_
_
_
_

Los muertos de una guerra, a la vuelta de la esquina

El Museo Morera de Lleida prorroga la exposición de fotografías de Agustí Centelles sobre los bombardeos de la ciudad en 1937

José Ángel Montañés
Una persona durante su visita a la exposición de Centelles en Lleida.
Una persona durante su visita a la exposición de Centelles en Lleida.Javier Martin

Los muertos por efectos de atentados y la guerra son todos iguales. Aquí y en cualquier otra parte del mundo. Pero cuando más cerca se produce la acción terrorista o el conflicto armado, más impacto causa ver las terribles imágenes de sus efectos, aunque hayan pasado días, años o incluso décadas. Es lo que han sentido miles de personas que han visitado desde su apertura el pasado 2 de noviembre la exposición Centelles i el bombardeig de Lleida en la que pueden verse las fotografías tomadas por el gran Agustí Centelles de los efectos de los bombardeos de la ciudad en noviembre de 1937 cuando nueve aparatos Savoia-Marchetti S.M. 79 de la aviación fascista italiana descargaron su carga mortal sobre las principales calles de la ciudad: Blondel, Major, Canyeret y rambla de Ferran. Tras la primera pasada, giraron a la altura de las compuertas del río Segre y volvieron a castigar la ciudad por la calle Cappont y los márgenes del río con sus últimas bombas. Para rematar, ametrallaron a todo aquel que en ese momento estaba en la calle con el resultado final de más de 250 muertos, entre ellos medio centenar de niños que estaban en las aulas del Liceo Escolar, y más de cuatrocientos heridos.

Han pasado 80 años de esta jornada, una de las más tristes de la ciudad de Lleida, pero la herida sigue abierta. La crudeza y proximidad de las imágenes ha hecho que la gran mayoría de personas que han visitado la muestra lo hayan hecho en silencio y algunos, incluso, han acabado llorando. La dirección del centro, con Jesús Navarro a la cabeza, ha colocado en la sala la lista de muertos y heridos, porque son muchos los que creen reconocer en las imágenes a sus antepasados, abuelos, padres y hermanos o algún conocido. El éxito de la muestra, que ya han visto más de 6.500 personas, ha hecho que se prorrogue hasta el próximo 4 de febrero.

Una madre identifica el cadáver de su hijo en el cementerio de Lleida el 3 de noviembre de 1937.
Una madre identifica el cadáver de su hijo en el cementerio de Lleida el 3 de noviembre de 1937.MECD, CDMH, ARCHIVO CENTELLES

Algunas de las imágenes tomadas por Centelles durante el 3 noviembre, tras los devastadores efectos de las bombas italianas en Lleida, ya se habían visto por separado. Incluso una de las fotografías ha acabado convertida en un icono de la Guerra Civil, la llamada Mater dolorosa por el propio Centelles en la que se ve a una mujer de rodillas llorando de forma desconsolada por la muerte de su marido —padre del periodista Josep Pernau—. Pero en esta exposición que comisaría Oriol Bosch pueden verse por primera vez las 70 imágenes que Centelles realizó, así como la difusión y el eco internacional que tuvieron muchas de ellas y que hicieron de este trabajo uno de los más antológicos del fotoperiodista.

'Mater dolorosa' de Centelles, en la que se ve a una mujer llorando la muerte de su marido, tras el bombardeo en Lleida en 1937.
'Mater dolorosa' de Centelles, en la que se ve a una mujer llorando la muerte de su marido, tras el bombardeo en Lleida en 1937.MECD, CDMH, ARCHIVO CENTELLES

Todo comenzó cuando Centelles, miembro del comisariado del Ejército del Este republicano y un grupo de periodistas que se dirigían a Barcelona desde el frente de Aragón recibieron la noticia del bombardeo de Lleida y pusieron rumbo a esta ciudad.

La cantidad de afectados por el bombardeo hizo que las autoridades locales, ante el colapso de los centros de salud y hospitales, llevaran a los 250 muertos al cementerio. El día 3 se encuentra allí Centelles las imágenes dantescas de los fallecidos y los fotografía obteniendo 35 imágenes, un carrete, en el que se muestra el horror de los muertos desfigurados y el dolor de sus familiares que todavía no dan crédito de la irremediable pérdida después de identificar los cuerpos. Si los rostros de hombres y niños, la mayoría de los muertos imponen, el de las mujeres que lloran y gritan todavía más. A lo largo del día Centelles recorre la ciudad con su cámara y realiza un segundo carrete (35 imágenes más) el centro urbano afectado por las bombas en la que predominan las labores de desescombro de las diferentes viviendas afectadas.

“Las setenta fotografías que tomó Centelles nos parecen pocas hoy en día, pero en su época eran muchísimas”, explica Navarro, en un momento, además, en el que el conflicto que había comenzado hacía ya un año y medio impedía obtener el material con facilidad “y el coste era muy alto”.

Labores de desescombro tras el bombardeo en Lleida en 1937.
Labores de desescombro tras el bombardeo en Lleida en 1937.MECD, CDMH, ARCHIVO CENTELLES

Método de trabajo

Las imágenes, que se exponen gracias a la colaboración del Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH) que custodia el Archivo Centelles después de que sus dos hijos lo vendieran al Ministerio de Cultura en 2009, “sirven para poner en evidencia el método de trabajo de Centelles, en el que lo mismo realizaba primeros planos o planos generales o diferentes enfoques de la misma escena, repitiendo fotografías con un mismo escenario, cambiando los planos o buscando el instante preciso para cada foto", explica Navarro, que asegura que lo que se ha pretendido es una exposición de archivo, no artística y por eso se ha mostrado el reportaje completo.

Durante el recorrido de la exposición, la más vista de los últimos años del Museo Morera “ya que ha conectado como ninguna otra exposición”, es posible ver los contactos con todas las imágenes y las publicaciones donde aparecieron estas fotografías, muchas de ellas internacionales. La crudeza de las imágenes y sus protagonistas, la mayoría niños, según Navarro, hace pensar que un tipo de reportaje como el que hizo Centelles no se podría publicar hoy en día en la prensa. “En ese momento primó el rigor informativo y la fotografía se movía entre la información y la propaganda. De hecho, la República aprovechó las imágenes para denunciar ante las potencias europeas su posición de neutralidad reclamando su implicación en el conflicto bélico”.

4,5 millones para el nuevo Museo Morera

El Museo Morera es un museo con una importante colección de arte moderno y contemporáneo que necesita crecer. Por eso se aprobó un proyecto para trasladarlo a la antigua Audiencia Provincial en la rambla Ferrán, una de las calles bombardeadas por los italianos en 1937.

En verano salió la licitación de la obra y a finales de octubre se cerró el periodo después de presentarse siete ofertas. Este mes se conocerá el resultado y cuál de ellas llevará a cabo la reforma que comenzará en primavera. En 2020 el nuevo Morera será una realidad gracias a una inversión de 4,5 millones de euros provenientes de un fondo Feder, el 1% cultural del Estado y aportaciones de la Generalitat, Ayuntamiento y Diputación de Lleida. Cuando reabra será como Museo de Arte de Lleida.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_