Los jefes de Gürtel se acogen a su derecho a no declarar en la investigación de Feria Valencia
Correa, Crespo y El Bigotes comparecen por videoconferencia desde la cárcel ante los diputados valencianos
Los diputados valencianos que investigan la vinculación de la institución pública de Feria Valencia con los cabecillas de la trama Gürtel, Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez, El Bigotes, no han podido escuchar las declaraciones de los dirigentes de la empresa porque los tres se han acogido a su derecho a no declarar aduciendo que tenían causas judiciales pendientes que podían perjudicar su defensa. Correa, Pérez y Crespo han comparecido ante los parlamentarios por videoconferencia desde la cárcel madrileña donde cumplen condena.
La empresa Gürtel cobró, a través de su filial valenciana, Orange Market, que dirigía El Bigotes, más de 1.000 millones de euros del organismo valenciano por encargarse de la gestión de la comunicación. La actividad de la trama en Feria Valencia no ha sido investigada por la justicia.
El primero en comparecer ha sido El Bigotes. "Me voy a acoger a mi derecho a no declarar. Tengo causas pendientes y cualquier cosa que dijera aquí me podría perjudicar", ha afirmado Pérez, quien ha estado acompañado en todo momento por su abogado. Ha recordado, además, que está querellado contra los tres jueces que presidieron el juicio.
Tras su negativa, Álvaro Pérez ha pedido retirarse porque, según ha manifestado, tenía un curso de cocina. Pero antes ha señalado que "algún día" acudirá al Parlamento valenciano a explicar y ofrecer detalles sobre el caso Gürtel, "para que que se escuche la cara B del disco, pues, a veces, es mucho mejor que la cara A".
Francisco Correa y Pablo Crespo, que junto al Bigotes, cumplen condena por la adjudicación irregular de contratos a la empresa Orange Market de los estands para la feria de turismo FITUR, Madrid, entre los años 2005 y 2009, también se han acogido a su derecho a no declarar. Los tres responsables de Gürtel fueron condenados a 13 años de cárcel por los delitos de malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, cohecho, falsedad y asociación ilícita.
Correa, al igual que El Bigotes, sí que ha tenido tiempo durante la sesión para alardear de su buen estado físico, resaltar que ni él ni sus socios son delincuentes, sino profesionales de la mercadotecnia; divagar sobre las noticias que ofrecen las televisiones, y sobre su concepto de la corrupción."¿Cómo no voy a hacer un regalo a un cliente fantástico mío? ¿Cómo no voy a regalar unos payasos a Ana Mato o a Sepúlveda, que son amigos míos?", ha agregado.
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