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Un exoesqueleto portable ensayará terapias en niños con atrofias musculares

El hospital Sant Joan de Déu, en Barcelona, estrena este robot que se acopla al cuerpo del paciente pediátrico

Jessica Mouzo
Jens, un niño de 5 años, usa el primer y único exoesqueleto pediátrico portable del mundo.
Jens, un niño de 5 años, usa el primer y único exoesqueleto pediátrico portable del mundo.Toni Albir (EFE)

El hospital pediátrico Sant Joan de Déu de Barcelona contará con el primer exoesqueleto portable del mundo para tratar a menores con problemas neuromusculares. Los primeros en utilizar este dispositivo, que permite mejorar la calidad de vida de los pacientes y retrasar las complicaciones derivadas de la pérdida de fuerza y movilidad, serán los niños con atrofia muscular espinal.

El exoesqueleto, diseñado por Marsi Bionics —una spin-off del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)— y la colaboración de la empresa de ingeniería Escribano, es una especie de robot que se acopla al cuerpo del niño. El dispositivo está formado por unos largos soportes que se ajustan y adaptan a las piernas y al tronco del paciente pediátrico. En las articulaciones, una serie de motores imitan el funcionamiento del músculo humano, de forma que dan a los menores afectados por estas dolencias neuromusculares la fuerza necesaria para mantenerse en pie y caminar.

Durante un año, los pacientes seleccionados por el Sant Joan de Déu realizarán tres entrenamientos semanales de una hora, que consisten en caminar usando el exoesqueleto. Los especialistas podrán controlar además, a través del dispositivo, varios parámetros para determinar si mejora la calidad de vida del paciente, si el cuerpo del niño tolera bien su uso continuado y si se frenan los efectos secundarios de la atrofia muscular.

"Es un robot que se acopla al cuerpo del niño de tal manera que hay una interacción entre la persona y el robot. Es lo que se dice una interacción perfecta: la persona pone lo cognitivo y el robot lo motor", destacó ayer la cofundadora de Marsi Bionics, Elena García. La spin off ha dedicado varios años a desarrollar este dispositivo. "Más allá de lo físico, el uso de este robot tiene mucho impacto psicológico en los pacientes, ya que les permite hacer algo que pensaban que nunca podrían hacer", resaltó la investigadora. La atrofia muscular espinal es una enfermedad de origen genético que provoca una pérdida progresiva de fuerza muscular. Se trata de la segunda enfermedad neuromuscular más frecuente en la infancia y afecta a uno de cada 10.000 bebés nacidos vivos.

Los investigadores aseguran que este primer dispositivo abre la puerta a desarrollar más exoesqueletos de marcha diseñados específicamente para otras enfermedades neuromusculares. De hecho, Marsi Bionics ya está trabajando, con la colaboración de Escribano, el Sant Joan de Déu, el CSIC y Eurecat,  en un nuevo modelo para la distrofia muscular de Duchenne, la enfermedad neuromuscular más frecuente en la infancia.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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