Dinamismo económico
De icono de la corrupción, la Comunidad Valenciana ha pasado a ser símbolo de recuperación
La pasada legislatura la Comunidad Valenciana se convirtió en el ícono de la corrupción. El pasado año, en el que España estuvo sin Gobierno de la nación, se hablaba de un gobierno a la valenciana como un icono de estabilidad, aunque en España no sumaban los escaños suficientes para emularlo.
La pasada legislatura 13.000 valencianos, alicantinos y castellonenses perdieron su trabajo. En el último año 78.000 alicantinos, castellonenses y valencianos han encontrado empleo. La Comunidad Valenciana es la más dinámica de la península con una creación de empleo próxima al 4,5% anual, por encima de la media de España y casi el triple del crecimiento del empleo en Francia y Alemania. Si mantiene este ritmo, en 2020 se alcanzarán dos millones de empleos.
El debate debe centrarse ahora en la calidad del empleo y en los salarios. Para mejorar los salarios en la universidad enseñamos a los alumnos de economía que hay que aumentar la productividad por ocupado. Y para aumentar la productividad es necesario aumentar el stock de capital y la innovación.
El Consell ha conseguido la aprobación de la ley de innovación para favorecer la creación de empleos de calidad en la era de la tecnología global. A principios de la década de los noventa la comunidad tenía una renta por habitante por encima de la media española. Hoy está claramente por debajo. La causa principal fue la burbuja y el modelo especulativo que el PP fomentó en la Comunidad. Esta nueva ley sienta las bases de un modelo sostenible social y ambientalmente en el siglo XXI.
Además de un problema de infrafinanciación, la Comunidad Valenciana tiene un problema de infrainversión. Durante las dos legislaturas de Zapatero se invirtieron en la Comunidad Valenciana 5.000 millones en infraestructuras, a pesar de que el PP controlaba la mayoría de Gobiernos. Durante los ocho años de Aznar, este invirtió tan sólo 1.700 millones. Y Rajoy entre 2011 y 2016 la ridícula cifra de 300 millones.
La prioridad tras el desarrollo del modelo radial es el arco Mediterráneo. Pero mientras todo el debate se centra en Catalunya, la realidad es que ha sido la comunidad que más inversión pública en infraestructuras ha recibido del gobierno central desde 1991 y, en términos per cápita, está por encima de la media. Sin embargo, la Comunidad Valenciana ha recibido un 25% menos inversión pública per cápita que la media, Andalucía un 10% menos que la media y Murcia la mitad.
Hoy los castellonenses, alicantinos y valencianos pueden celebrar el día de su comunidad en una de las economías más dinámicas de Europa, pero aún queda mucho para recuperar las dos décadas perdidas con el PP gobernando la comunidad. Como dijo el poeta “se hace camino al andar”.
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