El Consell prohíbe las quemas junto a zonas forestales tras los fuegos de Culla y Sagunt
Los incendios arrasan 535 hectáreas de vegetación en la localidad castellonense y 320 en el humedal
La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Generalitat prohibirá a partir del 6 de enero las quemas de rastrojos a menos de 500 metros de distancia de terrenos forestales tras los dos últimos incendios forestales que han arrasado cientos de hectáreas en Culla (Castellón) y Sagunto (Valencia). La resolución, que se publicará en el DOCV, tiene duración indefinida, es decir, no se alterará hasta que cambien las situaciones de riesgo, ha informado la Generalitat.
El Consell adopta esta decisión por la situación de falta de humedad de la vegetación de acuerdo con un muestreo realizado por la Dirección de Prevención de Incendios Forestales. De hecho, la sequedad del terreno y las fuertes rachas de viento de los últimos días han facilitado la propagación de los fuegos en Culla y en el humedal del Marjal dels Moros, en Sagunto (Valencia).
En esta época del año, los valores habituales de humedad, con una precipitación de lluvia normal, deberían de ser normales e incluso húmedos. Sin embargo, el estrato arbórico (P. halepensis), después de las escasas lluvias del último mes, ha entrado ya en valores de categoría de secos.
La combinación de los fuertes vientos que han soplado y el descenso de la humedad relativa han hecho que el combustible, tanto el material vegetal vivo como los desechos, continúe secándose. En el incendio forestal de Culla -que ha afectado a 535 hectáreas de terreno forestal- y el de Sagunto -donde se han quemado unas 320 hectáreas- la característica principal de su propagación ha sido el viento y la sequedad del terreno por la falta de lluvias.
Las precipitaciones acumuladas durante el último mes en el conjunto de la Comunidad Valenciana ha sido muy escasa durante el último mes en el conjunto del territorio valenciano ha sido escasa o nula, especialmente en la provincia de Castellón. A eso hace falta sumar la escasez general de precipitaciones a lo largo del verano y el otoño. La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente insiste en que extreme la precaución frente al riesgo de incendios forestales debido a que los dos últimos han sido originados por la actividad humana.
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