo gasto en inversiones refleja la "gestión desastrosa" del equipo de Carmena: "Vamos para tres años, no se nos ocurre alguna inversión que haya hecho Ahora Madrid que sea significativa".

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