_
_
_
_
_

El Salón del Manga convierte en estrellas a los robots

La feria del cómic japonés de Barcelona amplía su espacio y expositores

Blanca Cia
Jóvenes disfrazados en uno de los stands del Salón del Manga de Barcelona.
Jóvenes disfrazados en uno de los stands del Salón del Manga de Barcelona.MASSIMILIANO MINOCRI

Preguntar a alguien de qué va vestido en el Salón del Manga supone exponerse a una mirada de cierta condescendencia por la ignorancia. Y es que el público del festival de Barcelona, el segundo mayor de Europa dedicado al género tras el de París, es experto en personajes de la animación japonesa. Son seguidores fieles que año tras año acuden a la cita, que se ha convertido en todo un fenómeno social. Público joven —aunque con una juventud de esas que se estira hasta bien entrada la treintena—, padres con chavales y locos impenitentes del manga paseaban el miércoles entre los palacios de la Feria de Montjuïc.

En esta edición, la muestra ha ganado 5.000 metros cuadrados —ya suma 75.000— y, por ahora, no se han producido aglomeraciones. “Se está mejor, aunque la pega es que no te dejan salir y volver a entrar. Por lo menos, es cómodo ir de un lado a otro”, explica Dwight, un joven barcelonés con el torso desnudo, pantalones anchos y espadas al cinto, caracterizado de Zoro, personaje del manga y anime One Piece.

En el salón se puede hacer prácticamente de todo: jugar al último grito en competiciones de cartas japonesas, como Force of Will o The Caster Chronicles, que mueven a miles de jugadores y coleccionistas en todo el mundo que llegan a pagar 500 euros por una carta. O probar algunos de los ingenios robóticos que este año son uno de los platos fuertes del festival y participar en todo tipo de talleres. O jugar con videojuegos de última generación, ver lucha libre en un escenario, asistir a una partida múltiple de Mario Kart, escuchar y ver actuaciones —muy aplaudida la de un grupo de bailarines y músicos japoneses— y hasta saber ponerse correctamente un kimono.

Más información
El Salón del Manga cierra con nuevo récord: 142.000 visitantes
El gran carnaval del manga inunda la Fira de Montjuïc

Todo un culto a la tradición creativa japonesa que se mezcla con una amplia mercadotecnia de productos de lo más variado. Porque en el Salón del Manga se puede comprar desde un kimono por 40 euros, camisetas de personajes de anime o videojuegos, o una máscara de gas, amén de infinidad de espadas y catanas. La edición de este año —la primera que dirige Meritxell Puig después de la larga etapa con Carles Santamaria a su frente— abrió el miércoles sus puertas en cinco palacios de la Fira con las entradas para el fin de semana ya agotadas. Es posible que se superen los 142.000 visitantes de 2016, ya que la muestra dura cinco días.

Un paseo por los más de 200 expositores —un 9% más que el año pasado— da una idea de lo que tiene más tirón: el espacio de robótica —algunos autómatas retratan a los visitantes y hasta pueden seguir una melodía cantada— , la gran área que ocupa Nintendo con su serie The Legend of Zelda o las ganas del público de hacerse una foto en los decorados de uno de los clásicos de la serie blanca del manga: Dragon Ball.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Mazinger Z

Ese es el caso de Sergio y Fátima, dos burgaleses de 28 y 29 años que reservan parte de sus vacaciones para asistir al salón. Vestido él de Bojan —hijo de Son Goku— y ella de Videl —la novia de Bojan— dicen que así tienen tiempo para ver todo con calma, desde las actuaciones a participar en talleres y ver las diferentes exposiciones.

Algunas de las muestras tienen un sabor nostálgico y hasta un punto romántico, como la de los coleccionables españoles de los setenta de Mazinger Z que dio paso años después a una de las primeras —y revolucionaria para la época— serie de animación en televisión, con aquel robot que se hizo archifamoso por el “¡Mazinger! ¡Puños fuera!”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_