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La colonia del Manzanares se rebela por la tala de 500 árboles

El Consistorio afirma que el 75% está envejecido o afecta a los edificios

Esther Sánchez
Árboles talados el pasado viernes en las calles de la Colonia Manzanares.
Árboles talados el pasado viernes en las calles de la Colonia Manzanares.Kike Para

El Ayuntamiento de Madrid comenzó a cortar la semana pasada 502 árboles en la colonia del Manzanares, situada entre el río a la altura del puente de los Franceses y la Casa de Campo, debido a que existe riesgo de daños para las personas por su mal estado, según un informe municipal. Se plantarán 237 nuevos. La tala, que ha dejado ya varias calles sin un ejemplar, ha provocado un importante rechazo en el barrio. En total crecen 2.604 árboles en la zona. El Consistorio afirma que el 75% están envejecidos o están pegados a los edificios. Los vecinos no entienden la poda masiva y piden que no se dejen calles desnudas.

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Margarita y Claudio llevan más de 50 años viviendo en el barrio. Llegaron a la colonia del Manzanares (distrito Moncloa-Aravaca) al poco tiempo de casarse, con las casas recien construidas. Son vecinos de una de las calles donde ha comenzado la tala de los 502 árboles que un informe municipal ha marcado como peligrosos para las personas y los bienes. El Ayuntamiento denomina la actuación “regeneración del arbolado”; los ciudadanos de la zona, “crimen o devastación”.

“Esto no lo deberían haber hecho así. ¿De verdad no se podía salvar ninguno?”, se pregunta Claudio mientras señala los tocones, todavía sin retirar, que marcan los lugares donde antes se elevaban acacias de varios metros de alto.

Esa misma cuestión se planteó el jueves hasta la saciedad en una reunión improvisada por Ecologistas en Acción en la calle, al lado del río Manzanares, a la que asistieron el coordinador general del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, José Antonio Díaz Lázaro, y residentes. El enfado había llegado a tal punto que ese mismo día por la mañana varias personas se habían interpuesto entre los árboles y las máquinas para evitar que los cortaran. De momento, solo han conseguido ralentizar la actuación.

Díaz Lázaro explicó que la decisión de talar ese número de ejemplares es consecuencia de un estudio sobre el arbolado que encargó la concejal de Medio Ambiente, Inés Sabanés, debido a que todos los meses se caen en la capital entre 20 y 50 árboles. Se llevó a cabo una inspección de más de 120.000 árboles por toda la ciudad, y se decidió actuar sobre los que se consideran más peligrosos. A partir de esos datos, las empresas contratadas realizaron una clasificación de menor a mayor riesgo, y propusieron suprimir 12.000. En la capital hay alrededor de dos millones de árboles. Cada ejemplar cuenta con una ficha específica.

El Ayuntamiento marcó la colonia del Manzanares como una de las zonas en las que debía actuar de forma prioritaria. El estudio concluyó que el 75% de sus 2.604 árboles están envejecidos o afectan a las fachadas de los edificios. El 42% (1.094) comportan algún tipo de riesgo y el resto son irrecuperables.

Los vecinos se quejan de que no se les ha informado de forma conveniente, además de que los planos no coinciden con la realidad. La información “está incompleta”, reconoció el coordinador del área, que se comprometió a remediar esa carencia subiendo a la web del Consistorio la ficha de todos los árboles afectados. Un portavoz de comunicación del Ayuntamiento añadió que previamente se habían reunido con un representante de la Asociación de Vecinos en la junta del distrito. Además, se colocaron unos carteles informativos pegados en los portales.

Otra de las quejas vecinales apunta a que tampoco han recibido información específica sobre los árboles que se repondrán: solo que serán 237 y las especies. Y no se fían, porque en el barrio ya se han cortado árboles por estar enfermos, algunos hace años, que no se han llegado a sustituir. En cuanto a la razón por la que no se reponen todos, el Ayuntamiento sostiene que en muchos casos es imposible por la estrechez de las aceras, la excesiva densidad de plantas o su cercanía a los edificios.

Una de las propuestas vecinales apunta a evitar dejar calles sin un solo árbol. “Quizá se podría apuntalar alguno”, propuso uno de los asistentes a la reunión en varias ocasiones. Los técnicos, en cambio, sostienen que el Ayuntamiento “no puede correr ningún riesgo”, por lo que no es posible adoptar semejante solución. Ante esta situación, los residentes se preguntan por qué se han dejado pasar años sin renovar de forma paulatina los ejemplares enfermos.

Las polémicas regeneraciones del arbolado madrileño

El Ayuntamiento indica en su página web que el área afectada por la tala en la colonia del Manzanares es de "gran valor ecológico y ambiental, con un alto uso espacial de sus calles y zonas verdes". A pesar de ello, es necesario cortar los árboles irrecuperables.

Antes que la colonia del Manzanares, ha habido otras zonas de Madrid que se han enfrentado al corte de ejemplares debido siempre a su mal estado, su vejez y los problemas de su estructura. En agosto de 2016 se cortaron una cada tres acacias de la calle de Virgen del Puerto (105 de sus 298 árboles). Los residentes también protestaron por ello. "Dejaron la calle completamente desarmada, sin sombra, con todo el calor", explica Juan García, de Ecologistas en Acción.

En la zona norte de Madrid, los vecinos del barrio de San Juan Bautista (Ciudad Lineal) se enfrentaron a otro episodio semejante. Para evitar el peligro de accidentes por caída de ramas y árboles, se talaron 479 ejemplares y se podaron 516. La mayoría eran olmos. Las quejas de los vecinos no se hicieron esperar.

Juan García, de Ecologistas en Acción, insiste en que existen deficiencias en la comunicación con la sociedad civil. "Tiene que haber una información adecuada, porque de otra forma se producen estas situaciones", sostiene. Otra de las cuestiones a mejorar, en su opinión, es el mantenimiento de los árboles. Es necesario destinar "más personal y más recursos". En cuanto a las podas, "todavía se ven desastres, aunque la formación va en aumento". Una mala poda puede provocar que el árbol enferme, se debilite y comience un deterioro que lo llevará a la muerte.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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